Máquinas que generan datos en tiempo real para mejorar la productividad industrial

Sensorizar aparatos industriales es la misión principal de Nexiona, una de las 35 empresas que forman parte del ecosistema tecnológico innovador DFactory.
À. Monreal | 10·diciembre·2024

Atraer talento e impulsar la industria 4.0, el progreso social y económico. Estos son los objetivos que empujaron al Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) a levantar, hace tres años, DFactory Barcelona, un ecosistema tecnológico de fabricación inteligente de referencia internacional. En un enclave estratégico, a pocos minutos del puerto, del aeropuerto de Barcelona y de la misma capital catalana, un edificio de cuatro plantas y 17.000 m2 aglutina a las grandes corporaciones empresariales, startups, centros de innovación y laboratorios que forman parte de la cuarta revolución industrial o industria 4.0.

En uno de los terrenos que durante años ocupó la antigua factoría de Seat, ahora se alza un moderno inmueble diseñado por el estudio TurullSørensen Arquitectos en colaboración con PGI-Torrella. Un edificio inspirado en las grandes industrias metalúrgicas que adopta espacios y sistemas constructivos innovadores y sostenibles, como no podía ser de otro modo en pleno siglo XXI. Una estructura de acero reutilizable, fachadas que se adaptan al clima en función de la época del año, cubiertas verdes, útiles y productoras de energía y un recubrimiento con placas fotovoltaicas son algunas de las características formales del edificio. Cuatro plantas que se organizan alrededor de un espacio central muy abierto, con módulos laterales donde se agrupan zonas de reunión y trabajo, así como laboratorios para la investigación y el desarrollo tecnológico. Una construcción con áreas abiertas, diáfanas, flexibles y digitales que facilitan la elación entre empresas, personas y máquinasr, como reflejo de la nueva industria.

DFactory

Entrada del DFactory

DFactory agrupa a grandes corporaciones, pequeñas y medianas empresas y centros de investigación que desarrollan soluciones y productos innovadores de los sectores más disruptivos y punteros de la industria 4.0: inteligencia artificial, robótica, impresión 3D, blockchain, sensórica, internet de la cosas (IoT), ciberseguridad, fotónica, realidad virtual o fabricación avanzada. Su modelo de gestión consiste en la coordinación y colaboración de proyectos entre todas ellas, para así generar sinergias, tecnología conjunta y nuevos modelos de negocio. Actualmente aloja a más de una treintena de compañías y unas 500 personas trabajan en el edificio.

DFactory
Ampliación en marcha

“Convertir la región metropolitana de Barcelona en el gran distrito 4.0 internacional”. Así se expresó hace un mes Blanca Sorigué Borrell, directora general del CZFB, en el acto de presentación de la segunda fase de DFactory ante la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat de Catalunya, Sílvia Paneque. Una ampliación que se llevará a cabo en la ubicación contigua a la instalación actual y que añadirá una extensión de 72.500 metros cuadrados a los ya existentes. Se prevé que este crecimiento del ecosistema genere ocupación directa para 1.500 personas e indirecta para 5.000 profesionales más. De esta forma, la empresa pública impulsa su objetivo de convertirse en el gran distrito 4.0 no solo de Barcelona, sino de toda la región metropolitana de la ciudad, la de los cinco millones y medio de habitantes. Un epicentro tecnológico de innovación y transformación, de referencia en el sur de Europa, que impactará en toda la comunidad, liderará la nueva economía de Barcelona y permitirá crear nuevas oportunidades y soluciones para las empresas y el conjunto de la sociedad.

Equipo de Nexiona

El equipo de Nexiona | © Nexiona

Mientras la ampliación de DFactory va tomando forma, una de las empresas que se sumó al ecosistema barcelonés desde su puesta en marcha fue Nexiona, compañía fundada y dirigida por Jaume Rey desde hace más de 10 años. “Desarrollamos aplicaciones industriales para poder tomar decisiones en tiempo real”, define su director. Nexiona impulsa la digitalización industrial a través del uso de datos, del IoT —cuenta con una gran experiencia y conocimiento en este área— y de la analítica avanzada. Innovación para la industria 4.0.

