Trump

Las medidas de Trump
que están ahogando a Palestina

#1

El traslado

Una amenaza política

Estados Unidos, el mayor donante que tenía la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), anunció la congelación definitiva de su contribución a la Agencia el pasado mes de septiembre. Se trata de una decisión que nada tiene que ver con el trabajo de la organización, sino que está motivada por una cuestión política que dicta el gobierno del presidente Donald Trump.

En diciembre, el mandatario norteamericano reconoció a Jerusalén como capital de Israel. Un gesto que se transformó en hechos el pasado mes de mayo cuando cumplió su promesa de trasladar la embajada estadounidense desde Tel Aviv hasta la citada ciudad. No se trata de un enclave cualquiera, sino de una urbe que constituye un territorio dividido y legalmente repartido entre la sociedad palestina en Jerusalén Este y la israelí en Jerusalén Oeste.

Esta decisión de ocupación o reconocimiento unilateral de Jerusalén como capital por parte de Israel es contraria al derecho internacional. Pero más allá de eso, supone una amenaza política que disminuye las esperanzas de alcanzar una solución justa y definitiva, y que entorpece el objetivo de reunificación del territorio palestino de una manera ecuánime y digna con Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este.

El varapalo que ha supuesto el bloqueo de la financiación de Estados Unidos a la UNRWA constituye una decisión sin precedentes que pone en riesgo la vida de más de cinco millones de refugiados de Palestina a la espera de una solución justa a su situación, durante siete largas décadas.

#2

La educación y la sanidad
en peligro

El varapalo de Trump

Esta medida impulsada por Trump hizo tambalear el futuro de las más de 700 escuelas de educación básica que gestiona la Agencia destinadas a 525.000 niños y niñas. Pero también puso en riesgo a los 145 centros de salud que atienden 10 millones de visitas anuales, o al 80% de la población en Gaza, que depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir.

Esta crisis vivida por UNRWA afectó de manera especial durante el comienzo del curso escolar, debido a que los centros educativos de Gaza, Cisjordania -incluida Jerusalén Este-, Líbano, Jordania y Siria sólo tenían fondos para seguir abiertos un mes. Unas circunstancias que, finalmente, se han subsanado gracias a la puesta en marcha de una campaña internacional urgente que ha conseguido recaudar fondos, por ahora, se ha logrado paliar el grave déficit financiero que sufría la entidad.

Muna

En las últimas semanas, mi mayor miedo ha sido que mi escuela cerrara y no lográramos terminar el año escolar. Me preocupaba también mucho que UNRWA tuviera que cerrar sus clínicas de atención primaria, porque mi familia las necesita. Ahora parece que la situación es menos dramática y que la escuela sigue adelante por el momento”. Quien habla es Muna Hammad, una niña que sabe que su vida y su futuro serían muy diferentes si no hubiera existido un colegio de educación primaria de chicas de la UNRWA a poca distancia del domicilio de su familia, en el campo de refugiados de Amari, establecido en 1949 entre Ramallah y el muro de separación construido por Israel en torno a Cisjordania.

Los recortes de Trump han puesto en riesgo la apertura de 700 escuelas de educación básica y de 145 centros de salud que gestiona UNRWA
#3

Los sueños de Muna

La escuela, un impulso a su futuro

En este contexto, la escuela supone un soplo de oxígeno y futuro tanto para Muna, “una alumna brillante”, según define la directora, Arwa Salem, como para el resto de estudiantes.

En momentos difíciles, Muna también ha encontrado allí un apoyo fundamental. Como el que atravesó cuando diagnosticaron cáncer a su madre y que afectó a su comportamiento y rendimiento académico. Una recaída que superó con apoyo familiar y del profesorado, que la animaron a presentarse a las elecciones escolares, de las que salió elegida en el consejo de alumnos.

Su madre se está recuperando y la estabilidad ha regresado poco a poco a la familia. El rendimiento de Muna en la escuela es satisfactorio y la chica es ya un miembro activo en su comunidad: participa en una asociación de lucha contra el cáncer, en la que organiza maratones, campañas de lucha contra la enfermedad y actividades con niños y niñas con cáncer.

Muna en la escuela

Muna se esmera en alcanzar sus aspiraciones, aunque reconoce que el mayor obstáculo para convertirse en la mujer que quiere ser no está en su familia, ni en la sociedad palestina sino en los límites impuestos por la ocupación israelí.

Para mí, la ocupación es salir de casa y no saber cómo está la carretera, si los soldados israelíes cerraron algún acceso o si hay enfrentamientos. La ocupación es sentir ese miedo siempre y saber que no puedes visitar a la familia que está en Jerusalén o cerca de Tel Aviv”, expresa.

Aun así, esta joven lo tiene claro y mira hacia un futuro en el que sueña con ser ingeniera eléctrica, con viajar y conocer el mar.

La ocupación es sentir miedo siempre
Muna Hammad