ANESVAD
Contribuyendo a cambiar vidas

Las historias de los verdaderos protagonistas

Mercy, Manisha, Rahul o Beatriz. Son muchas las personas y serán muchas más porque, después de medio siglo de lucha por el Derecho a la Salud, Anesvad sigue apoyando a miles de personas enfermas en las comunidades más olvidadas del mundo. Sus historias demuestran que, con trabajo, esfuerzo y compromiso, se pueden cambiar las cosas. Este es el viaje de Anesvad contado por sus grandes protagonistas.

Historias de la lucha contra la lepra

Cuando el padre de Manisha enfermó, fueron los voluntarios del Programa LEAP (Programa Activo de Eliminación de Lepra) quienes le ayudaron. Una iniciativa de atención integral para las personas afectadas en India, que Anesvad apoya desde 2005 junto con la ONG local Alert India en el estado de Maharashtra. Manisha sintió el deber de colaborar con su comunidad y, tras convertirse en voluntaria, ayudó a que su cuñada fuera diagnosticada y tratada de lepra: “Una persona más que se curará”, asegura Manisha.

Así pasó con Rahul que, tras completar un tratamiento antibiótico de 12 meses, hoy es un caso curado de lepra, sin deformidades ni discapacidades. La lepra daña el sistema nervioso de manera progresiva e irreversible si no se detecta a tiempo y se trata con los antibióticos necesarios.

Alert India, en colaboración con Anesvad, también proporciona prótesis a los y las pacientes que sufren deformidades en las manos para ejercitar los músculos y recobrar la fuerza y la movilidad. A la red de centros sanitarios especializados en lepra, con servicios de calidad gratuitos subvencionados por los gobiernos para las personas afectadas, el Programa LEAP también trabaja en la educación y sensibilización para disminuir el estigma social vinculado a esta enfermedad, en la sensibilización para la prevención de casos y aumentar los diagnósticos precoces (claves en la lucha) y en la formación de personal sanitario.

Lucha contra la lepra - India
Lucha contra la lepra - India
Lucha contra la lepra - India
“Morir en el parto no es aceptable”

La labor de las parteras tradicionales en contextos de pobreza y vulnerabilidad es vital para asegurar el derecho de toda mujer a recibir la mejor atención posible, durante el embarazo y el parto. El primer informe sobre el Estado de las Parteras en el Mundo de 2011 confirmó que el déficit mundial de parteras cualificadas era de unas 350.000. El distrito de Akatsi, en Ghana, es un ejemplo de ello. Muchas de las mujeres no tienen acceso a atención sanitaria especializada y suelen parir en casa, sin agua potable ni luz, y donde una pequeña complicación puede ser fatal.

Junto con la ONG local Care Net Ghana, Anesvad ha formado a más de 100 parteras tradicionales en aspectos médicos fundamentales. “Hemos aprendido a lavarnos las manos antes de atender a una mujer a punto de dar a luz” explica Mercy Abuku, una de las mujeres que ha recibido formación gracias a este proyecto.

Abuku ya dispone de un kit básico para una mejor atención. “Ahora sabemos qué podemos y qué no debemos hacer, y nos sentimos más respetadas por nuestras comunidades. Antes pensábamos que si a la embarazada se le hinchaban los tobillos es que esperaba un niño, ahora sabemos que puede ser preclampsia y la derivamos al centro de salud más cercano”.

Las madres también han aprendido a cuidar mejor de sus bebés, gracias a programas nutricionales, de vacunación y control del peso; el resultado: cada vez menos niños y niñas mueren en sus primeros 5 años de vida.

Morir en el parto no es aceptable
Morir en el parto no es aceptable
Morir en el parto no es aceptable
Mujeres: trata y violencia machista

100 euros. Por ese precio se puede comprar una esclava sexual en Tailandia. La trata de seres humanos es la esclavitud del siglo XXI, un delito que anula todos los derechos de la persona, corrompiendo también su integridad física y emocional. La trata convierte a la persona en mercancía y eso tiene graves consecuencias en la salud. “Mi hermana y yo fuimos vendidas en Tailandia y explotadas durante más de 4 meses”, este es solo uno de los miles de testimonios escuchados por el equipo de Anesvad desde 1995. Sus esfuerzos contra esta lacra han permitido llevar a cabo 266 proyectos en 11 países de Asia y América Latina, trabajando por la protección a las víctimas en coordinación con otras entidades.

Cristina y Beatriz también se beneficiaron de la cooperación entre Anesvad y el Consejo de Salud Rural Andino (CSRA) para formar parte del proyecto de Salud Sexual y Reproductiva en Bolivia. “He sido víctima de la violencia machista y ahora sé que tengo derechos y dónde acudir cuando necesite ayuda”, afirma Cristina, que fue maltratada por su marido y ahora cuenta con la asistencia y el asesoramiento de un servicio integral que, desde su creación, duplicó las cifras previstas de mujeres atendidas en servicios de orientación y denuncia.

Mujeres: trata y violencia machista
Mujeres: trata y violencia machista
Mujeres: trata y violencia machista