La investigación, un factor vital en la lucha contra el cáncer de mama

Los avances en el campo de la investigación y la medicina (diagnóstico y tratamientos), así como las mejoras en la calidad de vida ligadas a la prevención, han conseguido mejorar sustancialmente el abordaje de las enfermedades cancerosas.

De hecho, gracias a los esfuerzos en el ámbito de la investigación, la supervivencia en cáncer ha aumentado alrededor de un 20% en los últimos 20 años. Esta mejora ha sido posible fundamentalmente por el desarrollo de tratamientos más eficaces y de herramientas técnicas que favorecen diagnósticos precoces y más precisos. Así pues, la investigación representa en la lucha contra el cáncer la posibilidad de que la enfermedad sea detectable, prevenible y curable.

Mayor incidencia entre las mujeres

Los tumores más frecuentes son el pulmonar, hepático, colorrectal, gástrico y mamario. Este último, el cáncer de mama, se origina en distintas partes del seno y, si las células cancerígenas se diseminan alcanzando otras partes del cuerpo, puede desarrollarse metástasis.

La enfermedad afecta tanto a mujeres como a hombres, pero más del 99% de los casos ocurre en las primeras. La franja de edad de los 45-65 supone la de mayor incidencia de esta neoplasia, aunque aproximadamente un 10% se diagnostica en mujeres menores de 40 años.

Según los últimos datos recogidos por el Sistema Europeo de Información del Cáncer, en 2018 se diagnosticaron un total de 32.825 nuevos casos de cáncer de mama en España.

En nuestro país, la supervivencia global a los 5 años del diagnóstico de un cáncer de mama es del 82,8%, situándose cerca de los países con mayores cifras de supervivencia (90,2% en Estados Unidos o el 89,5% en Australia). De este modo, la superación de la enfermedad ha aumentado de manera significativa, adquiriendo especial importancia el diagnóstico precoz y la eficacia de los tratamientos.

Novedades en la investigación

La investigación de los procesos oncológicos en España se está concentrando, en los últimos años, en el diagnóstico del cáncer incluso antes de la aparición de los primeros síntomas, el diseño de nuevas generaciones de tratamientos dirigidos específicamente a eliminar solo las células tumorales, así como a identificar opciones terapéuticas para eliminar los tumores más resistentes. Por esta razón, está adquiriendo especial relevancia la medicina personalizada, las inmunoterapias, además de los equipos médicos multidisciplinares y los cuidados integrales de los pacientes.

Prueba de ello es, por ejemplo, la labor de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), entidad de referencia en la lucha contra la enfermedad. Está integrada por pacientes, familiares, personas voluntarias y profesionales que trabajan unidos para prevenir, sensibilizar, acompañar a las personas afectadas y financiar proyectos de investigación oncológica que permitan un mejor diagnóstico y tratamiento del cáncer.

Iniciativas solidarias para combatir el cáncer de mama

Cada vez son más las personas, instituciones y empresas que brindan su apoyo para que las iniciativas llevadas a cabo por la AECC sigan contribuyendo a la lucha contra el cáncer. Sin ir más lejos, Banco Santander, con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebró el pasado 19 de octubre, puso en marcha el Redondeo Digital Solidario. Se trata de una plataforma que permite a aquellos clientes que así lo deseen convertir su tarjeta, tanto de débito como de crédito, en solidaria, ya que tras cada compra realizada se redondea al entero superior (por ejemplo, si una compra cuesta 9,80€, los 20 céntimos que faltan hasta los 10€ son los transferidos como donación). El importe del redondeo de las compras del mes natural se acumula y se dona a la asociación.

Todos los fondos recaudados se destinan al Programa de Atención Integral a la Mujer Con Cáncer de Mama, de la AECC, donde las pacientes y sus familiares pueden recibir de manera gratuita atención psicológica especializada, y atención social, además de participar en otras actividades para respaldarlas en la superación de su enfermedad.

