El S.XVII fue el inicio de un nuevo orden mundial. En 1648, la Paz de Westfalia puso fin a la Guerra de los Treinta Años y la monarquía española entraba en una larga fase de decadencia. Sin embargo, ese año sucedió un hecho que para muchos puede pasar desapercibido: tuvo lugar el primer envío postal en España tal y como hoy lo conocemos, y lo hizo una mujer.
España inauguraba el precedente de lo que años después sería Correos con un envío en Portugalete, Vizcaya. Durante los 90 años siguientes, solo mujeres realizarían esta tarea. Ellas fueron, desde el inicio, la base fundamental de Correos y hoy lo siguen siendo.
Aunque por aquel entonces la compañía estaba muy lejos de haberse formado, quizá ese antecedente hizo que la importancia de las mujeres en la empresa esté inscrita en el ADN de la misma. Por eso, dos siglos más tarde, se convertiría en la primera firma estatal española y de la Administración en contratar trabajadoras.
Hasta 1716, solo mujeres se dedicaron a hacer llegar envíos a distintas partes de la península. Fue a partir de ese año cuando el servicio pasó a ser gestionado por la Corona. Nacía Correos, un servicio público para todos.
Casi un siglo después, en 1830, ya había mujeres encargadas de las estafetas, consideradas empleadas de la Renta de Correos. Pero no solo trabajaban en estas antiguas oficinas, también llevaban correspondencia a caballo y a pie a distintos lugares de España como “conductoras de travesía”.
Morse inventó el telégrafo en 1832. En 1844 se transmitió el primer mensaje desde Washington hasta Baltimore. Ya en 1881, llegaba a Correos la primera telegrafista. Pero los carteros que trabajaban en estafetas unipersonales pudieron contratar como auxiliares, ya desde 1880, a sus mujeres, hijas o familiares para ayudarles en las tareas de mensajería.
Josefa Álvarez Portela fue la primera en ocupar este puesto. Portela era la esposa del encargado de la estación de Nava del Rey, en Valladolid. El sueldo de esta pionera, eso sí, era en 1882 considerablemente inferior al de los hombres: una auxiliar cobraba casi la mitad del salario de puesto más bajo del escalafón del cuerpo de telégrafos.
En 1882, había ya 40 mujeres telegrafistas que, sin embargo, no fueron reconocidas como trabajadoras hasta ese año. El carrito de reparto de Correos, ahora casi un icono de la compañía, lo empezaron a utilizar pioneras como Portela, para evitar cargar con los más de 20 kilos de mensajería que debían llevar de un lado a otro.
Pese a que muchos años antes ya trabajaban mujeres en Correos, tuvo que llegar el S.XX para que se convocasen las primeras oposiciones a auxiliares femeninas de telégrafos. Serían “auxiliares femeninas de segunda clase”. Fue en 1909 y entre quienes se postularon estaba Clara Campoamor, que años después, en 1931, lograría el sufragio femenino en nuestro país.
Aunque Correos siempre estuvo avanzada a su época, hubo que esperar hasta 1979, para que convocase unas oposiciones libres e iguales para hombres y mujeres.
Así, la historia de Correos se forjó siempre de la mano de la igualdad, hasta el día de hoy, en que las empleadas superan en número a los empleados. La plantilla de la compañía tiene más mujeres que hombres. Desde 2016, ellas suponen más del 50% del personal, concretamente, el 53,21%.
Sabiendo lo importante que ha sido la presencia de carteras en Correos, la compañía quiere que esta siga siendo predominante. Por eso, se ha esforzado en implementar medidas a favor de la igualdad entre sus filas. De las 5.685 jefaturas intermedias en oficinas, unidades de distribución y centros logísticos, el 54,59% son puestos que ocupan mujeres.
Para lograr mantenerse como una institución pionera en la igualdad de género, Correos ha trabajado en seis iniciativas fundamentales. En primer lugar, lleva a cabo políticas de conciliación familiar, personal y profesional, desde acciones de formación y sensibilización hasta medidas incluídas en su regulación interna.
Por otro lado, se establece un código general de conducta que previene cualquier tipo de discriminación o acoso laboral, y garantiza igualdad de trato y de oportunidades. Y eso nos lleva al siguiente punto: un plan de diversidad e inclusión. Este actúa sobre siete ejes de trabajo (promoción, formación, talento, cultura, RSC, empresa saludable y comunicación) para lograr que nadie se quede fuera de la empresa en ningún sentido.
Además, conscientes de la lacra que supone, Correos quiere proteger a sus trabajadoras y empleadas políticas específicas para la ayuda y la protección de víctimas de violencia de género. Entre las medidas están la reducción de jornada o la garantía de traslado laboral y la excedencia.
Por otro lado, Correos se ha sumado a la iniciativa Target Gender Equality promovida por las Naciones Unidas. Son 37 empresas españolas las que se han inscrito a esta plataforma que pretende, según su propia web, “ayudar a las empresas comprometidas con el Pacto Mundial de la ONU a establecer y alcanzar objetivos corporativos ambiciosos para la representación de las mujeres y garantizar la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor”.
Todo el modelo de gestión de Correos va orientado a un estilo de liderazgo para favorecer la pluralidad de ideas y perspectivas, con el fin de responder a las necesidades de una sociedad cada vez más rica, diversa y heterogénea.
Para poner de manifiesto su pequeño grano de arena por la igualdad de género, y hacer un homenaje a las grandes mujeres de nuestro país, Correos inició una colección de sellos bajo el lema #8MTodoElAño. Ahora, dedica una exposición a estas estampillas que recorrerá las cuatro grandes ciudades españolas: Sevilla, A Coruña, Santander y Madrid.
La ilustradora Isabel Muguruza ha sido la encargada de diseñar la serie. Con un estilo onírico y psicodélico, rinde homenaje a Clara Campoamor, Isabel Zendal, Almudena Grandes, Dolors Aleu, Concepción Arenal, Elidà Amigó, María Blanchard, Luisa Roldán. Dos sellos más completarán la colección en 2023 con María de Maeztu y Maruja Mallo.
Entre otras cosas, Isabel Zendal formó parte de la expedición que llevó, en 1803, la vacuna de la viruela a América, en lo que fue la base de la erradicación de la enfermedad. También en el campo de la medicina está Dolors Aleu, la primera mujer en ejercer la profesión de médica en España.
Concepción Arenal, periodista y pensadora gallega, luchó por los derechos de la mujer y por la igualdad en el acceso a puestos de trabajo. También lo hizo
Todas ellas conforman el ADN de España, de la misma manera que todas las carteras son la identidad de Correos. Por eso, para la compañía, es 8 de marzo todo el año.