Para decantarse por un vehículo híbrido no solo hay que pensar en un mejor consumo de combustible. Poner la mirada más allá de la duración del tanque de gasolina evidencia conceptos muy interesantes en materia de sostenibilidad, ecología y costes de uso que conviene repasar. Porque no todo es bajar unas décimas el consumo medio, estos son los argumentos que hay que tener en cuenta:
Desarrollados por lo general de forma independiente a otros modelos, los híbridos marcan actualmente el tope más alto de ingeniería y desarrollo. Los paquetes de baterías, el depósito de combustible, una transmisión más sofisticada de lo normal y el uso de motores eléctricos por eje o incluso por rueda se protegen de choques y alcances centrándolos al máximo en los bajos la carrocería. El Niro, por ejemplo, se beneficia de una plataforma nueva en Kia, una configuración que le permite ofrecer el mismo agrado de conducción que un Kia más grande.
Los vehículos híbridos cuentan con menos elementos mecánicos susceptibles de tener que pasar por el taller y otros muchos electrónicos que pueden ser mejorados con solo una actualización de software
Aunque a los híbridos se les pueda achacar por los más puristas demasiado comportamiento programado, lo cierto es que motores, cambio y frenos funcionan en una coreografía perfecta que reduce el error hasta lo despreciable. Para prolongar la vida útil de las baterías al máximo, el sistema las mantiene siempre en el mejor rango de uso. El motor de combustión por su parte, no sufre castigos por fuertes demandas de potencia o sobre regímenes de giro, puesto que siempre se encuentra apoyado por el motor eléctrico, capaz de mantener al Niro impulsado hasta 120 km/h solo con su acción. Y éste último órgano, por su parte, tiene muy pocas partes móviles susceptibles de sufrir una avería.
Las baterías de litio, que utiliza el Kia Niro, resultan especialmente interesantes. A igualad de tamaño, son capaces de almacenar tres veces más de energía. En el crossover coreano están situadas debajo de los asientos de la fila posterior, teniendo un tamaño compacto que apenas resta espacio interior. Además, su grado de carga óptima es inexistente porque funcionan igual de bien aún sin estar cargadas por completo, y su vida útil es más larga porque acepta varios miles de ciclos de carga con una pérdida de profundidad, en términos precisos, de menos de un 80% de su carga. Cuando terminan su vida útil, estas baterías se pueden reciclar. Las cámaras de las baterías se inundan con un baño caústico que disuelve las sales de litio, que son filtradas y usadas de nuevo para producir carbonato de litio. ¡Y vuelta a empezar!
Mejor concebidos, muy atentos a cuestiones relacionadas con el peso y el uso de materiales muy valiosos e incluso a una aerodinámica completamente diferente, los vehículos híbridos tienen más valor que los convencionales a igualdad de precio. Su carga tecnológica es mayor. En el fondo, hay menos elementos mecánicos susceptibles de tener que pasar por el taller, y muchos electrónicos que pueden ser mejorados con una simple actualización de software. Y todo ello sin tener que renunciar a un abundante equipamiento de confort, subrayado este último matiz por un silencio de marcha más logrado que en un automóvil convencional.
Una legislación cada vez más restrictiva y una concienciación medioambiental más implantada en la sociedad actual son los dos principales factores para entender el progresivo abandono de los motores diésel en favor de las variantes híbridas: gasolina más eléctrico.
Leer másEl sistema híbrido de 141 CV de potencia y consumo combinado de 3,8 l/100 km se combina con un cambio automático de doble embrague que favorece una conducción más ágil y unas baterías de litio que no restan espacio interior.
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