KUHLI

VÍCTIMA DE TRATA Y ABANDONADA A SU SUERTE EN EL DESIERTO

EDAD: 18 años

PAÍS DE PROCEDENCIA: Eritrea

PAÍS DE REFUGIO: Etiopía

FAMILIA: Con 16 años sus padres la mandaron a trabajar a una ciudad de Eritrea, donde fue secuestrada. Su familia no pudo pagar el rescate y fue abandonada en el desierto. Una familia etíope la ayudó a reencontrarse con parte de su familia.

EDAD:

18 años

PAÍS DE PROCEDENCIA:

Eritrea

PAÍS DE REFUGIO:

Etiopía

FAMILIA:

Con 16 años sus padres la mandaron a trabajar a una ciudad de Eritrea, donde fue secuestrada.Su familia no pudo pagar el rescate y fue abandonada en el desierto. Una familia etíope la ayudó a reencontrarse con parte de su familia.

KUHLI

Un grupo de jóvenes juega al baloncesto en el campo de refugiados de Mai Aini, en Etiopía. Entre ellos, destaca una chica, Kuhli, una eritrea de 18 años. No solo no se siente intimidada por jugar prácticamente rodeada de chicos, sino que está encestando cada vez que recibe la bola.

Probablemente, Kuhli, a pesar de ir en silla de ruedas desde que padeció polio hace unos años, sea la mejor jugadora de baloncesto de Shire, una población cercana a la f rontera con Eritrea.

KUHLI

Un grupo de jóvenes juega al baloncesto en el campo de refugiados de Mai Aini, en Etiopía. Entre ellos, destaca una chica, Kuhli, una eritrea de 18 años. No solo no se siente intimidada por jugar prácticamente rodeada de chicos, sino que está encestando cada vez que recibe la bola.

Probablemente, Kuhli, a pesar de ir en silla de ruedas desde que padeció polio hace unos años, sea la mejor jugadora de baloncesto de Shire, una población cercana a la frontera con Eritrea.

ERITREA

KUHLI


Las fronteras actuales de Eritrea fueron establecidas por Italia, el primer estado europeo que colonizó esta región del Cuerno de África. Tras haber formado una federación con la vecina Etiopía en los años 50, ambos países vivieron en permanente conflicto hasta 2002.

Los arrestos arbitrarios, las expropiaciones de tierras y las vulneraciones de derechos humanos son algo habitual en Eritrea hoy en día. El Estado ha impuesto un servicio militar obligatorio sin fecha de finalización. Esto supone que los niños son apartados de sus familias por un plazo indefinido de tiempo, en ocasiones a edades muy tempranas, cuando ni han cumplido la mayoría de edad.

Mapa Eritrea

Mapa  Eritrea

Fue secuestrada junto a otros
jóvenes por traficantes de seres
humanos y llevada a Sudán

KUHLI

Procedente de una familia humilde de la Eritrea rural, Kuhli dejó su hogar y se marchó a trabajar a la ciudad con 16 años. Pero allí no fue trabajo lo que encontró. Fue secuestrada junto a otros jóvenes por traficantes de seres humanos y llevada a Sudán. Los secuestradores exigieron un rescate que su familia no pudo pagar y la dejaron abandonada a su suerte en pleno desierto.

Milagrosamente, una familia etíope la ayudó a recuperarse. Tras una larga travesía, consiguió reencontrase con familiares en el campo de Mai Aini.

Fue secuestrada junto a otros
jóvenes por traficantes de seres
humanos y llevada a Sudán

KUHLI

Procedente de una familia humilde de la Eritrea rural, Kuhli dejó su hogar y se marchó a trabajar a la ciudad con 16 años. Pero allí no fue trabajo lo que encontró. Fue secuestrada junto a otros jóvenes por traficantes de seres humanos y llevada a Sudán. Los secuestradores exigieron un rescate que su familia no pudo pagar y la dejaron abandonada a su suerte en pleno desierto.

 

Milagrosamente, una familia etíope la ayudó a recuperarse. Tras una larga travesía, consiguió reencontrase con familiares en el campo de Mai Aini.

Un 34% de los niños eritreos
refugiados en Etiopía no tienen allí a
sus padres ni a ningún familiar adulto

MILES DE NIÑOS HUYEN SOLOS

Las circunstancias políticas de Eritrea, sumadas a las prolongadas sequías y otros desastres naturales, han provocado que miles de personas se hayan visto obligadas a dejar sus hogares y a buscar refugio en los países vecinos, especialmente a Etiopía.

Los menores no acompañados, que llegan completamente solos a la f rontera, representan un numero altísimo de estos refugiados. Un 34% de los niños eritreos refugiados en Etiopía no tienen allí a sus padres ni a ningún familiar adulto. Una situación que les hace aún más dif ícil tener otra forma de conseguir comida que la de la ayuda humanitaria en un país con altas tasas de desnutrición infantil.

Desde 2015 el número de menores no acompañados llegados desde Eritrea a Etiopía ha estado en torno a los 4.000 anuales. Los niños son particularmente vulnerables a las mafias y a los traficantes de personas y pueden convertirse fácilmente en víctimas, tal y como le ocurrió a Kuhli.

Un millón de niños ha huido de
Sudán del Sur desde el comienzo
de la violencia

UNA GUERRA LIBRADA POR NIÑOS

Las circunstancias políticas de Eritrea, sumadas a las prolongadas sequías y otros desastres naturales, han provocado que miles de personas se hayan visto obligadas a dejar sus hogares y a buscar refugio en los países vecinos, especialmente a Etiopía.

