En 1954, en España había 28 millones de habitantes, tuvo lugar una nevada histórica, el Real Madrid ganaba la tercera liga de su historia y nacían, entre muchos otros, el actor Antonio Resines, el músico Rosendo Mercado o el humorista Millán Salcedo. Ese mismo año, en Alhama de Murcia, una localidad cuyo número de habitantes cabría en el campo del Girona, se creaba una pequeña fábrica de embutidos. Siete décadas más tarde, Alhama ha duplicado su población, el Girona se codea con el Real Madrid y el Barça y esa pequeña fábrica de embutidos se ha convertido en ElPozo, una marca de referencia que está presente en más de 80 países de todo el mundo.
ElPozo es la evolución de una tienda de comestibles de tan solo 12 metros cuadrados que Antonio Fuertes y Piedad Fernández, padres de José, Tomás y Juana, la segunda generación de El Pozo Alimentación, abrieron en Alhama de Murcia. El pequeño negocio estaba situado en la plaza El Pozo Concejil por lo que era conocido como la tienda de Antonio el del pozo. De ahí tomó el nombre la que hoy es una de las principales marcas de alimentación en España.
“El Pozo Alimentación me ha acompañado los últimos 47 años de mi vida, gran parte de mis mejores amigos los he conocido aquí”, explica Diego Antonio Sánchez, trabajador en el Centro Logístico de Productos Elaborados que llegó a la planta de procesamiento de la empresa con 16 años. “Cuando entré en la fábrica, en 1977, éramos alrededor de 50 o 60 trabajadores y a dos meses de mi jubilación somos más de 5.000 personas”, rememora. En aquel momento, España ya tenía 36 millones de habitantes, el pan costaba unas nueve pesetas, se estrenaba la primera película de la saga de Star Wars y se celebraron las primeras elecciones tras la dictadura.
La familia Fuertes antes de los 50 y varios trabajadores de la década de los 60 - © ElPozo
Hoy en día, España roza los 49 millones de habitantes, puede presumir de encontrarse entre uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo y es el segundo país en ingresos provenientes del turismo internacional. Y siete décadas después de su nacimiento, El Pozo Alimentación es el proyecto líder de un holding empresarial formado por más de veinte empresas con una facturación que supera los 2.000 millones de euros y cuyo principal core-business es la alimentación. No en vano, en estos 70 años han desarrollado más de 1.500 referencias en cinco especies —cerdo (blanco e ibérico), ternera, pavo y pollo—.
En la actualidad, la empresa se está focalizando en ofrecer un surtido amplio y eficiente que permita a los consumidores un consumo a la carta. Y es que El Pozo Alimentación ha sabido leer los cambios en la sociedad y la evolución de los hábitos de vida hacia una apuesta por alimentos saludables, invirtiendo en la innovación y sostenibilidad para obtener nuevos productos con mejores características nutricionales que son capaces de satisfacer las necesidades de los consumidores. Todo ello, sin olvidar sus raíces, lo que les ha permitido, no solo conservar un carácter único, sino mantenerse como una empresa familiar y de capital español en su totalidad.
En la expansión, la propia empresa reconoce dos factores que considera determinantes. Por una parte, su plantilla, que supone el alma de la compañía desde los orígenes. “Soy consciente de que, gracias a mi esfuerzo y al de mis compañeros, los alimentos que elaboramos en El Pozo Alimentación están presentes en todo el mundo”, asegura Sánchez. Este trabajador, que lleva casi cinco décadas en la empresa, ha visto cómo las condiciones han evolucionado mucho a lo largo de los años, reflejando los mismos avances que se producían en la propia sociedad española. “El cambio es visible, ahora tenemos la oportunidad de conciliar nuestra vida laboral con la personal gracias a que disponemos de horarios más flexibles”, señala.
Diego Antonio Sánchez y Julia García, trabajadores de ElPozo - © ElPozo
El otro factor determinante, según la compañía, son los propios consumidores, que han hecho que la marca ElPozo sea, durante ocho años consecutivos, la más presente en los hogares españoles. Todo ello con una importante apuesta por la calidad y seguridad de sus propuestas con unos estrictos mecanismos de control y vigilancia que van desde el origen de la producción hasta su destino a través de un modelo circular único que garantiza la total trazabilidad de los alimentos, desde la granja hasta el paladar.
“El Pozo Alimentación es una empresa con valores muy fuertes, compromiso, superación y estabilidad”, explica Julia García que lleva dos años en el departamento de Comunicación y Relaciones Externas, aunque antes había trabajado algún verano en el área de producción para costearse los estudios y había hecho prácticas en la empresa. “Soy de Alhama de Murcia, así que he tenido a El Pozo Alimentación presente toda mi vida, es un referente para mí. Siempre ha estado ahí, reflejado en mi familia, amigos y vecinos”, describe.
No hay duda de la importancia que tiene una empresa como ElPozo para nuestro país, pero el camino a ser una marca presente en tantos hogares tiene que ver con la notoriedad alcanzada por su presencia en televisión, a partir de los años 80, donde empieza a asociarse con figuras destacadas de la televisión y del cine transmitiendo cercanía y familiaridad. Su primera campaña de publicidad, en 1981, fue protagonizada por la actriz Rafaela Aparicio que anunciaba su producto estrella: la sobrasada.
La actriz Rafaela Aparicio - © ElPozo
Pero El Pozo Alimentación también ha querido asociar sus principios al deporte. Una de sus primeras acciones en este sentido fue apoyar al equipo de fútbol sala que lleva su nombre y que hoy milita en Primera División y que, con 35 años, es el patrocinio deportivo más longevo del país. Es solo el inicio de una estrategia y una apuesta por asociar su identidad corporativa con los valores del deporte en distintas disciplinas. Ya sea en forma de deportistas a modo individual —en la actualidad, el tenista Carlos Alcaraz, y la futbolista Olga Carmona son sus embajadores de marca— como clubes, equipos e incluso grandes eventos, como La Vuelta o el Equipo Paralímpico Español. Además, El Pozo Alimentación también integra el mundo del deporte en su propia empresa con la promoción de la actividad física entre sus trabajadores facilitándoles instalaciones deportivas.
El tenista Carlos Alcaraz - © ElPozo
Esta empresa que nació hace siete décadas gracias al esfuerzo y el tesón de un matrimonio sigue empeñada en que la mejor manera de generar empatía es desde la humildad y la austeridad, buscando la complicidad día a día del consumidor. Por ello es célebre la frase de su presidente, Tomás Fuertes, que resume la filosofía de su empresa con esa misma sencillez: “Mucha ilusión en hacer las cosas siempre mejor que el día anterior”.