Entender la salud como motor de desarrollo desde un enfoque de defensa y promoción de los Derechos Humanos, fomenta el cambio social necesario para abordar las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. Que el Derecho a la Salud sea ejercido por todas las personas necesita de intervenciones que buscan cambios sustanciales en las condiciones de vida de las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. Este ha sido el objetivo de Anesvad a lo largo de sus 50 años de existencia y lo ha perseguido poniendo en marcha proyectos de Acción Social, Salud Comunitaria, Salud Materno-Infantil, Salud Sexual y Reproductiva y Enfermedades Tropicales Desatendidas. Desde hace 3 años la lucha contra la úlcera de Buruli, la lepra, el pian o la filariasis linfática, enfermedades olvidadas de la piel son su foco de trabajo exclusivo.
La lepra es una enfermedad curable y, sin embargo, cada año se detectan más de 200.000 nuevas infecciones en el mundo. Es una de las principales causas de discapacidad en el mundo y en estadios avanzados limita la movilidad y el pleno desarrollo de las personas. Los síntomas pueden tardar hasta 20 años en aparecer y afectan principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos.
La isla de los muertos vivientes, así era conocida Cuilón, la mayor colonia de personas con lepra del mundo, cuando Anesvad llegó a la isla filipina en 1972 de la mano del jesuita Javier Olazábal. A partir de 1987, la atención sanitaria a las personas enfermas consistió en aplicar tanto el innovador tratamiento de cura ‘Multi Drug Therapy’, como el test de diagnóstico ‘Enzyme Linked Immuno Sorbent Assay’ (ELISA). En 1988 el Gobierno de Filipinas declara la isla de Culión territorio libre de lepra. Anesvad llevó el tratamiento MDT a otros países donde la enfermedad estaba muy presente como en China, Camboya o Ecuador.
Actualmente, India acapara el 56% de los nuevos casos de lepra registrados en todo el mundo. Entre 2007 y 2017, Anesvad invirtió en el país cerca de ocho millones de euros en 49 proyectos, entre ellos Mobby: una iniciativa pionera de emprendimiento social para fabricar un calzado especial que ayuda a prevenir malformaciones y permite a las personas afectadas de lepra, tanto las que presentan la infección activa como aquellas ya curadas con secuelas, recuperar su libertad de movimiento.
** Datos de India durante el periodo 2007-2017 * Sobre el 87% de los fondos
Se calcula que hay unos 4,5 millones de víctimas de explotación sexual en el mundo, de las que el 90% son niñas, una grave violación de los Derechos Humanos que mueve al año 35.000 millones de dólares y que deja graves secuelas físicas y mentales en las supervivientes.
Después del tráfico de drogas y el comercio ilegal de armas, la trata de mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual es el tercer mayor negocio generador de ingresos del mercado negro. Se calcula que en Tailandia hasta 300.000 mujeres pueden ser traficadas cada año. Desde la llegada de Anesvad en 1995, se han llevado a cabo un total de 23 proyectos, con una inversión de 2,9 millones de euros. Para dar una respuesta integral a un problema que supera fronteras en el sudeste asiático, Anesvad participa en el programa regional de colaboración entre ONGs ‘Alliance Anti Trafic’ (AAT).
Así es posible trabajar directamente con las supervivientes, cubriendo todo el proceso de atención y asistencia, desde la protección hasta la repatriación y reintegración en sus comunidades de origen. A nivel global, Anesvad ha luchado contra este tipo de esclavitud del siglo XXI a través de 266 proyectos en 11 países de Asia y América Latina, trabajando por una parte en la sensibilización, la prevención y la educación para acabar con esta lacra; y por otra para paliar las consecuencias de la misma.
** Datos de Laos durante el periodo 2007-2017 * Sobre el 89% de los fondos
Las carencias en salud que sufren millones de personas en el mundo son una violación de los Derechos Humanos. La salud es un Derecho Humano inalienable y su realización debe hacerse efectiva para avanzar en la senda del desarrollo, porque la falta de salud es una causa y consecuencia directa de la pobreza. La salud no debe ser entendida solo como una ausencia de enfermedad, sino como un completo estado de bienestar físico, mental y social que favorece el desarrollo y el progreso de las sociedades. De este modo, invertir en salud es invertir en una sociedad más justa y equilibrada y así nadie deberá elegir entre una buena salud y otras necesidades vitales.
Entender la salud como un derecho fundamental, inalienable e inherente al ser humano. Desde 1996, el trabajo de Anesvad se enfoca hacia la justicia social: si la falta de salud es causa y consecuencia de la pobreza, el reto es revertir esta situación para que las comunidades sean protagonistas de su desarrollo.
En Perú, la privatización y el empobrecimiento del sistema público de salud han llevado al país a una crisis sanitaria. Son alarmantes los índices en adolescentes de embarazos, abortos y mortalidad materna.
Anesvad, presente desde 1996, busca una cobertura sanitaria universal y de calidad tras 67 proyectos y una inversión de 7,6 millones de euros. En la última década se han construido y rehabilitado 36 centros de salud, se han instalado casi 780 letrinas y se ha puesto en marcha el ‘Aedes Alert’, un novedoso sistema de control del mosquito aedes aegypti, transmisor de enfermedades febriles (dengue, zika y chikungunya) que pueden tener graves complicaciones y secuelas.
** Datos de todas las intervenciones en Perú durante el periodo 2007-2017 * Sobre el 86% de los fondos
Una de cada seis personas en el mundo sufre una enfermedad de la que no has oído hablar. La úlcera de Buruli, el pian o la filariasis linfática son enfermedades desconocidas o dadas por desaparecidas para la gran mayoría de personas en los países desarrollados. Sin embargo, estas Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) afectan de manera determinante a las condiciones de vida de las poblaciones en situación de vulnerabilidad en países de África Subsahariana.
2015 marca el inicio de una nueva etapa para Anesvad: estar junto a las personas más olvidadas, las que sufren enfermedades que no importan a nadie y viven en los contextos más vulnerables. Cuatro países de África Subsahariana centran la acción de Anesvad en la lucha contra las Enfermedades Tropicales Desatendidas de Manifestación Cutánea. Aunque la mayoría de veces no son mortales, las ETD sí que provocan secuelas físicas, mentales y sociales de por vida, incapacitando a las personas enfermas (más de mil millones de personas en todo el mundo) para siempre.
Se trata de la lepra, la úlcera de Buruli, el pian o la filariasis linfática de entre las 20 reconocidas por la OMS. La mitad de esos mil millones se concentra en África. Anesvad acumula ya más de 240 proyectos, concretamente en Benín, Togo, Costa de Marfil y Ghana. La OMS quiere controlar, eliminar y erradicar alguna de estas enfermedades en 2020 y Anesvad se suma a la causa trabajando junto a los Ministerios de Salud, organizaciones locales, organizaciones internacionales, institutos de investigación y universidades.
* Proyectos en ejecución actualmente en los 4 países de intervención de África Subsahariana: Benín, Costa de Marfil, Ghana y Togo.