Hace ya un siglo, en Figueres, nació un negocio que empezó vendiendo naranjas y colonias, y que hoy alimenta a restaurantes, bares y supermercados de punta a punta de España. Transgourmet Ibérica celebra sus 100 años recordando las grietas de la historia: guerras que lo arrasaron todo, posguerras de racionamiento y un presente donde la sostenibilidad ya no es un lujo, sino una necesidad. La crónica de una empresa que ejemplifica cómo hemos comido —y vivido— en un país que se reinventa a mordiscos.
En el Empordà de 1925, el emprendedor Pere Miquel montaba un tenderete de frutas, verduras y otros productos. No había apps ni drones, solo un carro y una voluntad de hierro. Así nació lo que hoy es Transgourmet Ibérica, una empresa que ha sobrevivido a bombas, autarquías y pandemias. En su centenario, que celebran este 2025 con actos en Girona, Málaga, Las Palmas, Tarragona, Burgos y Madrid, no se centran solo en las cifras; hablan del factor humano. "La historia la han tejido las personas", dice Lluís Labairu, su director general. Y tiene razón: detrás de cada caja de tomates hay una España que ha cambiado de sabor.
La Guerra Civil representó un golpe severo: el negocio familiar quedó destruido, junto con años de trabajo acumulado. Aun así, Pere Miquel retomó las operaciones en la posguerra. Abrió un almacén de 1.000 metros cuadrados, lo que impulsó el crecimiento. Amplió la oferta de productos y se estableció como distribuidor principal en la región, atendiendo a comercios y clientes locales con eficiencia.
El año 1970 marcó un avance clave para el sector. La empresa inauguró en Figueres el primer cash&carry de España. Este formato permitía a los clientes seleccionar y llevar productos directamente. Jordi Planas, quien trabajaba allí en esa época, explica: “Colocábamos los productos, y los clientes se los llevaban rápidamente. En solo un año pasamos de un cash de 1.000 metros cuadrados a 3.000”. El centro se diseñó para suministrar al pequeño comercio, facilitando acceso rápido a mercancías. Este modelo se expandió y hoy cuenta con 73 centros cash&carry distribuidos en 12 comunidades autónomas, orientados a profesionales de la hostelería y restauración. Además, incluyen el servicio de Food Service, que entrega suministros directamente a los negocios, optimizando tiempos y logística.
Lo que comenzó como una iniciativa en Figueres ha crecido hasta cubrir todo el país. El proyecto local creció como Miquel Alimentació y se transformó en una red nacional con presencia en múltiples regiones. Para sostener esta expansión, desarrollaron una logística robusta. Actualmente, gestionan cinco instalaciones que suman más de 140.000 metros cuadrados. Están ubicadas en puntos estratégicos: Vilamalla en Girona, Tortosa en Tarragona, Fuente de Piedra en Málaga, Ingenio en Las Palmas y Burgos. Recientemente, incorporaron dos plataformas en Mallorca tras adquirir Moyà Saus, fortaleciendo su operación en las islas. Estas instalaciones coordinan el flujo de productos, desde perecederos hasta secos, asegurando entregas precisas y en condiciones adecuadas.
La estrategia actual se basa en dos ejes principales: hostelería y retail, que representan cada uno el 50% de la actividad. En hostelería, los 70 centros GM Cash y 3 de la antigua Moyà Saus proveen un catálogo de más de 18.000 referencias, cubriendo necesidades desde ingredientes básicos hasta especializados. En 2019, introdujeron la línea de Food Service, un sistema de suministro directo a bares, restaurantes y cafeterías. El objetivo es posicionarse como proveedor principal para la pequeña restauración en España. Para ello, invirtieron en adaptar los centros, que ahora cumplen un doble rol: venta en cash&carry y plataforma logística cercana. Esto se apoya en un equipo de más de 2.000 personas entre los centros y el área de Food Service. Además, disponen de una flota de más de 300 vehículos para repartos, garantizando puntualidad y calidad en las entregas.
El retail completa el equilibrio. Distribuyen a 3.400 establecimientos: 2.600 supermercados independientes y cerca de 800 supermercados en formato franquicia, principalmente bajo las marcas Suma, Proxim y Spar, esta última concentrada en Barcelona y Girona. La empresa continúa adaptándose a cambios en el consumo. Con Suma, promueven el modelo de tienda de conveniencia, enfocado en productos listos para consumir y compras ágiles. Esto responde a clientes que buscan eficiencia, proximidad y opciones inmediatas en su rutina diaria.
