Ricardo Arnaiz · 30 de noviembre de 2023
Cuenca da para mucho. Y no solo porque su ciudad ofrezca un amplio patrimonio cargado de atractivos culturales y gastronómicos, sino porque basta con echar un ojo a sus alrededores para descubrir que sus cercanías están plagadas de auténticas maravillas naturales e históricas. Tanto si queremos sumergirnos en un auténtico pulmón verde plagado de bosques, ríos y fauna, como si buscamos viajar al pasado romano de Castilla-La Mancha, Cuenca y su provincia pueden ser el lugar que andábamos buscando.
En las cercanías de la ciudad castellanomanchega podemos darnos un verdadero baño de naturaleza con solo acercarnos a conocer su Serranía, hogar además de la Ciudad Encantada, el parque geológico del que seguro has oído hablar, y El Hosquillo, donde nos espera un buen número de especies animales silvestres. Experiencias que combinan a la perfección con Noheda, un yacimiento arqueológico romano, y Segóbriga, un Parque Arqueológico romano de los más importantes de la península. Todo este legado romano continúa en Ercávica y Valeria, y en las minas romanas de lapis specularis, como por ejemplo la de La Condenada, que dan sentido a toda esta presencia de Roma tan potente en esta parte de Hispania.
Con estas premisas, ya tienes motivos de sobra para completar un viaje que te llevará mucho más allá de las famosas Casas Colgadas. Así que toma nota, porque en los alrededores de Cuenca hay mucho por descubrir.
El Parque Natural de la Serranía de Cuenca es el claro ejemplo de que, si vas buscando verde, en la provincia conquense tienes para hartarte. Aquí pasearemos entre extensos pinares naturales de enorme valor forestal, así como por bosques eurosiberianos de tilos, acebos y tejos. Su alta biodiversidad hace que sea refugio de diferentes especies protegidas y que tengamos ante nosotros un verdadero paraíso natural con el que olvidarnos de todo lo demás.
El parque cuenta con una red de senderos que contiene 11 rutas, todas ellas señalizadas, de diferentes niveles de dificultad. Eso sí, nunca debemos pasar por alto puntos de interés como la laguna de Uña, el valle del río Escabas, el nacimiento del río Júcar, la laguna de Tobar o el ventano del Diablo y los cortados del Júcar. La Serranía también incluye la Ciudad Encantada y el parque cinegético del Hosquillo, que merecen una mención aparte.
Cuenca en otoño - © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
La Ciudad Encantada es para la Serranía de Cuenca lo que las Casas Colgadas son para la ciudad de Cuenca. Es decir, su cara más conocida. Un espacio natural caracterizado por sus curiosas formaciones rocosas esculpidas durante siglos por la acción del agua, el viento y el hielo. Y no son piedras erosionadas sin más, sino que aquí podemos jugar a distinguir figuras humanas, de objetos, de animales y de todo lo que ofrezca nuestra imaginación.
Se encuentra a solo veintiocho kilómetros de la ciudad de Cuenca y no habremos completado la visita hasta que no podamos decir que hemos encontrado en este bosque de quejigos, sabinas, enebros, boj y zarzamoras las formaciones rocosas de los Barcos, el Perro, el Mar de Piedra, el Puente Romano, la Foca, los Osos, el Tobogán, los Amantes de Teruel, los Hongos, el Convento o la Tortuga. Nos dé la imaginación para todo esto o no, aunque sea por el agradable paseo que implica la Ciudad Encantada ya tenemos la visita justificada.
Una formación rocosa de la ciudad encantada en el parque natural de Cuenca - © iStock | Jose Miguel Sanchez
El Hosquillo nació como un Parque Cinegético Experimental allá por 1964 y hoy es un valle de gran belleza donde encuentran cobijo numerosas especies de fauna y flora. En su día tuvo una función de granja para repoblar cotos de caza con especies como el ciervo, el gamo, la cabra montés, el corzo, el muflón y el jabalí, pero hoy es un parque visitable.
De ese modo, El Hosquillo alberga un gran número de especies de la fauna española y diferentes ecosistemas como lobos, zorros, gamos, corzos y jabalíes, pero también desde hace unos cuarenta años los osos componen una de las estampas más características del parque. El Centro de Interpretación de Las Majadas da la bienvenida a los visitantes y desde allí salen diferentes microbuses que nos llevan al interior, donde nos esperan diferentes y atractivas rutas turísticas.
Osos en el Hosquillo - © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Quizá no lo sepas, pero Cuenca atesora el mosaico figurativo más espectacular de todo el Imperio Romano. Para saber de lo que estamos hablando hemos de acercarnos al yacimiento de Noheda, una villa romana de los siglos I a.C.-VI d.C. ubicada a apenas dieciocho kilómetros de la ciudad de Cuenca. Lo que aquí veremos son los restos inmuebles de una villa romana de la que se han documentado varias habitaciones de lo que sería parte de un edificio suntuario de un complejo rural tardorromano.
En 2008 se excavó al completo el enorme triclinio o comedor, de 290 m2, donde se encontraba el famoso mosaico. Pero para comprender como es debido el yacimiento de Noheda contamos además con un Centro de Interpretación que nos acerca tanto al mundo romano en general como a la villa y sus mosaicos en particular. Siempre resulta interesante conocer cómo podría ser el día a día de un romano en este tipo de espacios, y aquí lo veremos con nuestros propios ojos.
Yacimiento de Noheda - © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Y para seguir viajando por el legado romano conquense, nada mejor que acercarse a descubrir Segóbriga, a menos de 50 minutos de la ciudad castellanomanchega. Este yacimiento arqueológico es uno de los más importantes del país y en él están presentes todos los edificios públicos de las urbes romanas clásicas, algo que podemos ver a la perfección al no haberse construido ninguna otra ciudad encima de ella.
Segóbriga puede presumir de haber albergado un gran anfiteatro, un teatro, termas públicas, templos y mercados, y hoy también podemos ver su acueducto, su necrópolis, su foro, su acrópolis, su circo y su muralla, entre otros restos arquitectónicos. Un Centro de Interpretación nos recibe para contarnos su historia y su importancia en la península ibérica romana, así como para mostrarnos los materiales arqueológicos más importantes hallados en el yacimiento, entre los que destacan esculturas e inscripciones, monedas, cerámicas y objetos metálicos.
Anfiteatro de Segóbriga - © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez