La vie est belle en el valle del Loira

Por Elisabeth G. Iborra
El Valle del Loira es una zona protegida de la Unesco con cientos de castillos, 22 de ellos considerados Grands Sites du Val de Loire

El Jardín de Francia es una zona protegida por la Unesco con cientos de castillos entre jardines y bosques como el de Orléans y una exquisita enogastronomía propia de la realeza.



De realeza y señorío versa este viaje por el Valle del Loira, una zona protegida por la Unesco donde se concentran cientos de castillos, pero sólo 22 tienen la consideración Grands Sites du Val de Loire. De los seis departamentos que los acogen, empezamos por Orléans, la capital del Departamento del Loiret y por cuyo río Loira viajaban las mercancías, desde especias venidas de Latinoamérica pasando por vinos de la región.



A solo 33 km en coche de Orléans, en el medio del llamado ‘granero de Francia’, en un lugar estratégico como Chilleux aux Bois, se sitúa el Chateau de Chamerolles, que empezó siendo una fortaleza en el s.XII pero fue transformado en castillo en el s.XV, inspirándose en los palacios italianos del Renacimiento, y fue remodelado como Museo del Perfume. En él se escenifica la vida de la alta alcurnia en sus habitaciones, donde se hacía de todo, desde trabajar hasta bañarse.



Porque sí, los franceses se bañaban. En un principio se podían pasar hasta 3 horas en agua con perfume, pues se consideraba mejor que echarlo en la piel. Pero luego ciertos investigadores, al realizar las primeras disecciones humanas, hicieron creer a la burguesía y a la realeza que, si se bañaban, los poros se cerraban al contacto con el agua y les recomendaron la limpieza en seco, es decir, frotándose y echándose perfumes para esconder los olores, cambiando de ropa muchas veces al día… Lo más gracioso es que el rey Luis XIV se bañó por este motivo una sola vez en su vida mientras que los campesinos, ajenos a estas pijadas, se seguían bañando todos los días en el río. Por suerte, en el s.XVIII se les pasaron las tonterías y volvieron a bañarse, sin dejar de lado los perfumes, que se creaban mezclando esencias diferentes según el estado de ánimo con el que se hubieran despertado esa mañana.



Se puede dar un plácido paseo por el Loire en los barcos tradicionales ‘L’Aigrette’ o ‘Sterne’

Jardines y bosques regados por el río salvaje

Imprescindible visitar los jardines del castillo, que son unos de los muchos que le han valido a la zona el alias de Jardín de Francia. 35.000 hectáreas de jardines que sirvieron de escondrijo para los buenos durante invasiones y guerras mundiales, pero también para bandidos y ladrones que asaltaban a los comerciantes.



Y en sólo 46 km nos plantamos en Sigloy/Saint Benoit sur Loire, donde puedes dar un plácido paseo por el Loire en los barcos tradicionales ‘L’Aigrette’ o ‘Sterne’, recreados en madera por Bruno y Jean-Philippe, los propulsores de “Passeurs de Loire”. En el barco puedes llevarte el picnic tú mismo o pedir que te encarguen pudines de pescado del río con verdura fresca y quesos típicos, que se cuentan entre las cinco Denominaciones de Origen del Valle del Loira: Crottin de Chavignol, Sainte-Maure-de-Touraine, Pouligny-Saint-Pierre, Selles-sur-Cher y Valençay. Puedes visitar Plou et fils, bodega familiar en las cuevas llamadas troglos, y, en el pueblecito de Benoît sur Loire, cenar en Le Restaurant "Grand Saint".



El impresionante castillo de Chambord, de cuento de hadas, ha sido escenario para películas y cantidad de actividades culturales

La cerámica de Gien en pleno proceso de pintado a mano

Con la tripa bien llena seguimos hacia Gien, la Villa conocida por su famosísima y prestigiosa fábrica de loza homónima. La Faïncerie de Gien, fundada en 1821 por el inglés Thomas Hall, continúa con la tradición en algunas piezas, si bien han contratado a diseñadores actuales que han conseguido que sus vajillas se cuenten entre las más vendidas del mundo.



A 28 km de Gien, puedes alojarte en Hotel Boutique Burguevin de Sully sur Loire, cuyo Château de Sully-sur-Loire apenas cabe en el objetivo de la cámara dadas sus dimensiones y las del inmenso paisaje que le rodea. Claro que para castillo, el de Chambord, de cuento de hadas y que, por descontado, ha sido escenario para películas y cantidad de actividades culturales desde que el rey más elegante y alto de Francia, Francisco I, lo construyera al principio del Renacimiento, con la ayuda de Leonardo Da Vinci, amigo suyo hasta la muerte. Ésta le impidió acabar los planos arquitectónicos de la originalísima escalera de caracol de cuatro tramos, que era su proyecto. No intentes entenderla hasta que no vayas y subas a la terraza con las vistas a todo el bosque de la Sologne, que siempre fue y sigue siendo el coto de caza privado de los reyes o presidentes franceses.



