Te ofrecemos un buen puñado de ideas para que no quede ni un hueco para el aburrimiento. ¡Que los espíritus no os pillen bostezando!

1) Maquillaje

Organiza una tarde de maquillaje con tus hijos y sus compañeros, pon a su disposición todo el kit de pinturas que has comprado y anímalos a que se maquillen los unos a los otros de acuerdo con sus disfraces. Ayúdales cuando se les vaya el trazo, dales el toque final para que se vean guapísimos, y no pongas límites a su creatividad.

2) Decoración

Coge todos los elementos decorativos que hayas adquirido, ponlos encima de la mesa, y empieza a distribuir quién pone qué, dónde y cómo, según su edad y sus capacidades. Y no minusvalores su tesón para colgar un payaso de un riel de la cortina porque si lo cogéis en brazos, un niño siempre es feliz de sentirse mayor rozando las alturas.

3) El ágape

Déjales que sean chefs por un día, que se explayen en la cocina todo lo que sea posible, con las recetas sencillas que te hemos recomendado aquí de galletas y frutas muy terroríficas, ellos pueden disfrutar como locos y tú más de verlos haciendo fantasmitas y monstruos de las galletas. Cuando vean la mesa puesta con todos los platos, vasos y cubiertos específicos de Halloween y sus propios dulces, van a flipar de alegría.

4) Lectura de cuentos

Es el planazo de la fiesta, hazlo original, entretenido, diferente. En este artículo te hemos preparado, junto a El Corte Inglés, varios cuentos muy chulos, como el de la noche de Halloween o el de la bruja Dolinda, que puedes ponerles en un momento de la tarde, cuando veas que se está creando la atmósfera propicia para tenerlos a todos sentados y prestando atención a las historias de misterio más truculentas. Elige un buen número de cuentos que les tengan pendientes de un hilo, en tensión, de manera que acabéis todos riéndoos cuando al final, no pase nada malo.

5) Sesión de cine de terror

Esto les encanta y, afortunadamente, hay cantidad de películas específicas de Halloween realizadas en exclusiva para el público infantil, de manera que te aseguras de que pasan miedo, pero el justito, el que su psicología infantil puede entender y asimilar sin tener pesadillas. Es más, si os pilla desprevenidos, en todas las cadenas de televisión programan películas de terror durante este día tan especial. tienen.

6) Concurso de disfraces

Haz un concurso de disfraces en casa para que, a una hora determinada, vengan todos los amigos de tus hijos y los niños del vecindario y participen para evaluar cuáles son los 3 mejores disfraces, según las categorías que te apetezca establecer. Por poner varios ejemplos: Premio al disfraz más original (uno que no lleve nadie más), Premio al disfraz más elaborado (que tenga más detalles y complementos), y Premio al maquillaje más adecuado al disfraz. Y para cada uno ten preparada, como regalo, una calavera portacaramelos, por darte una idea que seguro que les chifla.

7) Organiza juegos

Hay juegos muy propicios para Halloween como el escondite, ya que todo está a oscuras, con la única iluminación sutil de las velas, y es fácil esconderse pero es difícil pillar. Podéis jugar también al frío-caliente, a adivinar nombres de personajes de terror que salen en las películas que les gustan, o a acertar los títulos de esas preguntas según las pistas.

EXTRA: 5 consejos para una fiesta perfecta

1. Ten en cuenta que ellos son siempre los protagonistas. No te empeñes en hacer algo sólo porque tú lo tenías previsto, si ves que no les está divirtiendo y quieren cambiar, sé flexible.
2. Ten pensadas multitud de actividades opcionales para ofrecerles cuando veas que se están aburriendo o cansando de una actividad, que puedan escoger.
3. Si en un momento dado quieren ir a casa de otros niños, permíteles que vayan, tu casa no tiene que ser el epicentro por mucho que te la hayas currado.
4. Participa en la medida en que la actividad requiera de la participación de adultos. Si ves que ellos se apañan solos, déjales que tiren de su creatividad y su imaginación y, simplemente, muéstrate disponible.
5. En vez de estar todo el rato encima vigilando, fomenta que se hagan responsables entre ellos, de mayor a menor edad, para que se cuiden mientras se divierten sin hacer trastadas demasiado arriesgadas por el hecho de ir disfrazados (y creerse que nadie les va a identificar, que esto lo hacemos hasta los adultos).