Se cumplen 20 años del nacimiento de la ley española de envases, una normativa que ha traído consigo una mejora en el tratamiento de residuos y un cambio de mentalidad de la ciudadanía, más concienciada con el cuidado del medio ambiente.
Hace 20 años aparecieron los primeros contenedores amarillos y azules en las calles españolas, al mismo tiempo que se creaba la Ley de Envases, aprobada en 1997. En esos primeros años apenas nadie reciclaba ni se sabía cómo hacerlo de manera correcta. En 2016, en cambio, se consiguieron cifras récords en materia de reciclaje en España, al superarse los 1,3 millones de toneladas de envases, un 4% más que el año anterior.
Dos décadas después de la aparición de los primeros contenedores para reciclar tenemos una sociedad más comprometida y concienciada con el medioambiente que ha interiorizado el hábito cotidiano de reciclar y ha aprendido a depositar los distintos tipos de residuos sin dudar ni un segundo. Así como unas administraciones públicas y unas empresas que se esfuerzan por mejorar las tasas de reciclaje en nuestro país.
Históricamente, País Vasco, Cataluña y Navarra han sido las regiones más sensibilizadas en materia de reciclaje. Comenzaron antes a hacerlo y hoy registran datos que les sitúan a la vanguardia de Europa, al nivel de países como Alemania, Austria o Bélgica.
El año pasado se reciclaron más de 1,3 millones de toneladas de envases, lo que supuso una reducción de un millón de toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera
Actualmente se recicla el 76% de los envases que se ponen en el mercado y van destinados a los contenedores amarillos y azules, más de 10 puntos por encima de los objetivos fijados por la Unión Europea para este tipo de residuos. Por categorías, los envases de metal alcanzaron en 2016 una tasa del 84,8%, los residuos de papel y cartón el 82,3% y los envases de plástico recuperados el 66,5%. Cifras que se superan con creces los objetivos establecidos dentro del Paquete de Economía Circular de la Comisión Europea para 2025.
Un contenedor cada 100 metros
En las calles españolas hay un contenedor por cada 100 metros. Es decir, hay más de medio millón de contenedores amarillos y azules para reciclar repartidos por toda la geografía nacional, concretamente 572.739 contenedores, según Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje y que también celebra este año su 20 aniversario, un ejercicio en el que la red de contenedores se ha incrementado en un total de 14.782 unidades. Asimismo, en 2016 se instalaron 1.600 espacios de reciclaje en lugares con grandes concentraciones de público como aeropuertos y centros deportivos, entre otros.
La alta tasa de reciclaje en nuestro país ha sido posible gracias al trabajo colaborativo de ciudadanos, administraciones y empresas, y a organizaciones como Ecoembes que “representa un perfecto ejemplo de colaboración público-privada que engloba a 46 millones de ciudadanos, más de 8.000 ayuntamientos y más de 12.000 empresas”, según asegura Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes.
Beneficios medioambientales del reciclaje
Este trabajo colaborativo para hacer viable el reciclaje tiene un impacto directo en nuestro entorno. A través del reciclaje de envases se consiguió el año pasado en España un ahorro de 1,3 millones de toneladas de materias primas, lo que nos ha permitido hacer un uso más eficiente de los recursos naturales. Asimismo, ha posibilitado la reducción durante 2016 de nuestro impacto en el entorno natural, ayudando a mantener el aire limpio, evitando la emisión de 1 millón de toneladas de CO2 a la atmósfera, el ahorro de 7 millones de megavatios, que es el equivalente al consumo eléctrico anual de más de 700.000 hogares españoles, y de 20,1 millones de metros cúbicos de agua.
A lo largo de estos veinte años de trabajo, el sistema ha evolucionado al mismo tiempo que lo hacían las políticas medioambientales a nivel nacional e internacional, poniendo a disposición de la sociedad española herramientas innovadoras que han introducido a nuestro país en la senda de la economía circular y convirtiendo al reciclaje en un hábito cotidiano e imprescindible para el cuidado del medio ambiente.
La evolución del reciclaje en materia legislativa es cada vez más ambiciosa, pero la gestión de los residuos que generamos sigue siendo una de las mayores preocupaciones ambientales. En este sentido, se han tomado diferentes medidas legislativas como la aprobación del Plan Estratégico Marco de Residuos (PEMAR), el Pacto por la Economía Circular y la Estrategia europea de Economía Circular, entre otras.
Con los envases reciclados en España durante los últimos 20 años, se ha evitado la emisión a la atmósfera 17,7 millones de toneladas de C02
En estas dos décadas de apuesta por el reciclaje se han ahorrado 17,7 millones de toneladas de C02, 33,6 millones de megavatios y 428 millones de metros cúbicos de agua, lo que supone casi el 20% del consumo total de agua en España durante 2016, según datos de esta organización medioambiental.
Seis latas recicladas, 10 minutos menos de tubo de escape
Que España sea un país que apuesta por el reciclaje ha sido posible gracias a la sensibilización y la cada vez más presente educación ambiental. Hacer entender a la ciudadanía los beneficios medioambientales del reciclaje ha sido imprescindible, ya que con pequeños gestos se consigue ahorrar materias primas, agua y energía, se evita la emisión de CO2 y se combate el cambio climático.
Ecoembes lleva 20 años “trabajando mano a mano con las administraciones públicas con este objetivo y lanzando más de 300 campañas de sensibilización cada año, así como numerosas iniciativas de educación medioambiental”, según cuenta Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes que destaca el enfoque emocional de sus mensajes para conectar con la población. “Al fin y al cabo, el planeta es la casa de todos y por ese motivo, cuidarlo es una responsabilidad global”, añade.
"El planeta es la casa de todos y cuidarlo es una responsabilidad global" - Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes
Una de sus campañas más destacadas, Recicla y respira, explica los beneficios del reciclaje con equivalencias. “Por cada seis latas o botellas de plástico que depositas en el contenedor amarillo contrarrestas diez minutos de un tubo de escape”, reza uno de sus lemas.
El futuro del reciclaje: la economía circular
El reto actual del reciclaje, según Ecoembes, es dejar atrás el “usar y tirar” y apostar por la reducción, la sostenibilidad de los recursos y por mejorar la tasa de reciclaje año a año, hasta alcanzar el 80% en el año 2020 (actualmente es del 76%).
Para lograr estos objetivos, trabajan en base a los tres pilares de la economía circular: la colaboración, la innovación y la educación.
En materia de innovación, el pasado mes de mayo se inauguró en La Rioja un centro para estudiar y aplicar en un entorno real las mejores prácticas en torno al envase y su posterior reciclado para avanzar hacia la economía circular. Con una inversión de 10 millones de euros hasta 2020, el proyecto, llamado TheCircularLab, busca estudiar, probar y desarrollar prácticas en el ámbito de los envases y su posterior reciclado. Cómo deben ser los envases en el futuro, la gestión de los residuos, con contenedores inteligentes, geolocalizados y conectados, o el desarrollo de herramientas que permitan optimizar las rutas de recogida son algunas de las iniciativas que el centro impulsa.
En el campo de la educación, por su parte, se sigue trabajando en cursos y talleres de concienciación, con el propósito de incluir el medio ambiente como una competencia más dentro del currículum escolar.
Pese a todas estas iniciativas, Rey considera que para continuar avanzando es necesario trabajar para impulsar el consumo responsable, así como imponer la obligatoriedad de la recogida selectiva de los distintos tipos de residuos.