Cinco mujeres que cambiaron la historia y la historia se olvidó de ellas

La serie de Movistar+ Pioneras recrea la vida de un grupo de mujeres que sobresalieron en sus disciplinas, pero apenas son recordadas y reconocidas hoy en día

S. Marcos | 21·diciembre·2020

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Cuando la invisibilidad no es un superpoder

En el género de ciencia ficción la invisibilidad es un don, incluso un superpoder, pero pasar desapercibido en la vida real —cuando te sobran los méritos para ser laureado— se asemeja más a una penitencia. ¿Te imaginas hacer algo increíble y que nadie pudiera saberlo porque eres invisible?, preguntamos a pie de calle. Si quien está detrás del logro es además una mujer, la lista de olvidadas es larga, y en prácticamente todas las disciplinas. Eso fue lo que les sucedió a La Roldana, la escultora más importante del Barroco, o a Dolors Aleu, la primera mujer en licenciarse en Medicina en España.

La historia de La Roldana tuvo lugar hace tres siglos, la de Aleu sucedió en la segunda mitad del XIX. Pese a la distancia temporal, hay un hilo común en las pioneras del pasado y las del presente: el escaso (o inexistente) reconocimiento público. Los entrevistados que aparecen en el vídeo que acompaña este reportaje no reconocen a Dolors Aleu, pero tampoco a la doctora en Robótica Concepción Monje, ni a María José Garrido, la primera mujer en dirigir una compañía con 200 guardias civiles. “Duele mucho que nosotras hagamos muchas cosas pero que no se nos reconozca”, responde una de nuestras entrevistadas.

Para recuperar los nombres de todas las mujeres que fueron vanguardia, y recordar que gracias a su ingenio, valentía y dedicación abrieron camino para todas las que venían detrás, Movistar+ acaba de estrenar Pioneras. “Hagamos que sus nombres se queden grabados en la historia y que sirvan de inspiración a otras mujeres que están cambiando el mundo”, reivindica la periodista Nieves Concostrina, cuya voz guía este singular recorrido por la historia. Y para conseguirlo, Pioneras también se detiene en la biografía de aquellas que todavía hoy siguen siendo las primeras.

Luisa Ignacia Roldán

(Sevilla, 1652-Madrid, 1706)

A La Roldana le pasó lo que a tantas artistas de la historia: aunque firmaba sus obras, muchas de ellas fueron atribuidas a su padre o a su marido. Nacida en 1652, su vida está llena de hitos: fue la primera escultora registrada; la primera mujer Escultora de Cámara, con Carlos II y Felipe V; y también la primera en ser nombrada desde Roma como Accadémica di merito, un privilegio que raramente había sido otorgado a un artista español, mucho menos a una mujer.

La Roldana desplegó una intensa y prolífica carrera en Sevilla, Cádiz y Madrid. Suyo es el Ecce Homo de la Catedral de Cádiz o el San Miguel de El Escorial. Precisamente consiguió, gracias a su talento, dotar al barro de prestigio y ponerlo de moda en ambientes eclesiásticos y nobiliarios. Sus pequeñas piezas en este material le otorgaron una notable influencia y un séquito de imitadores. A pesar de su éxito, La Roldana murió sumida en la pobreza. Sin embargo, hoy en día sus obras están expuestas en Nueva York, Londres o Toronto, y algunas de sus terracotas policromadas alcanzan precios estratosféricos en las subastas internacionales.

Dolors Aleu

(Barcelona 1857- 1913)

El tesón y la inteligencia de Dolors Aleu abrieron, más que caminos, autopistas: se convirtió, con muchísimas trabas, en la primera mujer licenciada en Medicina en España, aunque llegar hasta ahí no le resultó nada fácil. Acudía a la facultad escoltada para evitar que le lanzaran piedras y el Ministerio de Educación le denegó la autorización para presentarse a las pruebas de licenciatura, alegando que necesitaban comprobar que una mujer era capaz de alcanzar tales méritos. Su final también está empañado por la tragedia, pues todos sus archivos, diarios, historias médicas, fueron quemados por su marido.

Su trabajo, sin embargo, resultó esencial para una medicina con perspectiva de género. Dedicó su carrera profesional a la salud de las mujeres, la higiene femenina, la ginecología y la pediatría. Atendía en su consulta privada, pero también se dedicaba a pacientes sin recursos, prostitutas, madres solteras y huérfanos. Lo que Dolors Aleu defendió en su tesis doctoral aún resuena hoy en día: un ferviente alegato a favor de la igualdad y contra los prejuicios de género que también existen en una disciplina como la medicina.

Concepción Monje

37 años, Badajoz

Si todas las mujeres anteriores fueron pioneras del pasado, Concepción Monje lo es del futuro: doctora en Robótica, desde hace más de 10 años trabaja en la creación de TEO, un robot humanoide, y en la fabricación de exoesqueletos que permitan suplir miembros humanos. Forma parte de RoboticsLab, el grupo de investigación internacional en robótica más importante de España y de los primeros de Europa; colabora con centros de investigación de Alemania, Francia y Estados Unidos; además de asesorar sobre su campo en películas y series. Como divulgadora, Monje lucha para difundir los logros de mujeres científicas y de referentes femeninos en esta materia. Consciente del olvido en la que viven muchas predecesoras, decía en una entrevista: “La visibilidad de la mujer en la sociedad es de vital importancia. Es muy importante tener referentes femeninos y romper con ciertos tabúes”.

María José Garrido

41 años, Madrid

Doctora en Psicología, experta en Criminología y capitana de la Guardia Civil, María José Garrido ha participado en el esclarecimiento decenas de crímenes y es autora del libro Sobre personas y monstruos. Fue la primera mujer en dirigir una compañía con 200 guardias civiles, en un cuerpo donde el porcentaje de mujeres sigue siendo muy bajo, poco más de 7% del personal activo. Reconoce que ha vivido la soledad del mando por ser, en ocasiones, la única mujer entre muchos hombres, y por la dificultad de que su autoridad sea aceptada en su profesión. Su trabajo ha girado en torno a la igualdad, la dignidad humana y las mujeres víctimas de violencia de género. Elaboró una metodología de atención a las víctimas, ya que consideraba que faltaba empatía y sensibilidad a la hora de entrevistarlas tanto a ellas como a los testigos.

Lita Cabellut

59 años, Huesca

Apenas hay rastro de su obra en España, pero Lita Cabellut es la artista más cotizada del país y una de las referencias artísticas contemporáneas más importante más allá de nuestras fronteras. De origen gitano, y con una infancia complicada, los cuadros de esta pintora radicada en Holanda se pasean por medio mundo. Su inspiración bebe de las obras de Goya y Francis Bacon, además de la música de Camarón. Fue durante una visita al Museo del Prado, cuando apenas tenía 12 años, que decidió ser pintora. La injusticia y los temas sociales mueven su arte, donde predominan los retratos femeninos. Dice que el mundo artístico es todavía profundamente machista y que ser mujer, además de madre, le penalizó a la hora de encontrar su hueco. Por eso, en una entrevista reciente, pedía que se terminara con los prejuicios que condenan los logros de las mujeres: “Ojalá despertemos y reconozcamos la urgencia y la necesidad de hacer visible a la mujer como artista sin condiciones de género”.