Con solo dos años Farah estaba
completamente sola en medio de una
guerra que no podía comprender
Con tan solo dos años, la pequeña Farah fue rescatada entre los escombros de lo que hasta entonces había sido su casa en Siria. Un bombardeo destruyó su hogar y acabó con la vida de toda su familia. Prácticamente acababa de nacer y Farah ya estaba completamente sola en medio de una guerra que aún no tenía capacidad para comprender.
La violencia seguiría muy presente en la vida de Farah. El orfanato donde fue acogida sufrió un nuevo bombardeo y, finalmente, se desplazó a un hospital abandonado en Homs, junto a otros muchos niños huérfanos. Esta ciudad, ubicada en el oeste del país, ha sido escenario de duros combates y buena parte de sus edificios están actualmente en ruina. Muchos niños han perdido a sus padres o han sido abandonados como resultado del conflicto.
Con solo dos años Farah estaba completamente sola en medio de una guerra que no podía comprender
Con tan solo dos años, la pequeña Farah fue rescatada entre los escombros de lo que hasta entonces había sido su casa en Siria. Un bombardeo destruyó su hogar y acabó con la vida de toda su familia. Prácticamente acababa de nacer y Farah ya estaba completamente sola en medio de una guerra que aún no tenía capacidad para comprender.
La violencia seguiría muy presente en la vida de Farah. El orfanato donde fue acogida sufrió un nuevo bombardeo y, finalmente, se desplazó a un hospital abandonado en Homs, junto a otros muchos niños huérfanos. Esta ciudad, ubicada en el oeste del país, ha sido escenario de duros combates y buena parte de sus edificios están actualmente en ruina. Muchos niños han perdido a sus padres o han sido abandonados como resultado del conflicto.
Con solo dos años Farah estaba completamente sola en medio de una guerra que no podía comprender
El orfanato acoge a 25 niños y 31 niñas con edades entre los 2 y los 20 años. Es una de las pocas instalaciones del país que proporcionan un refugio, cuidados y educación a niños que han perdido a sus padres, son huérfanos o han sido abandonados durante la guerra. ACNUR proporciona ayuda psicosocial y asistencia básica para que este centro pueda seguir en funcionamiento.
"Recuerdo cuando atacaron el orfanato. Recogimos nuestras cosas y vinimos a este hotel", asegura Farah, ajena a la vorágine de violencia en la que se ha desarrollado su corta vida. El nombre Farah significa alegría, pero la guerra es todo lo que ha conocido. Aun así, nunca pierde la sonrisa. Criados durante la contienda, está generación será la que herede un país en ruina tras años de un conflicto armado sobre el que no tuvieron responsabilidad alguna.
Con solo dos años Farah estaba completamente sola en medio de una guerra que no podía comprender
El orfanato acoge a 25 niños y 31 niñas con edades entre los 2 y los 20 años. Es una de las pocas instalaciones del país que proporcionan un refugio, cuidados y educación a niños que han perdido a sus padres, son huérfanos o han sido abandonados durante la guerra. ACNUR proporciona ayuda psicosocial y asistencia básica para que este centro pueda seguir en funcionamiento.
"Recuerdo cuando atacaron el orfanato. Recogimos nuestras cosas y vinimos a este hotel", asegura Farah, ajena a la vorágine de violencia en la que se ha desarrollado su corta vida. El nombre Farah significa alegría, pero la guerra es todo lo que ha conocido. Aun así, nunca pierde la sonrisa. Criados durante la contienda, está generación será la que herede un país en ruina tras años de un conflicto armado sobre el que no tuvieron responsabilidad alguna.
NIÑOS SOLOS Y VULNERABLES
La guerra de Siria ha desatado desde su inicio, en 2011, una emergencia humanitaria sin precedentes desde la II Guerra Mundial. Actualmente, tras más de siete años de combates, bombardeos y masacres indiscriminadas de civiles, 6’6 millones de sirios viven desplazados dentro de su propio país y 5’7 millones están inscritos como refugiados en los países vecinos. De ellos, 2’7 millones son niños.
NIÑOS SOLOS Y VULNERABLES
La guerra de Siria ha desatado desde su inicio, en 2011, una emergencia humanitaria sin precedentes desde la II Guerra Mundial. Actualmente, tras más de siete años de combates, bombardeos y masacres indiscriminadas de civiles, 6’6 millones de sirios viven desplazados dentro de su propio país y 5’7 millones están inscritos como refugiados en los países vecinos. De ellos, 2’7 millones son niños
SIRIA
La historia de Farah, desafortunadamente, no es un caso excepcional. El 34% de los niños que llegan por el Mediterráneo a Grecia, Italia, Bulgaria y España lo hacen solos. En 2016, llegaron 362.753 personas a Europa a través del mar Mediterráneo. 33.806 de ellos fueron niños solos, sin ningún familiar adulto a su cargo. Si acudimos a estadísticas globales, publicadas recientemente por ACNUR, en 2017, 173.800 niños han huido completamente solos de sus hogares. Sin padres ni familiares mayores que se ocupen de ellos, muchos de ellos han perdido a toda su familia.
Los niños, además, son más vulnerables a los riesgos que af rontan los refugiados en las diversas rutas a través del Mediterráneo. En el Mediterráneo Central, el 88% de los niños suf rieron al menos un episodio de tráfico de seres humanos, según la encuesta realizada por la Organización Internacional para la Migración en Italia. Un 11% más que en el caso de los adultos.
SIRIA
La labor de ACNUR, junto a otras organizaciones internacionales, ha sido fundamental para encontrar un lugar de acogida para miles de niños provenientes de Siria y otros países de la zona. Un total de 3.259 niños han sido realojados por ACNUR en Grecia e Italia. De ellos, 166 estaban completamente solos. Por desgracia, a día de hoy, el número de menores no acompañados realojados sigue siendo relativamente bajo comparado con el de familias completas que han podido ser reasentadas.
2.430 niños llegaron a España entre enero y septiembre de 2017 por mar y tierra, principalmente desde Marruecos, Siria y Argelia. Muchos de los niños que alcanzan las costas europeas por el Mediterráneo necesitan material de emergencia como ropa y mantas térmicas en cuanto llegan a tierra. ACNUR distribuyó en 2017 casi 3 millones de mantas en todo el mundo, pero se necesitan más fondos para continuar ayudando a quienes siguen llegando.
SIRIA
La labor de ACNUR, junto a otras organizaciones internacionales, ha sido fundamental para encontrar un lugar de acogida para miles de niños provenientes de Siria y otros países de la zona. Un total de 3.259 niños han sido realojados por ACNUR en Grecia e Italia. De ellos, 166 estaban completamente solos. Por desgracia, a día de hoy, el número de menores no acompañados realojados sigue siendo relativamente bajo comparado con el de familias completas que han podido ser reasentadas.
2.430 niños llegaron a España entre enero y septiembre de 2017 por mar y tierra, principalmente desde Marruecos, Siria y Argelia. Muchos de los niños que alcanzan las costas europeas por el Mediterráneo necesitan material de emergencia como ropa y mantas térmicas en cuanto llegan a tierra. ACNUR distribuyó en 2017 casi 3 millones de mantas en todo el mundo, pero se necesitan más fondos para continuar ayudando a quienes siguen llegando.