En un planeta cada vez más sobrepoblado donde los recursos son finitos, todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad son una prioridad. Esto cobra una especial importancia en el ámbito de la alimentación, tan ligado a cuestiones vinculadas con parámetros medioambientales. Solo las compañías que apuesten de verdad por una producción de alimentos que sea eficiente y responsable con el medio ambiente pueden contribuir a la lucha contra los efectos del cambio climático. Es el caso de El Pozo Alimentación, la empresa líder a escala europea que acaba de reducir un 25% su huella de carbono, tal y como se había marcado en su objetivo 2020-2025.
Para alcanzar este hito, sus responsables han impulsado diferentes iniciativas relacionadas con la generación y consumo de energía eléctrica renovable, los procesos logísticos, la cadena de suministro y la circularidad. Todos estos proyectos han supuesto una inversión de unos 35 millones de euros, que han contribuido a que la compañía avance en la consecución de sus objetivos de descarbonización, y desarrolle una economía más verde y eficiente.
Una de las acciones más relevantes es la construcción de la central solar fotovoltaica más grande de España para producir energía eléctrica destinada al autoconsumo. Esta instalación consta de 45.500 módulos fotovoltaicos, con una potencia total instalada de 27,8 megavatios pico. Esto implica que el 20% del total de la energía que consume la empresa se genera en esta planta, lo que reduce sus emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, favorece la lucha contra el calentamiento global.
Además, El Pozo Alimentación ha puesto en marcha un novedoso proyecto de economización energético basado en la recuperación de calor en sus instalaciones centrales de Alhama de Murcia. Todo este calor residual que procede de los procesos industriales se aprovecha para otras actividades que también necesitan energía térmica, lo que se traduce en un ahorro de 35 gigavatios anuales.
Planta Fotovoltaica - © El Pozo
Asimismo, la compañía ha adoptado distintas medidas para mitigar los gases contaminantes en su cadena de suministro, tal y como establece en su plan de acción de descarbonización. La adquisición de vehículos más sostenibles que reducen el gasto en combustibles fósiles a favor de energías alternativas, y la optimización de las cargas y de las rutas son algunas de ellas. Un ejemplo de esta apuesta es el proyecto de reparto y distribución con camiones eléctricos cero emisiones para alcanzar una logística sostenible. La empresa ya cuenta con dos vehículos cien por cien eléctricos que funcionan en la ciudad de Murcia para abastecer a 232 clientes, y piensa extrapolar este sistema al resto del país.
Gracias a la suma de todas estas propuestas, El Pozo Alimentación ha logrado la segunda estrella Lean & Green –una plataforma europea presente en más de 14 países y que supera las 600 empresas adheridas– que otorga en España la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Se trata de un reconocimiento a aquellos negocios que son capaces de disminuir, al menos, el 30% de las emisiones en sus procesos logísticos. Con este galardón, la marca se sitúa entre los cinco primeros fabricantes de gran consumo en nuestro país en lograr este hito en sostenibilidad.
El Pozo Alimentación, hacia una logística sostenible - © ElPozo
La compañía de alimentación ya obtuvo su primera estrella en 2022, solo un año después de incorporarse a esta iniciativa. Esto le ha permitido reforzar su compromiso ambiental y desarrollar actuaciones beneficiosas tanto para sus clientes como para el resto de la sociedad. El hecho de participar en Lean & Green favorece, por un lado, la posibilidad de definir sus objetivos medioambientales, con acciones de mejora que pueden medirse y cuantificarse. A su vez, obliga a la empresa a implantar distintos protocolos y a hacer un seguimiento de evaluación trazable de las medidas que ha adoptado. Esta fórmula garantiza la transparencia de los resultados que se obtienen en las auditorías.
Para el director general de El Pozo Alimentación, Rafael Fuertes, todos estos pasos sirven para reducir la huella de carbono del negocio, que se calcula y certifica desde 2017, y para proteger el medio ambiente. “Además, reforzamos nuestro compromiso con la sociedad en nuestra política de descarbonización al avanzar en una logística eficaz y eficiente”, añade.
Otra estrategia arraigada en el adn de la compañía es su apuesta por la circularidad en el proceso de envasado. Este impulso de la economía circular ha convertido a El Pozo Alimentación en la primera de su sector en obtener la certificación Retray, que otorga Ecosense Foundation. El sello garantiza la recuperación, reciclado e incorporación de materiales plásticos utilizados en los envases de sus productos. La calidad de estos embalajes asegura, a su vez, la seguridad, calidad y conservación de la comida, lo que reduce el desperdicio alimentario.
Vista aérea ELPOZO ALIMENTACIÓN - © Blas Martínez
El tratamiento y el uso del agua es, asimismo, uno de los puntos fuertes de su política de sostenibilidad. La empresa depura la totalidad de sus aguas residuales, que posteriormente aprovecha para el riego agrícola, y cuenta con un plan de ahorro para rebajar su huella hídrica. En esta misma línea, ha aplicado un programa para minimizar sus residuos enfocado a la prevención y a la recuperación de estos desechos mediante el reciclado, el compostaje y la valorización energética. El 95% de los residuos producidos durante su actividad son valorizados, lo que evita que acaben en los vertederos. Otro proyecto de reciclaje interesante es el denominado Centro de trabajo sostenible, diseñado para la recogida selectiva a nivel doméstico, que ha alcanzado las 10 toneladas de envases.
Todo este conjunto de soluciones impulsadas por El Pozo Alimentación, encaminadas hacia la sostenibilidad, demuestran su compromiso real con el futuro del planeta y con las nuevas generaciones.