Por Elena Horrillo · 21 de noviembre de 2022
Vistas de la ciudad de Toledo | © Nicolas Postiglioni, Pexels
Las plazas existen desde la prehistoria, cuando las chozas se construían en círculo y ese espacio central era el núcleo de la vida comunitaria. Y aunque no han dejado de evolucionar —el ágora griega, el foro romano, el zoco musulmán—, las plazas son siempre epicentro de los lugares donde vivimos y también de los que visitamos. Por eso, recorremos algunas de las más hermosas, históricas y singulares de Castilla-La Mancha para conocer una parte única de esta comunidad.
Esta plaza, rectangular y de estilo renacentista, nació en el siglo XV cuando el cardenal Mendoza decidió derribar parte de la muralla buscando un espacio para el mercado; de ahí su galería porticada para guarecerse de la lluvia. Según los lugareños, su belleza es tal que unos americanos quisieron comprarla para llevársela piedra a piedra a Estados Unidos.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Conocida también como plaza del Mercado o de don Bruno Pascual Ruilópez, la Plaza del Trigo es el corazón de Atienza. Su arquitectura tradicional la convierte en una de las más bellas de Castilla-La Mancha, con sus fachadas enfoscadas de cal, sus vigas y pilares vistos, y todas con soportales.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Citada en el Viaje a la Alcarria de Camilo José́ Cela, esta plaza consta de un gran espacio cuadrado de 150 metros, lindando con la imponente fachada renacentista del Palacio Ducal, proyectado por Alonso de Covarrubias a petición de Ana de la Cerda, la abuela de la princesa de Éboli.
Imagen: © JJFarquitectos | iStock
El protagonismo de esta plaza se lo lleva la porticada Casa Consistorial renacentista, el edificio más representativo y hogar del Museo de obra gráfica de la Fundación Antonio Pérez, con obras de Saura, Feito o Lucebert.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Los balcones y los soportales sostenidos por columnas que enmarcan el Ayuntamiento son una muestra de las construcciones típicas de la Serranía de Cuenca que tan presente se encuentran en esta bellísima plaza.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Presidida por grandes arcos y soportales, aquí se encuentran el Ayuntamiento y la Iglesia de San Juan Bautista, edificio de estilo románico que hoy alberga el Centro de Arte Pintura Mural de Alarcón Jesús Mateo.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Esta plaza rectangular del siglo XVIII está rodeada por los contrafuertes, el ábside y la torre de la iglesia de Santa María del Salvador mientras al sur está el Casino, con su galería acristalada, y la torre del reloj. Presidiendo la plaza vemos el Ayuntamiento, de fachada barroca, y el medallón de Carlos III.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Custodiada por dos torres renacentistas, la de la iglesia y la del Tardón, esta monumental plaza se abre sobre el saliente de la plazuela de la Trinidad. Su bellísima arquería sustenta el Ayuntamiento, la Lonja del Corregidor y la Regatería.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Esta hermosa plaza llama la atención por su forma rectangular con balcones volados de madera. Una vista detallada muestra, en una esquina, el escudo del Papa Inocencio XI y, en el centro, una fuente de principios del siglo XX.
Imagen:Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Conocida también como plaza del Mercado o de don Bruno Pascual Ruilópez, la Plaza del Trigo es el corazón de Atienza. Su arquitectura tradicional la convierte en una de las más bellas de Castilla-La Mancha, con sus fachadas enfoscadas de cal, sus vigas y pilares vistos, y todas con soportales.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Epicentro de Tomelloso, es hogar del Ayuntamiento y de la antigua e intacta Posada de los Portales, albergue de viajeros y caballerías hasta los años 70. En su fachada destacan las peculiares galerías de balaustres torneados, al estilo de los corrales de comedias. Por si fuera poco, aquí mismo están la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora y el Casino.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Se trata de una bella y singular plaza empedrada, rectangular y con balcones voladizos de madera, cuyo protagonismo lo cobra la iglesia barroca del Santísimo Cristo del Valle: un inmenso cubo custodiado por cuatro torres y una enorme cúpula.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, esta plaza barroca se comenzó a construir por orden de Carlos III es la tercera más grande de España. De planta casi cuadrada, tiene 18 arcos en los lados mayores y 17 en los menores y consta de 70 pilares de sillería almohadillada, arcos de medio punto de ladrillo y unas bellísimas galerías cubiertas.
Imagen: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Ejemplo típico de plaza toledana con soportales, su pieza central la constituyen la fachada principal y la fachada conocida como "el paseo". Frente a la Iglesia, en la cara este, se sitúa el antiguo Hospital de San Lorenzo.
Una de las plazas más pintorescas, emblema del barroco popular del siglo XVII. Sigue el esquema de los corrales de comedias ya que albergaba espectáculos mayoritariamente taurinos. Hoy sigue siendo el corazón del pueblo y por su belleza y autenticidad es parada casi obligada en el viaje por tierras castellanomanchegas.
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