Los menores no acompañados, que llegan completamente solos a la f rontera, representan un numero altísimo de estos refugiados. Un 34% de los niños eritreos refugiados en Etiopía no tienen allí a sus padres ni a ningún familiar adulto. Una situación que les hace aún más dif ícil tener otra forma de conseguir comida que la de la ayuda humanitaria en un país con altas tasas de desnutrición infantil.

Desde 2015 el número de menores no acompañados llegados desde Eritrea a Etiopía ha estado en torno a los 4.000 anuales. Los niños son particularmente vulnerables a las mafias y a los traficantes de personas y pueden convertirse fácilmente en víctimas, tal y como le ocurrió a Kuhli.

PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS

LA LABOR DE ACNUR

Desde 2016, ACNUR y sus socios han enfocado su trabajo en Etiopía en la protección de los niños que se han visto afectados por la violencia, los abusos, la explotación y el abandono. El aumento de familias de acogida, la mejora de la calidad del seguimiento y el mejoramiento de la coordinación entre los proveedores de servicios y autoridades nacionales han permitido, hasta la fecha, que muchos de estos niños puedan comenzar a reconstruir sus vidas y dejen su violento pasado atrás.

El centro de registro de menores no acompañados de Endabaguna, en Etiopía, se ocupa de recibir y ayudar a los miles de niños que llegan solos desde Eritrea. ACNUR trabaja allí en la búsqueda de los familiares de estos niños, para tratar de reunir a las familias. Además, se ocupa de satisfacer las necesidades de alimentación de unos niños que han padecido grandes carencias durante su huida.

 

 

PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS

LA LABOR DE ACNUR

Desde 2016, ACNUR y sus socios han enfocado su trabajo en Etiopía en la protección de los niños que se han visto afectados por la violencia, los abusos, la explotación y el abandono. El aumento de familias de acogida, la mejora de la calidad del seguimiento y el mejoramiento de la coordinación entre los proveedores de servicios y autoridades nacionales han permitido, hasta la fecha, que muchos de estos niños puedan comenzar a reconstruir sus vidas y dejen su violento pasado atrás.

El centro de registro de menores no acompañados de Endabaguna, en Etiopía, se ocupa de recibir y ayudar a los miles de niños que llegan solos desde Eritrea. ACNUR trabaja allí en la búsqueda de los familiares de estos niños, para tratar de reunir a las familias. Además, se ocupa de satisfacer las necesidades de alimentación de unos niños que han padecido grandes carencias durante su huida.

TORTURAS, SECUESTROS Y VIOLACIONES

EL DRAMÁTICO TRAYECTO DE LOS REFUGIADOS

La travesía para abandonar Eritrea es, en muchas ocasiones, lo más duro para los refugiados. Las redes criminales dominan el trayecto y muchos refugiados relatan cómo han tenido que vender sus propiedades para poder pagar el viaje hasta el Norte de Áf rica o Europa. Las torturas, las falsas ejecuciones, las violaciones y los secuestros han sido experiencias que muchos refugiados de Eritrea han tenido que padecer en su huida.

Por este motivo, el trabajo más complicado para ACNUR es el de tratar de ayudar a unos niños que, en muchos casos, llegan con traumas psicológicos. Habiendo sido testigos de cómo sus familiares han sido detenidos o asesinados, o de escenas de violencia en la f rontera, muchos padecen depresión. Para ello, mediadores de ACNUR realizan con ellos terapias basadas en la pintura, los juegos y en enseñar hábitos higiénicos que eviten que contraigan algunas enfermedades.

TORTURAS, SECUESTROS Y VIOLACIONES

EL DRAMÁTICO TRAYECTO DE LOS REFUGIADOS

La travesía para abandonar Eritrea es, en muchas ocasiones, lo más duro para los refugiados. Las redes criminales dominan el trayecto y muchos refugiados relatan cómo han tenido que vender sus propiedades para poder pagar el viaje hasta el Norte de Áf rica o Europa. Las torturas, las falsas ejecuciones, las violaciones y los secuestros han sido experiencias que muchos refugiados de Eritrea han tenido que padecer en su huida.

 

Por este motivo, el trabajo más complicado para ACNUR es el de tratar de ayudar a unos niños que, en muchos casos, llegan con traumas psicológicos. Habiendo sido testigos de cómo sus familiares han sido detenidos o asesinados, o de escenas de violencia en la f rontera, muchos padecen depresión. Para ello, mediadores de ACNUR realizan con ellos terapias basadas en la pintura, los juegos y en enseñar hábitos higiénicos que eviten que contraigan algunas enfermedades.

Kuhli intenta rehacer su vida a
través del deporte

KUHLI

En el caso de Kuhli, que por las secuelas del polio tiene además importantes necesidades especiales, el trabajo de ACNUR le ha permitido superar una situación traumática y comenzar de cero. Ahora, dos años después de abandonar su hogar, Kuhli intenta rehacer su vida a través del deporte. A juzgar por cómo se desenvuelve sobre la pista de baloncesto, lo está consiguiendo sobradamente.

Kuhli intenta rehacer su vida a
través del deporte

KUHLI

En el caso de Kuhli, que por las secuelas del polio tiene además importantes necesidades especiales, el trabajo de ACNUR le ha permitido superar una situación traumática y comenzar de cero. Ahora, dos años después de abandonar su hogar, Kuhli intenta rehacer su vida a través del deporte. A juzgar por cómo se desenvuelve sobre la pista de baloncesto, lo está consiguiendo sobradamente.

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