Y esto lo aconseja con conocimiento de causa, después de pasar una anorexia nerviosa durante 11 años, durante los cuales dejó de comer sin ni siquiera darse cuenta de lo que padecía: “había normalizado actitudes, comportamientos incluso pensamientos muy tóxicos hacia mí sin darle esa explicación”. Cuando era esa enfermedad mental la que, ahora lo identifica, provocaba todo aquello con lo que se hacía daño, el perfeccionismo, el tener que cumplir con las máximas expectativas, aceptar incluso que le trataran mal.

Por eso ahora anima a esas personas que están sufriendo la anorexia “a pedir ayuda profesional en estos casos”. A lo que Bonet plantea: “seguramente que es mucho más complejo que la imposición de unos cánones de belleza, me imagino que ahí también razones psicológicas y de toda índole”. Y Ro lo corrobora al 100%: “al final, desde pequeñas, todo el contenido que yo consumía, donde Cristina Aguilera era como el estereotipo al que querías llegar de alguna manera, nadie te decía ‘no, esto esto no es lo único’. En cambio, ahora siento que cada vez más hay modelos a seguir distintos”.

Tanto es así que otra famosa influencer, Dulceida, dice que tenemos que cambiar la mirada, aprender incluso a apreciar las estrías del cuerpo de una mujer. Y Ro está de acuerdo, porque, naturaliza: “todas tenemos estrías, entonces, ¿por qué vamos a luchar, por qué vamos a pasar una vida intentando eliminar algo que tenemos todas?”

Como no le encuentra sentido, exhorta a sus seguidoras a vivir felices y olvidarse de esos estereotipos, y considera que esa aportación de una mujer real enseñándote lo que tiene de verdad, sin intermediarios maquillando el mensaje, es la mejor parte de las redes sociales.

Rocío es licenciada en filología inglesa, realizó un máster en la Universidad Autónoma con la ilusión de enseñar inglés en escuelas de idiomas e institutos pero se ve que no le convenció y empezó a destacar como influencer. Ahora, echando la vista atrás, concluye que siempre está bien el balance: “durante muchos años, tenía un canal de vlogs diarios con mi ex pareja, con quien estuve 12 años, y yo subía contenido de mi vida a diario”. Ahora ya, con perspectiva, con 33 años, prefiere compartir, sobre todo, cosas que puedan aportar algo a quien las ve: “me gusta guardarme un poco más para mí, para mi vida privada”, asegura.

Incluso previene sobre la adicción a las redes de los más jóvenes, que se pasan hasta las cuatro de la madrugada viendo Tik Tok, aconsejándoles lo mismo que a su prima pequeña: “te tienes que ir a dormir, porque dormir es más importante que ver Tiktoks, ¿no?”.

Y otra recomendación para otras creadoras y seguidoras es que se apoyen en lugar de ser competitivas entre mujeres: “a lo mejor cuando es más pequeña, estás todavía en esa competición entre mujeres, pero yo la verdad que ahora siento que todas mis compañeras nos apoyamos mucho y yo soy fan número uno de apoyarlas”. Básicamente porque cree que “cuanto menos pensemos que tenemos que competir entre nosotras, más no vamos a ayudar y mejor nos va a ir a todas”.

Y en cuanto a las relaciones de pareja también tiene las ideas muy claras y las transmite en vídeos muy divertidos pero con un trasfondo importante para que sus followers aprendan lo que es una amor sano: “creo que nos han educado en una idea de amor demasiado idealizado y romántico, que es por siempre, para siempre, sin ti no puedo vivir, siempre juntos, etc.”

Afortunadamente, con la edad, reconoce, “el amor bonito es ese amor sano que puede estar contigo apoyándote en cada momento, pero no tiene por qué estar contigo todo el rato. El amor no debería ser posesivo, el amor no duele”. Ante lo cual entrevistadora y entrevistada coinciden en que debemos redactar un nuevo contrato sexual”.

Como buena mujer y viajera, Ro confirma a Bonet que el viaje te abre los ojos, te mueve las ideas, sales un poco de tu zona de confort, te cambia lo que estás acostumbrado a ver, a vivir, incluso la cultura; en definitiva, viajar nos hace a todos más simpáticos. Y no hay más que darse una vuelta a España a través de su red ferroviaria, donde se conoce a mucha más gente que en cualquier otro medio de transporte, para comprobarlo.

Me bajo del Avlo Low Cost de Renfe, que es el que más cojo siempre (porque me sale baratísimo y super rentable para todas las veces que voy a Zaragoza o Madrid desde Barcelona), escuchando la canción Eres un temazo, de la artista Suu, recomendada por la propia Ro. Y ya estoy deseando pillar el Cercanías para ponerme a ver el siguiente vídeo de Sandra Sánchez.