La moda de sacar fotos y reseñar todo lo que comemos lleva a muchas personas a viajar a otros destinos simplemente para disfrutar de una buena bacanal.

Cada vez es mayor el número de personas que se mueve por el territorio para comer bien, para probar restaurantes gastronómicos o, simplemente, elaboraciones muy especiales que, de repente, se hacen famosas por las redes sociales.

Y es que redes como Instagram han convertido el acto de comer en un reclamo turístico, pues los foodies jamás tocan un plato antes de hacerle la foto perfecta y, nada más acabarlo, lanzan su crítica gastronómica cual expertos en el arte culinario de toda la vida. Seguidamente, sus seguidores son capaces de cruzarse el país solo para ir a probar una tarta de queso superespecial.

Por eso los profesionales del sector del turismo y la hostelería tienen que aprovechar este filón para satisfacer las demandas y los gustos de los cientos de miles de sibaritas de todas las edades que ahorran e invierten su dinero en disfrutar de la creatividad. Y son capaces de trasladarse para probar los exquisitos manjares a los rincones más recónditos, cuanto más originales y más puedan alardear de un gran descubrimiento, más atractivo les parecerá.

Sigue leyendo y descubre los mayores reclamos para todo foodlover que se precie.

Concursos de tapas

Son un estupendo imán para los foodies, pues permiten conocer, en una escapada, no solo la gastronomía regional sino la propia ciudad, aprovechando los ratos libres entre los turnos de comidas y cenas de los bares que van a concurso para erigirse con el premio a la mejor creación culinaria en miniatura. Por ejemplo, el Concurso de Tapas de Zaragoza y provincia, que es el más antiguo de España, y el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas

Rutas de tapas

Son otra variante a los concursos de tapas, pues están focalizadas en un producto concreto: la ruta del atún de la costa gaditana, la ruta de las hortalizas, la ruta de la ensaladilla rusa, la ruta de la carne de retinto, la ruta de los huevos rotos, la ruta de la trufa, la ruta de las setas, la ruta del ternasco de Aragón, la ruta del jamón, la ruta de tapas de Lavapiés… Una estupenda fórmula de dar a conocer la gastronomía local o regional de forma que los visitantes prueben las propuestas de distintos cocineros.

Hoteles con planes gastro

Hay hosteleros o grupos de restauración que han captado muy bien esta tendencia y organizan estancias de semanas o fines de semana muy especiales, con menús temáticos para sorprender a sus huéspedes a diario y permitirles descubrir gastronomías exóticas que quizá no tienen tan a mano en sus lugares de origen. A veces lo acompañan con fiestas a las que han de ir vestidos o disfrazados ad hoc.

Jornadas gastronómicas

Normalmente las organizan los productores junto con las instituciones para dedicar un día o dos a mostrar sus productos, enseñar en showcookings cómo cocinarlos, debatir sobre cómo mejorar su producción, su proyección exterior o su distribución, impartir cursos sobre materias complementarias que atraigan a gastrónomos aficionados o profesionales interesados por aprender…

Degustación gratuita de materias primas en fiestas populares

No son pocos los viajeros que se desvían de su ruta por ir a una degustación que hacen en tal pueblo con parrilladas, paelladas, ranchos, ostionadas y erizadas como las que abren el pre-carnaval en Cádiz, barbacoas durante la época de la matanza del cerdo… Así que es buena idea anunciarlos en los medios con antelación para que se puedan planificar y pasar más tiempo en el municipio, pernoctar en sus hoteles, comer en sus restaurantes, etc.

Feria de productores

¿Quién no ha ido un fin de semana ex profeso a la sierra o a un pueblo perdido de la mano de Dios porque había una feria de los mejores quesos de la región, de las verduras ecológicas más frescas o de los aceites más exquisitos de la provincia, para llevárselos a granel a casa y disfrutar de su calidad más allá de la visita puntual? Pues es otro foco de atracción.

Restaurantes con Estrella Michelín o gastronómicos

La Estrella vende por sí misma y hay un segmento de nivel adquisitivo medio-alto que la busca para organizar sus fines de semana, sus comidas durante los viajes de trabajo o sus celebraciones personales. Aparte de este galardón mundial, son un buen gancho otros reconocimientos como los soles de la Guía Repsol, la lista de The World’s 50 Best Restaurants, The Best Chefs Awards o los Premios Nacionales de Gastronomía de la Real Academia de Gastronomía.

Las guías anti-michelín

Christian Millau y Henri Gault fue una pareja de periodistas que fundó la librepensadora guía gastronómica Gault/Millau, considerada la anti – Michelín, por lo menos hasta que él falleció en el año 2000. Actualmente, los lectores pueden consultar otros magazines especializados en cada provincia o a nivel nacional, para conocer las recomendaciones y reseñas de los periodistas gastronómicos, que suelen ser más independientes que los foodies invitados en calidad de influencers, porque o bien se pagan ellos las comidas o las paga su medio para garantizar la objetividad.

Las opiniones de los usuarios en Tripadvisor, Google o El Tenedor

Son plataformas muy consultadas por los viajeros cuando pretenden elegir un restaurante en una ciudad que no conocen. Sería interesante que estas redes filtraran las opiniones entre los locales y otros turistas, puesto que son los que más conocen su localidad y pueden comparar con otros establecimientos, para que los visitantes pudieran fundar mejor su criterio de selección. Porque un foodie que falla en su elección de restaurante puede convertirse en el peor enemigo de cualquier chef e incluso de todo un destino turístico.

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