Vivimos en un mundo digital. Lo analógico ocupa cada vez un papel más secundario y la digitalización ha llegado para quedarse. Las fotografías en papel ya son anecdóticas, los documentos impresos son cada vez más escasos, la banca física ha dado paso a la banca digital, e incluso ya es raro utilizar un bolígrafo y un papel para escribir, sea lo que sea. En muchos casos, la digitalización la tenemos tan asumida que ni siquiera hemos sido conscientes de ella.
Las soluciones digitales se han implantado para hacer más sencillo, más cómodo y más eficiente nuestro día a día. E incluso más ecológico. Más aún desde que los teléfonos inteligentes han pasado a ser una prolongación de nosotros mismos. Si queremos, ya no usamos tarjetas de crédito físicas, entradas para un espectáculo en papel o billetes de tren tradicionales, porque el móvil ya se encarga de todo ello.
Prácticamente todos los sectores han instaurado ya su propia digitalización, y los transportes no iban a ser una excepción. En el mundo ferroviario viajamos en trenes cada vez más inteligentes, y la tecnología digital permite una comunicación más ágil, con procesos más sencillos, personalizables y con valores añadidos. Por lo que la digitalización del sector ferroviario nos hace la vida más fácil, y está a punto de hacerlo todavía más.
Antes, desplazarnos de un punto a otro podía ser una tarea complicada, sobre todo si teníamos que combinar diferentes transportes o estábamos en un entorno desconocido. Pero la digitalización está también al servicio de los viajeros, y dōcō, la nueva plataforma integral de movilidad de Renfe, es un buen ejemplo de ello. A través de ella podremos desde un mismo lugar y mediante un pago único combinar transportes públicos, privados y compartidos, urbanos e interurbanos, para llegar a cualquier lugar, sea cual sea, de una forma más sencilla. Unificando grandes compañías de transporte, dōcō ofrecerá las mejores rutas y combinación de modos de transporte para llegar a un destino, pudiendo escoger entre las opciones más rápidas, las más económicas o las más sostenibles.
Como viajeros, no solo nos beneficiamos de la digitalización del sector ferroviario mediante billetes electrónicos o plataformas integrales como dōcō, sino también a través de tecnologías que no vemos, pero sí notamos en nuestro día a día. Para mejorar los sistemas de comunicaciones entre trenes de Media Distancia y Cercanías, Renfe ha puesto en marcha un sistema de comunicación digital GSM-R (Sistema Global de Comunicaciones Móviles para Ferrocarriles) en 534 trenes de ancho convencional. Con el que se consigue una comunicación continua entre los trenes y los centros de control, lo que garantiza la seguridad de todos.
También la digitalización ha transformado la gestión de las estaciones ferroviarias. Nuevos sistemas de inteligencia artificial implementados en los equipos de videovigilancia de cerca de 500 estaciones de Cercanías permiten el análisis constante y en tiempo real de la situación de los espacios para poder tomar en todo momento mejores y más rápidas decisiones, y así mejorar la seguridad y la experiencia de los viajeros. Con este sistema se pueden captar de forma automática e instantánea posibles caídas de personas u objetos a las vías, así como incendios, actos vandálicos o el fraude en el acceso a los servicios.
La transformación de las estaciones de tren también la podemos apreciar por nosotros mismos. Los clásicos carteles de papel serán sustituidos por una nuevas pantallas multimedia donde se mostrará toda la información de interés para los viajeros de forma visual y continuada, como horarios y trenes, eventos o cualquier otro servicio o información relevante, de manera que pueda estar actualizada en todo momento.
E incluso la Inteligencia Artificial se puede implantar para llevar a cabo el mantenimiento de los trenes y el material rodante. Renfe y Microsoft colaboran para poner en marcha nuevas soluciones mediante el uso de gafas Microsoft HoloLens y realidad mixta que permitan el acceso a documentación técnica, recursos formativos y plataformas colaborativas.
La propia Renfe se ha puesto en marcha para llevar a cabo una profunda digitalización interna, yendo más allá de sus trenes y servicios. El programa TrenLab representa un impulso hacia el futuro y tiene como objetivo apoyar a startups y emprendedores innovadores para incorporar su capacidad de innovación y disrupción a los servicios de Renfe. Tras atraer a más de 900 startups desde su puesta en marcha, TrenLab ha acelerado ya a doce de ellas.
Por su lado, nuevos Centros de Competencias Digitales descentralizan los servicios tecnológicos, y hacen de motor de medidas para mejorar la competitividad, el desarrollo de nuevas actividades económicas, el aprovechamiento de recursos locales y el talento asociado al entorno. Y al mismo tiempo que significarán la creación de 400 nuevos puestos de trabajo, ahorrarán a Renfe unos 35 millones de euros anuales. Del mismo modo, la digitalización interna de Renfe facilita el mantenimiento de sus flotas, pues permite unificar las plataformas digitales al servicio de los empleados e impulsar la colaboración entre ellos.
Y como no podía ser de otro modo, también la digitalización llega a la información facilitada por Renfe. A través de un nuevo portal de Open Data (data.renfe.es) cualquier ciudadano tiene acceso a información de utilidad pública, con datos sobre estaciones, trenes o viajeros.