Testimonio de supervivencia

Isabel Rivero es una de las 12.000 mujeres que el año pasado participaron en el programa integral de la AECC. En 2015, Isabel fue a la consulta de su ginecólogo preocupada por un extraño bulto en uno de sus senos. Aunque, en un primer momento, las pruebas descartaron que se tratara de un tumor, finalmente nuevos resultados certificaron el diagnóstico de cáncer de mama. Mediante técnicas de radioterapia y quimioterapia, sumadas a la cirugía de extracción, superó la enfermedad en una primera fase. Sin embargo, al cabo de poco tiempo, se produjo una recidiva, término con el que se conoce la reaparición de un tumor, pero esta vez en la otra mama. Isabel volvió a enfrentarse al cáncer y, gracias a la investigación y los nuevos tratamientos, se cuenta entre las mujeres que, a día de hoy, trabajan y pueden llevar una vida normal, con unos mínimos controles médicos.

Madre monoparental de una hija de cuatro años, reconoce que la ayuda integral que recibió en la AECC fue imprescindible para afrontar el día a día y mantener la fuerza necesaria para luchar contra la enfermedad. En el relato de su experiencia, Isabel pone especial énfasis en el aspecto emocional. “El cáncer despierta el temor frente a la muerte” en la sociedad y “provoca la angustia de los familiares y seres queridos”. De ahí que ella considere tan importante el soporte psicológico que la asociación ofrece para los pacientes y sus familiares. Ese que tan bien le ha ido a Isabel para “hablar claramente de cómo te sientes” y también a su hija, que la ha ayudado “a nivel conductual y a superar dificultades y temores”.

Asimismo, aspectos tan importantes como el cuidado físico y la nutrición en pacientes de cáncer que se someten a quimioterapia son atendidos en la AECC mediante fisioterapeutas y nutricionistas. Además de la investigación oncológica, la asociación “te da todo lo que no te pueden ofrecer los médicos” para luchar y superar el tumor.

Diagnóstico precoz y prevención

El diagnóstico precoz es fundamental para mejorar las probabilidades de curación en el cáncer de mama, ya que, si se detecta en un estadio temprano, puede evitarse la extensión de la enfermedad. De hecho, se calcula que la detección precoz del cáncer de mama reduce el riesgo de morir por la enfermedad en un 30% o más.

La mamografía ha demostrado ser la prueba de cribado de cáncer de mama más efectiva. A partir de los 40 años, o antes si se tienen antecedentes familiares, los especialistas recomiendan hacerse anualmente una mamografía.

Si se realiza correctamente, la autoexploración periódica de la mama también ayuda a detectar posibles anomalías. Para ello se debe palpar el seno con la mano contralateral a la mama explorada, al tiempo que se levanta el brazo para que se produzca el aplanamiento de la mama y sea más sencilla la detección de nódulos. Una vez alcanzada la posición correcta, se deben hacer círculos de fuera a dentro con la palma de la mano extendida.

En cualquier caso, es muy importante acudir a la consulta del ginecólogo ante la aparición de un bulto nuevo en la mama o la axila, el aumento del grosor de la mama o hinchazón en parte de ella, irritaciones, enrojecimientos, hundimientos de piel o cualquier otra anomalía. Aunque el cáncer de mama no se pueda prevenir, el riesgo de padecer la enfermedad se reduce siguiendo algunos buenos hábitos y consejos fáciles de llevar a la práctica:

  • Evitar el sobrepeso y la obesidad
  • El control del peso es muy importante para evitar riesgos. Sobre todo, después de la menopausia.

  • Realizar ejercicio físico de manera regular
  • El ejercicio físico ayuda a controlar el peso y a mantener el cuerpo en buen estado. Se recomienda la práctica del deporte adaptado a las posibilidades de cada edad y condición física de la persona.

  • Restringir el consumo de alcohol
  • La recomendación es beber con moderación y no sobrepasar el vaso de vino diario.

  • No fumar
  • El tabaquismo se asocia a muchas enfermedades, siendo el cáncer de mama una de ellas, sobre todo en mujeres premenopáusicas.

  • Realizarse autoexploraciones
  • Y acudir al médico regularmente o en caso de notar alguna anomalía extraña.