De Chambord a St Dyé sur Loire sólo hay 36 km y llegamos justo a la hora de comer al mejor sitio posible, Bourriche aux appétits, antes de ir hasta Chaumont sur Loire para disfrutar del Festival Internacional de Jardines y del Castillo de Chaumont. El Castillo es patrimonio Mundial de la Unesco por su belleza, lo que explica la envidia que despertó en la esposa del rey, Catalina de Médicis, cuando su esposo se lo regaló a su ex-niñera y amante, Diana de Poitiers. A la muerte de éste, Catalina aprovechó para cambiarle el dominio de Chaumont por otro castillo también espectacular y cercano, el de Chenonceau o Castillo de las mujeres, quedándose con esta fortaleza gótica ampliada con la arquitectura de recreo del Renacimiento.



Blois es una bella ciudad, capital del departamento de Loir-et-Cher, que cuenta con rincones de gran belleza e importantes legados históricos-artísticos

Tours, la capital de Touraine

Nuestro siguiente destino es Tours, incluida entre las Villas y Ciudades de Carácter, donde te puedes alojar en el Hotel Clarion Chateau Belmont y comer en La cuisine de Georges. Entre el Loira y su afluente el Cher, hay que patear como mínimo los dos barrios antiguos de la ciudad, desde la catedral Saint-Gatien con sus vidrieras del siglo XIII, pasando por su calle Mayor, en cuyas callejuelas paralelas los edificios de madera medievales se inclinaban tanto que llegaban a juntarse por las azoteas, hasta la avenida Nacional, que cruza Francia desde París hasta España. Para imitar el Camino de Santiago, vamos en las bicis de la empresa Détours que monta las excursiones de El Loira y El Indre desde el Pont-de Ruan, pasando por el Molino de Vontes de Esvres con su turbina y su relajante paisaje, hasta Monts.



El palacio de la boda más transgresora

Subiendo a Monts llegamos sudando a la sede del impactante y contemporáneo Château de Candé, donde, el 3 de junio 1937, el duque de Windsor, el ex monarca Eduardo VIII, se casó en petit comité con la americana Wallis Simpson renunciando al trono por ella.



Del castillo nos trasladamos a Blois, otra bella ciudad, capital del departamento de Loir-et-Cher, que cuenta con rincones de gran belleza e importantes legados históricos-artísticos, cuyo principal representante es el Real Castillo de Blois. Si bien, tampoco te puedes perder su pintoresco barrio estudiantil, el de Puit-Châtel, con sus hoteles de estilo renacentista, el barrio rive gauche, desde el que se goza de las mejores vistas de la ciudad… Muy cerca encontrarás la ciudad de Amboise con su espectacular castillo homónimo sobre el río y la pagoda china de Chanteloup, que contrasta con todo el estilo Medieval de la arquitectura de sus edificios y de sus callejuelas. Desde allá puedes acercarte al castillo de Cheverny, también conocido como el castillo de Tintín porque fue el modelo de Hergé para dibujar Molinsart. En cualquier caso, es el mejor amueblado de los castillos, quizás porque aún es propiedad de la misma familia.

Tienes la posibilidad de viajar en tren-hotel desde Madrid o Barcelona con la alta velocidad de Renfe-SNCF, aunque se recomienda viajar en coche para poder desplazarte libremente por todo el Valle del Loira.



Lugares que hemos visitado

  • Castillo de Chenonceau

    Castillo de Chenonceau

    También conocido como el «castillo de las damas»,​ es un castillo de estilo residencial del siglo XVI (GTres)

  • Castillo de Saumur

    Castillo de Saumur

    Fue construido originalmente en el siglo X​ y reconstruido por Enrique II de Inglaterra a finales del siglo XII en estilo gótico. (GTres)

  • Castillo de Chambord

    Castillo de Chambord

    Su arquitectura renacentista, mezclada con formas tradicionales medievales y estructuras clásicas italianas, le hacen uno de los más populares. (GTres)

  • La bella ciudad de Blois

    La bella ciudad de Blois

    El río Loira a su paso por Blois, con la catedral de San Luis en lo más alto. (GTres)

  • Castillo de Chaumont

    Castillo de Chaumont

    Es de estilo renacentista y cuenta con un jardín de 4 hectáreas de extensión. (C. Mouton)

  • Castillo de Cheverny

    Castillo de Cheverny

    Está considerado como el castillo del Loira más elegante y suntuoso, destacando la riqueza de sus muebles y de su decoración (C. Mouton)

Si te ha gustado, compártelo