Azahara García | 2·julio·2024
Es innegable que la música tiene un efecto en el cerebro y en el estado de ánimo. Es fácil que cuando suene una canción triste sea más fácil entrar en un estado melancólico, mientras que si los acordes que llegan son alegres sea más sencillo contagiarse de la melodía y dejarse llevar por el entusiasmo que provoca la dopamina recorriendo nuestro organismo. Sobre estos efectos sabe bien el compositor Lucas Vidal, uno de los 100 personajes creativos más influyentes según la revista Forbes en 2019 y el último protagonista de ‘Mejor conectados’, la iniciativa de Telefónica para visibilizar el talento e inspirar conexiones.
Vidal, cuyo abuelo fundó la empresa discográfica Hispavox y que toca el piano desde los tres o cuatro años, es un firme defensor de la importancia de elegir que la canción que suene en nuestra cabeza cuando llega la adversidad sea una que nos haga ver el lado positivo sin dejar de ser realistas. Para él, la actitud positiva es estar bien con uno mismo y también con los demás. “Yo creo que cuando tú estás bien y cuando también proyectas esas ganas de hacer bien las cosas y de ser majete y de buen rollo, al final también impregnas, de alguna manera, actitud positiva a los demás”, señala en este nuevo vídeo. Para Vidal, esta actitud no solo nos ayuda a conectar mejor con nosotros mismos y con los demás, también nos hace contar con más apoyo y así es más fácil llegar a lograr nuestros sueños.
Por ejemplo, recuerda su primera grabación con la orquesta. “No tenía músicos, no tenía pasta para pagarles y pensé: ‘¿Cómo puedo hacer para conseguir buenos músicos y que graben lo que hago?’. Entonces iba parando a estudiantes y les decía: ’Oye, ¿quieres grabar para una grabación que estoy haciendo? No tengo pasta, pero, bueno, tengo una carta de recomendación y pizza’. Y entonces la gente, con la pizza, pues decían: ‘Ah, pues sí’. Ese caso refleja muy bien la estrategia que este compositor ha tenido siempre, desde que inició su carrera a los 16 años, cuando fue becado a Berklee College of Music, en Boston (Estados Unidos). “Cuando era estudiante siempre estaba el ‘no’. O sea, siempre todo el mundo me decía: ‘No, no puedes hacer esto, no, no puedes trabajar’. Y cada ‘no’ yo lo quería, de alguna manera, transformar a un ‘sí’”, recuerda.
Aunque si hubo un momento en el que Vidal necesitó de toda su positividad, fue cuando, a los 21 años, tuvo que hacer frente a un diagnóstico de cáncer. En ese punto de su vida, para él fue fundamental atender a los consejos de su padre. “Recuerdo con todo el proceso de la quimio, que mi padre siempre me decía: ‘Lucas, ahora sé que no es cómodo, es complejo todo este tema, te sientes muy mal, pero intenta proyectarte, proyéctate al futuro que vas a estar bien, que ya vas a poder seguir con tu carrera profesional, con tu piano, con tu música’. Entonces, en esos momentos donde estaba muy de bajón, intentaba proyectarme y eso fue un gran ejercicio que intento practicar en el día a día”, rememora el compositor premiado con varios premios Goya y un premio Emmy.
Ese ejercicio de relativizar y encontrar el equilibrio entre ser positivo y realista con las circunstancias las tiene muy presente en su manera de trabajar. “Yo creo que, a la hora de afrontar un proyecto, es igual de importante cuidar el factor humano que el profesional. Cuando dirijo orquestas, me ayuda mucho tener esta empatía con los músicos”, señala en el vídeo. “Por ejemplo, si tengo una sección de violín y tengo que estar dirigiendo y mirándoles, no voy a ver solo a los primeros violinistas, me voy a dedicar a ver más a los de atrás, que a lo mejor no tienen tanta visibilidad. Invierto más tiempo en ellos y sonrío. Y cuando hacen las cosas bien, sonrío. Y cuando hacen las cosas mal, también sonrío. Y si lo hacen muy mal, paro y digo: ‘Haced esto bien’ o hago el cambio, pero bien y de un modo relajado”, ejemplifica.
Para Vidal, esa actitud relajada y positiva es fundamental incorporarla desde el primer día de trabajo y así habilitar un ambiente distendido. “Siempre que llego a un estudio, lo que hago es llevar comida para los músicos, que parece una tontería, pero no lo es. Si es en España, jamoncito del bueno, queso… Y ya solo con ese gesto ya conectas. El reconocer el valor del tiempo de las personas que están ahí para, entre todos, sacar un proyecto”, explica.
No hay duda de que cuando se crea la atmósfera adecuada entre los músicos es cuando es capaz de surgir de una manera fluida la magia de la música. “Cuando conectamos, definitivamente somos capaces de hacer grandes cosas. Me acuerdo en Los Ángeles una grabación que tuve, que no salía, estaba con unos músicos de jazz, era un proyecto bastante complejo. De repente hubo como, no sé, una empatía, un flow muy guay, un momento donde acabamos conectando y salió magia. Siempre recuerdo ese momento como una auténtica pasada y un momento de conexión real, de conexión profunda”, sentencia el compositor.
Bajo el lema “cuando conectamos somos capaces de hacer cosas increíbles” nace Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica que busca, a través de historias personales, visibilizar el talento y la importancia de las conexiones para que las personas sientan su capacidad de alcanzar lo que se propongan. “En Telefónica, creemos en un mundo más humano. Un mundo que se mueve gracias al talento de las personas. Por eso apoyamos el talento como mejor sabemos: conectándolo. Mejor Conectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles”, explica Rafael Fernández de Alarcón, director de Marketing Global de Telefónica.
En esta plataforma pueden encontrarse secciones como Inspírate, que recoge historias y conexiones que hicieron posible grandes logros para personajes de la relevancia de Rafa Nadal, Ferran Adrià, Teresa Perales, Javier Gómez Noya o Nacho Azofra. También cuentan como el jugador de fútbol Keita Baldé se implicó en mejorar la situación laboral de los jornaleros durante la pandemia o la labor de De Discamino, una asociación que ayuda a personas con discapacidad a conseguir su sueño de hacer el Camino de Santiago.
Asimismo, en la sección Aprende se encuentran pequeñas clases magistrales de grandes figuras como Molo Cebrián, Marta Gilart, Gemita, Iñaki Gabilondo, Toni Nadal, María Zabala, Rafa Nadal o Amaya Valdemoro en la que ofrecen, en primera persona, consejos y reflexiones que sin duda sirven de inspiración y aprendizaje.