En El Salvador cogen a chicas
jóvenes, las violan y las tiran en
bolsas de plástico
MARITZA
A sus 15 años, Maritza vivía con su abuela en El Salvador cuando un pandillero perteneciente a una banda local se fijó en ella. Ella no lo percibió y siguió con su vida hasta que su tío llegó a casa con la noticia. Otro miembro de la banda le había advertido. La niña tenía que abandonar el país porque su vida corría peligro.
"En El Salvador cogen a chicas jóvenes, las violan y las tiran en bolsas de plástico. Mi tío me dijo que no era seguro para mí quedarme aquí", relata ahora Maritza desde su nuevo hogar en Estados Unidos.
En El Salvador cogen a chicas
jóvenes, las violan y las tiran en
bolsas de plástico
MARITZA
A sus 15 años, Maritza vivía con su abuela en El Salvador cuando un pandillero perteneciente a una banda local se fijó en ella. Ella no lo percibió y siguió con su vida hasta que su tío llegó a casa con la noticia. Otro miembro de la banda le había advertido. La niña tenía que abandonar el país porque su vida corría peligro.
"En El Salvador cogen a chicas jóvenes, las violan y las tiran en bolsas de plástico. Mi tío me dijo que no era seguro para mí quedarme aquí", relata ahora Maritza desde su nuevo hogar en Estados Unidos.
EL SALVADOR
MARITZA
Centroamérica se ha convertido en los últimos años en una de las zonas más violentas del planeta. La arraigada pobreza de los países de la región, sumada al reciente repunte del tráfico de drogas, los sistemas políticos polarizados y un estado de derecho muy débil han generado un aumento de la inseguridad.
Concretarte, en el Triángulo Norte, compuesto por Honduras, El Salvador y Guatemala las bandas criminales conocidas como maras se han fortalecido hasta el punto de ser en ocasiones más poderosas que las fuerzas policiales. El resultado ha sido un desplazamiento récord en estos países desde 2009 y, principalmente, en las cif ras de menores no acompañados.
ESTADOS UNIDOS, PRINCIPAL RECEPTOR
MARITZA
Maritza recibió la noticia un 3 de abril y el 7 ya había huido: "Me dijeron que si seguía allí el 8 de abril me atraparían. No sé qué me habría pasado". Ahora, la niña intenta mirar su nueva vida con esperanza. "También quise venir porque quería ver a mi madre, pero me dio pena dejar a mi abuela. El plan de mi madre fue siempre que las cuatro -ella, mis dos hermanas y yo- estuviésemos juntas. Pero no estaba segura de si quería venir. Me decidí definitivamente cuando la banda me amenazó", explica Maritza.
Estados Unidos es el país que recoge un mayor número de solicitudes de asilo. Desde 2012 ha recibido el 85% del total de las solicitudes realizadas por individuales de Honduras, El Salvador y Guatemala. El número de menores no acompañados procedentes de estos tres países a Estados Unidos ha aumentado notablemente.
ESTADOS UNIDOS, PRINCIPAL RECEPTOR
MARITZA
Maritza recibió la noticia un 3 de abril y el 7 ya había huido: "Me dijeron que si seguía allí el 8 de abril me atraparían. No sé qué me habría pasado". Ahora, la niña intenta mirar su nueva vida con esperanza. "También quise venir porque quería ver a mi madre, pero me dio pena dejar a mi abuela. El plan de mi madre fue siempre que las cuatro -ella, mis dos hermanas y yo- estuviésemos juntas. Pero no estaba segura de si quería venir. Me decidí definitivamente cuando la banda me amenazó", explica Maritza.
Estados Unidos es el país que recoge un mayor número de solicitudes de asilo. Desde 2012 ha recibido el 85% del total de las solicitudes realizadas por individuales de Honduras, El Salvador y Guatemala. El número de menores no acompañados procedentes de estos tres países a Estados Unidos ha aumentado notablemente.
