La guía está elaborada a modo de manual práctico y tiene como destinatarios fundamentalmente a padres y madres, para reforzar su rol en la lucha contra el acoso. Se articula en torno a cuatro grandes apartados: entender, conectar, prevenir y actuar, y para cada uno de ellos se ofrecen recomendaciones y actuaciones concretas para tratar con el acoso. Este fenómeno afecta a un número indeterminado del alumnado (se habla de una horquilla de víctimas de entre el 0,02% que recoge la Inspección Educativa y el 5% que calcula el Observatorio Estatal de Convivencia Escolar) y, según recuerdan los expertos, cualquiera puede ser acosador o acosado.
Primera y fundamental parte, explica UNICEF. “Hay que ver a través de sus ojos, solo poniéndonos en su piel comprenderemos cosas impensables para un adulto”, relata la guía. Para ello, se recomienda comunicarse, escuchar e “invitarles a participar en todo lo que afecte a la familia”.
En este apartado, y mirando específicamente al fenómeno del cyberbullying (el acoso a través de internet y las redes sociales, en concreto), la ONG explica que a los padres les puede irritar y frustrar que sus hijos dediquen tanto tiempo a sus teléfonos móviles, ordenadores o tabletas, pero recuerda que para ellos es la realidad con la que han crecido y un entorno natural de expresión y apertura al mundo, y recomienda en vez de enfadarse contemplar la tecnología como un vehículo de acercamiento y educar en su uso, estableciendo reglas incluso (un límite de tiempo de uso, por ejemplo) si es necesario.
La continuación natural del apartado anterior. Una vez entendido su mundo, conectar con los hijos abrirá las puertas de una comunicación fluida. Nadie dice que sea tarea fácil, pero UNICEF ofrece algunas posibles aproximaciones a través de la experiencia de años tratando el asunto.
Para ello, la guía recuerda que los hijos tienen vida más allá del colegio. “Habla con ellos de temas no relacionados con la escuela, es importante que vean que no solo los estudios cuentan”, asegura la guía. Para ello, escuchar sus gustos, conocer sus preferencias o compartir vivencias, tanto hablando de uno mismo como realizando actividades juntos, crea vínculos. Para eso, UNICEF propone tener en cuenta los intereses de los hijos a la hora de planificar el ocio o incluso “hacer un poco el tonto” para dejarles ver “otras facetas de sus padres”.
A la hora de evitar que el acoso se dé antes de que suceda, la educación es fundamental. No por obvio conviene dejar de recordarlo. Sobre todo, en el mundo virtual, donde, recuerda UNICEF, abundan los contenidos falsos, nocivos o incluso ilícitos. “Es importante educarles en el uso correcto, sumergirnos con ellos en las redes” y advertirles contra estos contenidos que circulan por internet.
A la hora de detectar si nuestro hijo está sufriendo algún tipo de acoso, la guía ofrece algunas pistas que podrían ser indiciarias de la cuestión. A nivel escolar, empieza la guía, el absentismo puede ser una señal de alarma. “Baja su rendimiento o muestra desinterés por el colegio (…), deja de participar en su grupo”, describe UNICEF.
A nivel personal, la baja autoestima y culpabilidad, que evite a sus amigos o a adultos, que pida dinero “constantemente” o cambios bruscos “en la alimentación, el humor o en el uso de las redes sociales” pueden ser pistas a tener en cuenta. El pánico, miedo a la soledad, insomnio o, “en un nivel más extremo”, las lesiones físicas o la pérdida de objetos (ropa, tecnología) también son posibles indicadores.
UNICEF es consciente de que “estos síntomas personales, especialmente los psicológicos, son difíciles de interpretar”. Y entronca con los dos apartados anteriores para recomendar una comunicación más fluida con los hijos y, llegado el caso, “no dudar en contar con el apoyo de profesionales”.
La guía ofrece en este apartado algunos consejos para prevenir el acoso, que “no será fácil, pero tampoco imposible”. Habla UNICEF de cuidar la (fomentando los vínculos afectivos o sabiendo detectar y rechazar las relaciones tóxicas, que destruyen la autoestima); de trabajar la apertura a la diversidad para que los niños asuman “la diferencia como riqueza y que no se convierta en motivo de exclusión y de involucrar a los niños “como parte activa” de la comunidad, fomentando su participación en los espacios donde convivan".
El último paso, ya en el lado de la reacción. UNICEF ofrece recomendaciones útiles “si tu hijo se ve involucrado en un incidente con el acoso o el ciberacoso”.
La primera, en línea con las actuaciones anteriores, es escucharle: “Habla con él sobre sus sentimientos y su día a día”. Potenciar su confianza en sí mismo para que no se sienta culpable, ponerse en marcha sin mayor dilación una vez conocido el incidente y comunicárselo “oficialmente al colegio” serían los siguientes pasos a seguir.
UNICEF también recomienda valorar si es necesaria la asistencia sanitaria, física o psicológica, así como pedir ayuda profesional. A este respecto, el Ministerio de Educación pone a disposición de todos los ciudadanos un teléfono gratuito (900 018 018), confidencial, anónimo, operativo las 24 horas, y atendido por psicólogos apoyados por trabajadores sociales y abogados.