Elena Horrillo · 25·junio·2025
Prácticamente desde que apareció la vida en la Tierra, se viene produciendo una carrera evolutiva entre los patógenos —ya sean virus, bacterias, hongos o priones—y el sistema inmune. En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la primera lista de patógenos prioritarios resistentes a los antibióticos, en la que se incluían las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana. Paralelamente la inmunoterapia ha experimentado avances significativos en los últimos años, especialmente en el tratamiento del cáncer, donde se ha convertido en una herramienta prometedora.
Sobre esta carrera evolutiva charlan Daniel López Serrano, doctor en bioquímica y director del grupo de biología molecular de las infecciones en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), y Almudena R. Ramiro, también doctora en bioquímica que lidera el Laboratorio de Biología de Linfocitos B en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en una nueva edición de Conversaciones con Ciencia. En ella, López Serrano reconoce que se encuentra en un mundo más pesimista, dado que su campo de estudio es la resistencia bacteriana a los antibióticos, mientras Ramiro resalta el momento tan emocionante que se está viviendo con los nuevos descubrimientos en inmunología.
“Nosotros trabajamos intentando entender la fisiología de la célula bacteriana, para saber cómo es esa célula y para identificar nuevas estrategias para matar estas bacterias resistentes, que no impliquen nuevos antibióticos, que impliquen el desarrollo o la reutilización de los ya existentes”, explica López Serrano, que señala que este es un problema cada vez más grave. “Hay bacterias resistentes a muchos antibióticos, que generan infecciones complicadas en las que hay que tomar decisiones muy rápido; no puedes estar haciendo pruebas con diferentes antibióticos… Muchas veces estás en una situación muy comprometida”, insiste el bioquímico.
Por eso, para López Serrano la investigación de Ramiro es motivo de optimismo. Estudia la respuesta de anticuerpos, pero no en un contexto infeccioso, sino durante la aterosclerosis. “La aterosclerosis es el origen de la inmensa mayoría de los eventos cardiovasculares: infarto de miocardio e infarto cerebrovascular. Hemos encontrado que hay una respuesta inmune, que los linfocitos B se activan en ese contexto y, de hecho, encontramos un anticuerpo que es capaz de proteger contra la aterosclerosis", señala Ramiro. Esto es importante porque hace años se descubrió que una enfermedad no infecciosa podía ser controlada gracias a la respuesta inmune. Esto también podría implicar que se pueda trasladar a las enfermedades cardiovasculares”, explica la investigadora.
Licenciado en Bioquímica y Biología Molecular, y Doctor en Bioquímica, realizó sus estudios postdoctorales en el departamento de Microbiología e Inmunobiología de Harvard Medical School, para luego liderar su propio laboratorio en la Universität Würzburg (Alemania). Desde abril de 2015 es científico titular del CSIC, donde dirige un laboratorio de biología molecular de las infecciones en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB). Sus investigaciones, que acaban de conseguir un 'ERC Advanced Grant' de la Comisión Europea, se centran en la organización celular bacteriana y su papel en la resistencia a los antibióticos. En 2018 obtuvo el Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica, por su contribución de inmensa relevancia biomédica y sanitaria a nivel mundial en el campo de la resistencia bacteriana a los antibióticos. .
Los proyectos, tanto de López Serrano como de Ramiro, han conseguido recientemente un 'ERC Advanced Grant' de la Comisión Europea, que apoya con 2,5 millones de euros durante cinco años las ideas que pueden revolucionar la salud y la sociedad del futuro, para que sigan realizando investigación de vanguardia. Una investigación de excelencia que cada vez está más presente en España. “Tengo la sensación de que ha crecido muchísimo el sistema científico y la ciencia en España, se nota muchísimo en cuanto a número de investigadores o de centros de investigación”, apunta Ramiro, que en 2013 fue la primera mujer en lograr el Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica, algo que su compañero López Serrano consiguió en 2018.
“Creo que ahora la ciencia española es de mejor calidad, se publica en revistas de más impacto, se hacen trabajos mucho más rigurosos, revistas muy buenas. Los institutos de investigación españoles son punteros, referentes a nivel internacional”, recopila López Serrano, que, además, señala el orgullo que supone ver que investigadores extranjeros eligen España para llevar a cabo sus investigaciones, porque consideran que es una buena apuesta de futuro. Eso sí, ambos científicos hacen un llamamiento para que se produzca un aumento de la financiación que permita a los laboratorios españoles ser aún más competitivos.
Licenciada en Bioquímica Molecular y Doctora en Ciencias. Posteriormente, se unió al grupo de Michel Nussenzweig en la Universidad Rockefeller (Nueva York, EE. UU.) como investigadora postdoctoral, para después incorporarse al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Desde 2011, lidera el Laboratorio de Biología de Linfocitos B en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), que ha logrado recientemente un 'ERC Advanced Grant' de la Comisión Europea. En 2013, fue galardonada con el Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Biomédica por sus trabajos sobre los linfocitos B, unas células encargadas de producir anticuerpos y, por ello, fundamentales en la defensa contra las infecciones.
Ambos investigadores también hablan del desánimo que pueden percibir en alguno de los estudiantes que están empezando su carrera actualmente. “Es verdad que es una carrera que implica mucha dedicación, pero a mí me parece que, en términos generales, la situación de ahora no es peor que hace 20 años, es de hecho mejor”, señala Ramiro, que quiere lanzar un mensaje de ánimo a los más jóvenes. “Lo importante es no tener miedo, si te gusta, si realmente te apetece dedicarte a la ciencia y hacer investigación, hay que mirar hacia el futuro y lanzarse sin miedo, porque las oportunidades existen”, sentencia la bioquímica.
Para López Serrano, que compara los días en los que se enfrenta a un experimento con la mañana de Reyes cuando era un niño, “es el mejor trabajo del mundo, puedes pensar y puedes llevar a cabo tus ideas, no tienes que darle explicaciones a nadie. Eres tú con la ciencia, con la verdad. Estás tú en tu proyecto, en tu pequeño mundo, y es fascinante cuando descubres algo”, comenta el científico ilusionado. Él mismo recuerda que en España ya hay un importante número de pequeñas startups, que reclutan a los investigadores, e incluso grandes empresas que necesitan investigadores de plantilla. Y eso, como él mismo explica, “es fantástico porque es ciencia al fin y al cabo”.