Niñas, homosexuales y lesbianas son el blanco de la intolerancia de las maras
En 2011 el departamento de Protección de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos detuvo a 4.509 menores no acompañados de estos países en la f rontera con México. En 2012 aumentó hasta 10.443 y se volvió a duplicar al año siguiente, alcanzando los 21.537 al terminar 2013. En 2016, la cif ra superaba ya los 64.000.
El caso de Maritza, por tanto, está lejos de ser algo excepcional en una región donde los menores están suf riendo la peor parte. Las niñas padecen particularmente la violencia de las maras, dominadas generalmente por hombres en un entorno muy machista y misógino. Pero otros grupos sociales, como los homosexuales y lesbianas, también se convierten en el blanco de su intolerancia.
Niñas, homosexuales y lesbianas son
el blanco de la intolerancia de las
maras
En 2011 el departamento de Protección de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos detuvo a 4.509 menores no acompañados de estos países en la f rontera con México. En 2012 aumentó hasta 10.443 y se volvió a duplicar al año siguiente, alcanzando los 21.537 al terminar 2013. En 2016, la cif ra superaba ya los 64.000.
El caso de Maritza, por tanto, está lejos de ser algo excepcional en una región donde los menores están suf riendo la peor parte. Las niñas padecen particularmente la violencia de las maras, dominadas generalmente por hombres en un entorno muy machista y misógino. Pero otros grupos sociales, como los homosexuales y lesbianas, también se convierten en el blanco de su intolerancia.
Lo mataron por gay
“Mataban a personas y los tiraban a la calle. 'Lo mataron por gay, por maricón', dicen”, declara Brayan, otro joven refugiado centroamericano en Estados Unidos. Cuando era poco más que un bebé, su abuela fue asesinada en la puerta de su casa y perdió su único sustento. Con 12 años tuvo que tomar la decisión que marcaría su vida, huir de su país o arriesgarse a ser a asesinado por su condición sexual. "Tristemente, si se sabía, mañana te podían hallar en la calle muerto", declara.
HUIR O MORIR
LA LABOR DE ACNUR
Esta decisión es solo el primer paso en un largo y peligroso viaje hasta la frontera entre México y Estados Unidos, donde dependen de la ayuda de organizaciones internacionales como ACNUR para lograr sobrevivir. La principal preocupación de ACNUR es que todos los menores no acompañados estén constantemente y apropiadamente monitorizados para que, una vez identificados, tengan acceso a los programas de ayuda estatales.
Los miles de niños no acompañados que huyen anualmente de sus países en el Triángulo Norte de Centroamérica necesitan urgentemente protección y refugio en los países receptores, algo que, en muchas ocasiones, no tienen garantizado.
ACNUR enunció una serie de recomendaciones a los estados vecinos como el reconocimiento de las nuevas formas de desplazamiento en América Central y la necesidad de tomar medidas internacionales coordinadas para subsanar la crisis humanitaria. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. Mientras, miles de niños como Maritza o Brayan siguen teniendo que tomar la decisión más dif ícil de sus vidas: huir o morir.
HUIR O MORIR
LA LABOR DE ACNUR
Esta decisión es solo el primer paso en un largo y peligroso viaje hasta la frontera entre México y Estados Unidos, donde dependen de la ayuda de organizaciones internacionales como ACNUR para lograr sobrevivir. La principal preocupación de ACNUR es que todos los menores no acompañados estén constantemente y apropiadamente monitorizados para que, una vez identificados, tengan acceso a los programas de ayuda estatales.
Los miles de niños no acompañados que huyen anualmente de sus países en el Triángulo Norte de Centroamérica necesitan urgentemente protección y refugio en los países receptores, algo que, en muchas ocasiones, no tienen garantizado.
ACNUR enunció una serie de recomendaciones a los estados vecinos como el reconocimiento de las nuevas formas de desplazamiento en América Central y la necesidad de tomar medidas internacionales coordinadas para subsanar la crisis humanitaria. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. Mientras, miles de niños como Maritza o Brayan siguen teniendo que tomar la decisión más dif ícil de sus vidas: huir o morir.