2.Deja el monomando siempre en posición de agua fría

Los grifos, en cuanto se dejan de usar, tienen que quedarse en posición de agua fría, generalmente el mando hacia la derecha según se mira. De este modo cada vez que los abramos evitaremos que se active el calentador o la caldera de forma involuntaria, dando así un gasto innecesario y estéril, pues la mayor parte de las veces ni siquiera llegaremos a notar el calor del agua.

3. Instala perlizadores o aireadores en los grifos

Puedes sustituir el pequeño filtro que hay enroscado al final de los grifos por un perlizador o aireador que a la vista pueden ser iguales a los que tienes ahora, pero pueden permitir ahorros del 50% en el agua consumida y, si es agua caliente, otro tanto en energía.

En la práctica, cuando abres el grifo, no notas diferencia, simplemente ves que el agua es algo más blanca, ya que se mezcla aire con ella.

Puedes comprarlos en cualquier tienda de bricolaje o ferretería y hoy en día hay gran variedad. Asegúrate que reduzcan el consumo un 50% o más. Algunos son incluso ajustables y también los hay para instalar entre la manguera y la alcachofa de la ducha.

4.Reduce el consumo de agua

Se trata de obtener lo antes posible agua caliente y a partir de ahí ir reduciendo hasta encontrar la temperatura ideal, ya que de otro modo comenzaremos a jugar con el mando o las mariposas de modo que el agua fría de un lado neutralizará a la caliente y nos enmascarará un importante gasto de agua, pues nos costará encontrar el punto deseado.

Relacionado con este punto, si vas a hacer una reforma intenta tener el aparato calentador de agua lo más cerca posible del baño, ya que cada vez que necesitas agua caliente primero tiras todo el agua que hay en el tubo, y cuanto más largo sea, más consumes.

Del mismo modo, en la ducha miraremos que nuestro mando no presente pérdidas ni tampoco la manguera de la alcachofa. Por otro lado, esta debe estar libre de calcificaciones y responder bien a la presión. Mejor si es de cara ancha, ya que así distribuye más uniformemente el agua caliente por el cuerpo y por el pelo, haciendo las duchas más cortas.

Por último, cierra el agua cuando no la uses, sobre todo si es caliente: cierra mientras te enjabonas, te echas la espuma de afeitar, etc. Siempre que puedas.

5. Si tienes un termo eléctrico, instala reloj programador

Estos dispositivos permiten controlar que un aparato sólo funcione a ciertas horas. Es interesante que el termo eléctrico se encienda sólo a ciertas horas por dos motivos:

- Si tienes una tarifa con discriminación horaria el coste de calentar el agua puede ser la mitad o menos. Si no la tienes puedes solicitarla ya que hay tarifas con precios más baratos por la noche, por la mañana o a las horas que tú elijas.

- Evitas que se ponga en marcha en momentos donde necesitas la potencia para otras cosas como la cocina, el horno, la plancha… permitiéndote incluso bajar la potencia contratada. Estos termos suelen ser de hasta 2 kW.

En el momento de usarlo no te tienes que preocupar del horario ya que cuando abres el agua caliente estás usando el agua almacenada de la noche anterior (o de otras horas del día según lo hayas programado) y no es necesario que el termo esté encendido en ese momento.

Si has de comprar un termo se recomienda siempre uno de al menos 50L por persona en casa, es preferible que sobre que no que falte y colocarlo siempre en posición vertical (si no tienes más remedio que poner uno horizontal, compra uno diseñado expresamente para ir en horizontal).

6. Instala un mando termostático, principalmente para la ducha

Estos mandos de ducha permiten ahorrar entre un 4% y un 6% de energía porque están programados para ajustarse directamente la temperatura deseada sin que andemos con manipulaciones innecesarias del agua fría y la caliente. Además, son mucho más confortables en el momento de la ducha y te permiten abrir, cerrar, o dejar un poco el agua abierta de forma más sencilla que un monomando (que tendrías que volver a ajustar).

7. Desenchufa los aparatos que tengas en posición de carga

Si tenemos un cepillo eléctrico en carga o una máquina de afeitar, de depilarnos, etc. debemos de ser conscientes que al dejarlos de ‘stand by’ cuando ya están recargados supone un cierto gasto eléctrico. Mejor estar al quite y desenchufarlos.

8. Ten una buena ventilación

Una buena ventilación del baño nos permitirá que no se acumule vapor tras la ducha y que por tanto no se empañen los espejos y nos obliguen a encender más luces de las necesarias. Obviamente, recuerda siempre dejar las luces apagadas al salir y, si usas calefactor, ten la puerta siempre cerrada.

9.Usa colores claros en las paredes y bombillas led

Este es un consejo solo aplicable en caso de reformas: procura que los azulejos, las paredes, el techo, las baldosas del suelo, etc., sean de colores claros que reflejen la luz. De este modo tendrás que encender menos bombillas. A menos iluminación artificial, más ahorro.

Además, es importante que uses bombillas led y no bombillas fluorescentes (las clásicas bombillas de ahorro de estos años anteriores) ya que normalmente entramos y salimos del baño varias veces y estamos poco tiempo en él. Las bombillas fluorescentes tardan un tiempo en dar toda su potencia de luz, cuando quizá ya hayamos acabado, y se degradan rápidamente por los encendidos y apagados.

10.Cuidado con secadores y planchas de pelo

Los aparatos que calientan son los que más consumen de modo que intenta tener el pelo lo más seco posible (con la toalla) antes de usar el secador, para requerir menos tiempo.

No olvides desenchufar la plancha del pelo ya que al no hacer ruido ni tener mucha iluminación puede olvidarse conectada fácilmente.