Si alguien piensa que vista una de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad las conoce todas, se equivoca. Precisamente su encanto radica en su diversidad, pluralidad y a la vez en la singularidad de cada una de ellas.... Si cree que por haber visitado Ávila conoce todos los recintos amurallados, es que no conoce las sorpresas que le esperan en lugares como Ibiza/Eivissa… Si cree que por haber visitado Tarragona ya conoce mucho sobre nuestro pasado romano, es que no sabe lo que le espera al conocer Mérida… Si a alguien le maravilla la magia que brindan los monumentos como inspiración y punto de encuentro, nada como llegar a Santiago de Compostela y contemplar la Catedral.

Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad enamoran, porque siempre va a haber una nueva perspectiva para contemplarlas y disfrutarlas, desde un nuevo modo de viajar, enfocado a la calma, al disfrute, al conocimiento y al descubrimiento de nuevas experiencias. ¿La prueba? Quédate con estos nombres: Colección Ciudades Patrimonio y La Noche del Patrimonio, dos iniciativas culturales desarrolladas por el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad en las que la literatura, la música y las artes escénicas nos guían hacia otra forma de mirarlas.

La Colección Ciudades Patrimonio es una antología de 15 libros, uno por cada urbe, publicada por la editorial Tintablanca. Entre todos suman las páginas escritas por 15 importantes nombres de las letras españolas e ilustradas por otras tantas firmas de prestigio. De la mirada y de la sensibilidad de todos ellos, han nacido estos paseos por la historia, la belleza menos evidente, la cultura y las emociones de estas ciudades.

Con esta carta de presentación, la calidad de los textos y de las imágenes sorprenderá a quienes hojeen estos libros. Sin embargo, lo que conmueve de ellos es regalarse a su lectura es como sumergirse en extensas cartas de amor que los autores han dedicado a unas ciudades con las que, de una manera u otra, comparten un vínculo. Han nacido en ellas, se han criado en sus calles o las han habitado durante años.

En ese sentido se pronunciaba el escritor Juan Cruz, quien se ha encargado de escribir sobre la ciudad tinerfeña de San Cristóbal de La Laguna. “La Laguna es mi alma, el Puerto —de la Cruz— es mi cuerpo. A La Laguna la veo siempre, pero la he visto ahora otra vez para hablar sobre ella con la gente que me iba encontrando”.

Como ejemplo, Espido Freire nos obsequia con una visión de la Segovia más artística y poética. Con Jesús García Calero recorremos un Alcalá de Henares tremendamente cervantino, al que Paula Varona ilustra con una estética moderna. La Salamanca de Marta Robles es la de las personas y los mitos que la habitaron. Y qué decir de la crónica personal y monumental que Inma Chacón hace de Mérida, o del recorrido lleno de lirismo y emoción que Daniel Asorey nos brinda por Santiago de Compostela, ilustrado a la perfección en los tonos pardos y cerúleos típicos de la ciudad por Blanca Millán.Tarragona aparece como la ciudad de la eterna primavera, asomada cada día al Mediterráneo desde su memoria romana, con los textos de Use Lahoz y las ilustraciones de Alicia Caboblanco; y Toledo, contada por Juan Eslava Galán y pintada por Carmen González Castro nos muestra la ciudad de las tres culturas, cuya apasionada historia late en cualquier rincón de su centro histórico.

Para los editores de Tintablanca, el hecho de que los 15 libros de la Colección Ciudades Patrimonio lleven la firma de 30 figuras de la literatura y las artes plásticas es “un motivo irrenunciable para pasear, de otro modo, quince de las ciudades más bellas y monumentales de nuestro país”. No es de extrañar, por tanto, que estos libros estén dirigidos a esas “personas que quieran conocer nuestra historia, nuestra identidad, nuestra singularidad y todo lo que hace que cada una de nuestras ciudades sea auténtica y diferente”, apuntaba Goretti Sanmartín.

Hablar de la Noche del Patrimonio es hablar de un evento cultural único en Europa que se celebra de manera simultánea en las 15 Ciudades Patrimonio con un programa articulado en tres secciones: Vive Patrimonio, que llena los cascos históricos de propuestas culturales y de ocio; Abierto Patrimonio, con puertas abiertas de monumentos y espacios culturales; y Escena Patrimonio, un festival y plataforma de creación para la danza en espacios patrimoniales que permitió exhibir 15 piezas de coreógrafos invitados.

Eso es la teoría. Llevado al terreno, se tradujo en genialidades como la exhibición de 220 drones en Segovia para celebrar el XXX aniversario del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad; en la posibilidad de visitar catedrales, palacios, museos o yacimientos arqueológicos bien entrada la noche; y en talleres como el de silbo gomero en San Cristóbal de La Laguna o el de orfebrería en Santiago de Compostela. Por haber, en Baeza hubo hasta un showcooking para niños con un chef con estrella Michelin.

Organizada con la colaboración del Ministerio de Cultura, esta edición contó también con la participación de Paradores Turismo que desplegó actividades en diferentes establecimientos de los que dispone en Ciudades Patrimonio de la Humanidad, como una forma de dar a conocer la historia que albergan.

Todo ello para dar forma a un evento, el de la Noche del Patrimonio, que, en palabras de Sanmartín, “constituye la mejor representación de la singularidad de nuestros monumentos, de nuestro arte y de nuestras tradiciones, al tiempo que proyecta esta diversidad y esta riqueza cultural en todo el mundo”.

Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad siempre tienen una nueva perspectiva con la que sorprendernos, porque bajo cada mirada o cada experiencia habrá una vivencia completamente distinta que no se puede desaprovechar.