“Estamos en DFactory desde que empezó. Es un espacio muy interesante, con un edificio que impresiona a los clientes y un entorno de innovación en el que empresas de prestigio compartimos experiencias”, sostiene.

Datos para mejorar la eficiencia
Datos para mejorar la eficiencia

Una de las consecuencias de la digitalización contemporánea ha sido la generación de datos. Datos por doquier. Grandes cantidades de datos que se pueden recopilar y analizar con el fin de mejorar la eficiencia y la eficacia de empresas, administraciones, instituciones, organizaciones y de la ciudadanía en general.

En el caso de Nexiona, su especialidad se centra en la monitorización de máquinas. “Nuestra potencia está en el conocimiento a la hora de obtener datos de máquinas, ya sea en movimiento —como excavadoras o coches— o fijas —en laboratorios, en la industria—. Extraemos datos del uso real que se lleva a cabo de las máquinas”, explica Rey, lo que permite tomar decisiones basadas en la experiencia empírica y, a la vez, conocer el estado de los aparatos. “Incorporamos datos del mundo físico a todo el flujo de datos para tomar decisiones en tiempo real. Facilitamos la toma de decisiones teniendo en cuenta lo que está pasando en el mundo físico, no solo en el entorno digital”, especifica.

“Ofrecemos sensorización de máquinas que, de entrada, no entregan datos. La gran dificultad es extraer datos de máquinas de hace 20-30 años, que no están pensadas para generarlas. Hacemos fontanería de datos”
Jaume Rey | Nexiona

“Ofrecemos sensorización de máquinas que, de entrada, no entregan datos. La gran dificultad es extraer datos de máquinas de hace 20-30 años, que no están pensadas para generarlas. Hacemos fontanería de datos”, añade.

Este conocimiento de la operatividad real de los aparatos también permite estar al corriente de la trazabilidad de la producción. “Podemos saber qué funciona y qué no funciona en un momento concreto”, indica el director de Nexiona. Y mejorar la eficiencia energética, puesto que “el 90% de la eficiencia energética se consigue apagando todo lo que no se usa, como sistemas de climatización cuando no hay personas trabajando o máquinas cuando no se están utilizando”, advierte.

Soberanía de los datos
Soberanía de los datos

Junto a la analítica de datos y al desarrollo de software y hardware para supervisar maquinaria, Nexiona también actúa como consultora —Sabemos qué funciona y qué no. No te haremos perder el tiempo, afirma en su página web— y como gestora de las soluciones tecnológicas que ofrece. Y uno de sus puntos fuertes es la soberanía de los datos. “Desde el principio, desde hace 12 años, apostamos por la soberanía de los datos: los datos siempre son del cliente. Queremos que el cliente se lo tome muy seriamente”, insiste Jaume Rey.

“La generación y análisis de datos empresariales de cualquier tipo —económico, social, técnico, legal, etc.— es en lo que se basa la competitividad del siglo XXI”, expresa la compañía en su web. “La capacidad de dominar nuestros datos de negocio a cualquier nivel y de controlar quién los ve (privacidad real, no intuida), dónde se almacenan —físicamente se encuentran en territorio donde aplica nuestra legislación y, con ello, nuestros derechos sobre dichos datos—, la capacidad de cambiarlos de proveedor de servicios en cualquier momento —sin que ello signifique una sangría económica ni un “empezar el proyecto de nuevo en otro proveedor”— son bases críticas de la economía del siglo XXI. Por ello, en Nexiona somos firmes defensores de que nuestros clientes tengan el completo control de todos esos aspectos”.

En cuanto a la internacionalización de Nexiona, aunque la mayoría de sus clientes son españoles, ya les han empezado a llegar encargos internacionales. Actualmente, la empresa desarrolla parte de su actividad en países como Noruega, Francia, Italia, Alemania, Canadà, México y Estados Unidos.