Jordi Planas, trabajador del primer cash&carry de España en Figueres
Una tienda Suma | © Transgourmet
En 2021, el grupo suizo Transgourmet se convirtió en accionista principal. Como segundo mayor distribuidor alimentario en Europa, forma parte del grupo Coop, que emplea a más de 95.000 personas en todo el mundo. Coop destaca por su enfoque en sostenibilidad, innovación y calidad. Esta integración validó las operaciones españolas y aceleró su desarrollo, cambiando el nombre a Transgourmet Ibérica. Ambas divisiones —hostelería y retail— comparten el fin de aproximarse al cliente con opciones prácticas e innovadoras. Como resultado, en 2024 alcanzaron una facturación de 1.220 millones de euros. La plantilla supera las 2.800 personas, colaboran con 1.800 proveedores, atienden a 206.000 clientes en Horeca y 3.400 en retail. Estos datos reflejan el impacto operativo de la compañía en el mercado.
La sostenibilidad forma parte integral de su modelo. Reconocen el efecto de la industria alimentaria en el medio ambiente y actúan en consecuencia. Ofrecen productos responsables, priorizan el cuidado ambiental y mantienen un compromiso con las personas involucradas. Entre las medidas implementadas, destacan la adición de más de 150 vehículos híbridos y un camión totalmente eléctrico a la flota. Instalaron más de 100 puntos de recarga en los centros GM Cash para apoyar la movilidad limpia. Todas las instalaciones usan energía 100% renovable y cuentan con paneles solares para autoconsumo en los techos de los cash&carry. Aplican eficiencia energética con iluminación LED, refrigerantes sin dióxido de carbono y un sistema de reciclaje en ventas y plataformas, logrando una tasa del 81%. Estas acciones demuestran un enfoque práctico hacia un impacto reducido y un desarrollo equilibrado.
Transgourmet también participa en iniciativas sociales para apoyar comunidades. Colaboran con la Fundación PortAventura en proyectos solidarios, como la construcción de una vivienda en el PortAventura Dreams Village. Este espacio acoge anualmente a niños en recuperación, proporcionando experiencias terapéuticas en el parque temático. En la Semana Transgourmet, extienden beneficios a familias de empleados con hijos enfermos, permitiéndoles disfrutar del entorno y los trabajadores participan en voluntariado, integrando el apoyo en su labor diaria. Otra colaboración es con la escuela Noima, promovida por la Fundación La Fageda y el Ayuntamiento de Olot en Girona. El programa ofrece formación a jóvenes de la Garrotxa excluidos del sistema educativo, brindando oportunidades laborales y de reinserción. Transgourmet contribuye con recursos, reforzando su rol en el desarrollo local.
Las personas son el centro de la operación. Cada logro —desde la apertura del primer cash hasta la red actual— depende de su contribución. Lluís Labairu, director general, enfatiza: “La historia de la compañía la han tejido las personas; las empleadas y empleados con su esfuerzo y dedicación”. En el centenario, reconoce su rol: “Esta celebración no sería posible sin el trabajo y la entrega de todos los que en los últimos 100 años han contribuido al crecimiento y desarrollo de nuestra empresa”, incluyendo a la plantilla, clientes y proveedores en los eventos.
Los eventos para conmemorar este centenario se realizarán en ciudades como Girona, Málaga, Burgos, Tarragona y Las Palmas de Gran Canaria. Madrid acoge un acto el 21 de septiembre, y Barcelona cierra el ciclo el 12 de noviembre de 2025. Estos actos incluyen una exposición fotográfica de su trayectoria, un documental sobre el centenario y la canción Somos fuertes, que representa su identidad colectiva.
El camino de Transgourmet ilustra adaptación y progreso sostenido. Labairu señala: “Cumplir 100 años ha sido posible también porque quienes hemos dirigido este proyecto supimos adaptarlo a cada momento”. Con la base establecida por Pere Miquel, la empresa se prepara para continuar. Su meta es mantener el liderazgo en distribución alimentaria. Labairu concluye: “Estamos fuertes y jóvenes para afrontar, como mínimo, otros 100 años más”.
Lluís Labairu, director general de Transgourmet