Por Javier Díaz
Un sinfín de circunstancias laborales y personales puede llegar a convencer a cualquier persona de que la mejor opción es abrir un negocio propio, e iniciar un reto en el que es posible encontrar un buen futuro económico y grandes satisfacciones, pero también dificultades y dudas. Para que la idea original no se quede a mitad de ese camino y pueda ser puesta en práctica con éxito, hay claves que suelen repetirse en la fórmula para hacer prosperar un negocio. Estas son algunas de las que recomiendan profesionales de La Piemontesa, LaWash y Dental Company, de sectores tan variados como la restauración, la limpieza o la salud bucodental.
Los inicios siempre son difíciles, pero en los primeros momentos de una empresa el apartado económico es especialmente complejo. Es importante tener claro cuánto capital se puede y se debe invertir originalmente, y esbozar un escenario realista de la rentabilidad que se alcanzará en los primeros años y el tiempo en que se podrá recuperar lo invertido. Además, es clave contar con cierto margen. Un mal cálculo puede hacer que los imprevistos hagan inviable la continuidad del negocio.
Para introducirse en un mercado es necesario conocerlo, y asumir las características y exigencias del mismo. Tener una idea es la base para cualquier emprendimiento, pero es complicado que llegue a buen puerto sin los recursos propios de la experiencia y unos procedimientos realmente profesionales. Y esto aplica especialmente en el caso de sectores en auge que se ponen rápidamente de moda, en los que la tasa de fracasos es elevada.
Un buen reconocimiento de las necesidades y las particularidades de los clientes, tanto de los potenciales como de los que hay que lograr fidelizar, es lo que asegura una evolución próspera de la empresa. Es un aspecto que hay que valorar en cada una de las decisiones a tomar, como la ubicación de los locales, la posición en el binomio precio-calidad, saber el trato que encontrará el agrado de los consumidores…
Por todo ello, no son pocos los que deciden contar con el respaldo de una organización ya asentada, como son las franquicias, y montar su propio negocio sobre unas bases más firmes que las de empezar de cero. A continuación, vemos tres compañías de este tipo que se encuentran en alza en España, con una fórmula que se ha demostrado exitosa y que da respuesta a la incertidumbre de los puntos mencionados arriba.