España es un país seguro, especialmente si se entiende seguridad como la combinación de protección y asistencia a las personas. De esta forma, un análisis centrado en el primero de los conceptos desvela que nuestro país ha alcanzado este año el máximo histórico de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil con 156.400 efectivos, a los que habría que sumar los miembros de las policías autonómicas y municipales. Pero si la reflexión pone el foco en la asistencia y la salud, los datos son todavía más llamativos: el número de sanitarios ejerciendo rozaba el millón en el año 2021, último ejercicio del que el Instituto Nacional de Estadística dispone de datos contrastados.
En lo que respecta a la tasa de criminalidad, la española es una de las más bajas de Europa con 48,9 hechos penales conocidos por cada mil habitantes, lejos de Reino Unido (79,5), Alemania (60,7) o Bélgica (74,8). De hecho, las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento durante 2022 de un total de 2.323.075 infracciones penales, según recoge el Ministerio del Interior. Y respecto a la salud, el 45,8% de los españoles de 65 años o más poseen una valoración positiva de su estado de salud, lo que también sitúa a España por encima de la media europea, que se encuentra en 43,3%, tal y como refleja el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2022.
El sector privado también saca pecho y presume de su contribución a la seguridad. Por un lado, la sanidad privada ha mejorado su accesibilidad en términos generales, según especifica el Estudio RESA 2023, encargado por la Fundación IDIS, mientras que el sector de la protección cuenta con 1.570 empresas especializadas ejerciendo. Si a estos se suman los mencionados agentes de policía, el total de profesionales operativos dedicados a la seguridad supera ampliamente los 300.000, estableciendo una ratio de un profesional por cada 143 habitantes, de nuevo distanciándose de la media europea, tal y como recogen organismos como la Fundación Borredá o la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser).
Pero de nada sirve tener cantidad, si no se dispone también de calidad, razón por la que estas cifras positivas vienen acompañadas por una constante evolución de los modelos de seguridad. En este sentido, Rosa Rodríguez Rico, directora de Asesoría Jurídica Regulación y Relaciones Institucionales de Securitas Direct, explica que “hace 30 años los sistemas de seguridad se asociaban principalmente a grandes instalaciones o villas. Sin embargo, hoy, se han extendido a toda la población e incluso han trascendido las barreras del hogar o un negocio, llegando a proteger a las personas, estén donde estén”. “La tecnología se ha puesto al servicio del bienestar”, opina la experta, y añade que “actualmente existe una comunicación directa, inmediata y muy operativa entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y los servicios de emergencia con los expertos de las centrales receptoras de alarmas”.
Concretando, desde Securitas Direct hoy ofrecen sistemas que incluyen conexión directa con su Central Receptora de Alarmas (CRA) —la más grande de Europa—, sistema de habla escucha integrado en sus dispositivos y atención ante incidencias en menos de 20 segundos con aviso a Policía o emergencias en caso de que sea necesario. Además, han logrado extender esa atención inmediata más allá de las barreras del hogar con servicios como Guardián Verisure, que realiza un acompañamiento desde la app MyVerisure, indicando la ubicación en tiempo real para corroborar que el usuario llega correctamente a su destino. Ante una hipotética incidencia, este sistema activa el protocolo de emergencia que avisa inmediatamente a los profesionales de la CRA de la compañía que geolocaliza al usuario y realizan un acompañamiento constante hasta solucionar la incidencia.
En paralelo, han logrado extender esa cobertura ante emergencias a todos sus dispositivos y es que los usuarios de la compañía disponen de un botón SOS tanto en su panel central como en la app MyVerisure. De esta manera, desde Securitas Direct logran estar cerca de las personas también en el caso de incidencias o emergencias sanitarias, porque saben que la seguridad privada también tiene aquí un papel clave, convirtiéndose en un pilar fundamental para la labor asistencial.
“Más del 10% de las incidencias gestionadas desde la Central Receptora de Alarmas de Securitas Direct en 2022 fueron emergencias médicas”, remarca Rosa Rodríguez Rico para evidenciar el papel que tiene la asistencia y la atención de las emergencias médicas dentro de la protección integral. “También realizamos 25.000 acompañamientos con riesgo a través de Guardián Verisure, un servicio que utilizan más de 270.000 personas”. La directora de Asesoría Jurídica de Securitas Direct detalla, asimismo, que el sistema de Protección Senior® que ofrece la compañía atendió en el mismo periodo “más de 125.000 señales, de las que 31.500 se derivaron a los servicios de emergencias”.
La colaboración entre seguridad pública y privada es “motivo de orgullo” para Securitas Direct. “Esta sinergia comenzó hace décadas, aunque se ha intensificado en los últimos años”, subraya Rosa Rodríguez Rico. “Nosotros entendemos la seguridad como un derecho humano y desarrollamos nuestra labor con el firme propósito de construir un país más seguro. Es significativo —enfatiza la experta— que el segmento de las alarmas conectadas está regulado por la Ley de Seguridad Privada, dependiente del Ministerio del Interior. En concreto, nuestro marco regulador es el más extenso y robusto de Europa, lo que demuestra relevancia y garantiza la cooperación público-privada para maximizar la eficiencia de nuestro servicio”, remarca.
Pero ¿cuál es la función concreta de la seguridad privada respecto a la pública? La representante de Securitas Direct aclara que “el cometido es colaborar de forma natural desarrollando nuestros servicios allí donde otros no pueden llegar, dentro y fuera del hogar, ejerciendo de eslabón y filtrando los riesgos y emergencias reales de las que no lo son”. Así, Rosa Rodríguez Rico constata que “gran parte de los esfuerzos se orientan a incrementar las capacidades de detección, reducir el tiempo de verificación y envío de señales de alarmas reales a la policía, con el objetivo de optimizar el uso de los recursos públicos y eficientar la respuesta a los ciudadanos incrementar la eficiencia en nuestros protocolos. Los analizamos para aplicar acciones correctoras. Además, hemos creado un grupo de trabajo sectorial conjunto orientado en la actualización y modernización regulatoria de los procesos de verificación de alarmas”.
Por su parte, la Policía Nacional cuenta con un Plan de Colaboración con el Sector de la Seguridad Privada desde el año 2012, materializado con el Programa Red Azul. Este se asienta “en la necesidad de trascender el modelo actual de exigencia legal para llegar a uno de complementariedad y corresponsabilidad, que ponga en común recursos y facilite una verdadera alianza de seguridades", según destacan fuentes oficiales. Con este mecanismo, la seguridad pública se compromete a garantizar “reciprocidad y bidireccionalidad, integración y distribución de la información, participación en la planificación, mejora continua y reconocimiento profesional”. La meta común es “mantener una voluntad y actitud proactiva, abierta y favorable a la colaboración, tratando de superar los posibles inconvenientes o dificultades que puedan surgir”, confirman desde Policía Nacional.