No es ciencia ficción: claro que puedes (y debes) incorporar la IA al modelo de negocio de tu empresa

Tomás Muñoz | 10/12/2021
En el mercado han aparecido nuevos modelos como Plaiground que ponen a disposición de cualquier empresa todo un ecosistema de especialistas en IA

Robots tomando conciencia de sí mismos y rebelándose contra los seres humanos que los crearon: ese era el concepto de inteligencia artificial más extendido hasta hace no tanto tiempo. Con el paso de los años, como ha ocurrido con otros desarrollos tecnológicos, cuando la idea disruptiva baja de la ciencia ficción a la realidad se convierte en algo más prosaico y cercano. Sin embargo, la cotidianeidad puede quitar glamur, pero no le resta ni un ápice de utilidad. De hecho, esta disciplina científica tiene ante sí el desafío histórico de empezar a ser aprovechada a gran escala.

El primer reto es que sus usuarios potenciales entiendan qué es la IA —abreviatura en español de Inteligencia Artificial— y comprendan cómo puede ayudarlos. A grandes rasgos, se define como “la habilidad de una máquina para realizar funciones cognitivas que normalmente se asocian al cerebro humano, tales como percibir, razonar, aprender, evolucionar con la experiencia, resolver problemas, interactuar con el entorno e incluso ejercitar la creatividad”, tal como explica Luis Miguel Garay, profesor del Máster en IA de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Un robot

Actualmente, la IA se aplica en diferentes sectores e industrias de todo el mundo y su penetración tiende a ser cada vez mayor. “En el entorno empresarial —apunta el experto— se orienta de manera más precisa hacia el descubrimiento y el análisis de la información, con el propósito de realizar predicciones, recomendaciones y dar soporte a la toma de decisiones, facilitando las interacciones con las personas y automatizando ciertas respuestas”. O, lo que es lo mismo, las compañías pueden aprovecharse de la IA para decidir mejor basándose en los datos.

Tanto las empresas que ya utilizan la IA (early adopters), como las que la implementen con rapidez (fast movers) serán más competitivas

Luis Miguel Garay, profesor del Máster en IA de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Hasta el momento, las actividades económicas que están apostando más decididamente por la IA son las relacionadas con el desarrollo de productos y aquellas cuyas funciones se asocian a la operación de los servicios. También es útil en marketing, gestión del fraude y modelización del riesgo. Finalmente, se encuentran los entornos de fabricación, los recursos humanos, la logística y las finanzas corporativas. “Más allá de automatizar procesos para liberar tiempo y esfuerzo, la IA puede aplicarse de forma más creativa para identificar nuevas oportunidades, diseños y formas de llegar a los clientes”, concreta Garay.

Al mismo tiempo, el profesor de la UNIR tiene claro que su despliegue será universal en el medio y largo plazo. Por esta razón, “tanto aquellas empresas que ya la utilizan —denominadas como early adopters—, como las que la implementen con rapidez —fast movers— serán más competitivas”. Nuestro país, pese a estar situado a la vanguardia en lo que a digitalización se refiere, tiene una implantación de esta tecnología por debajo de la media europea que, a su vez, es relativamente baja en general.

Esta resistencia de las pymes españolas a la hora de introducir la IA se basa, según Garay, “en la gran cantidad de datos que requiere poder entrenar los algoritmos de ‘machine learning’, las todavía insuficientes ayudas públicas para acometer inversiones y la necesidad de disponer de un marco legal adecuado”. A estos motivos, el especialista suma “la falta de personal formado dentro de las plantillas y en el propio mercado laboral. Faltan científicos de datos y esto coexiste con las habituales dificultades a la hora de demostrar el valor de tecnologías aún no suficientemente maduras”. Aunque reconoce que la situación “parece estar cambiando, ya que España dispone ahora de una Secretaría de Estado específica en Inteligencia Artificial y Digitalización”, destaca.

Un equipo especialista en IA para cada desafío

El gurú norteamericano Scott Brinker reflexionó sobre el desfase que existe entre las compañías y el ritmo de adopción de la tecnología. El resultado se tradujo en la Ley de Martec, que habla, precisamente, de que la innovación evoluciona exponencialmente, mientras que su implantación es mucho más lenta. “Los ejecutivos deben entender que la IA puede ser potencialmente muy positiva para el negocio”, subraya José Luis Florez, director de Plaiground, la unidad de negocio de Indra especializada en Inteligencia Artificial. “Existe una ventaja sistemática que nace de medir el impacto de las decisiones, la automatización de procesos, la personalización de contenidos o la optimización de funciones. Todo ello repercute en reducción de costes y en un uso más eficiente de los recursos, por lo que la IA es económica y ecológicamente muy interesante”, aclara.

Pero, si todos los expertos coinciden en que la IA puede catapultar a cualquier empresa que la aplique adecuadamente, ¿por qué no se ha establecido de forma general? Flórez lo tiene claro: “La evolución vertiginosa de la tecnología impide tener expertos en todas las áreas. Esto dibuja un futuro en el que el modelo será radicalmente abierto, de forma que, tanto en la configuración de la oferta, como en la ejecución de los servicios, se deberán incorporar startups, profesionales independientes y centros de investigación de forma externa”, señala.

Plaiground cuenta con un grupo de especialistas para dar respuesta a las necesidades de las empresas que quieran implantar la IA

José Luis Florez, director de Plaiground

Mientras las grandes firmas pueden permitirse el gasto que implica contar con departamentos especializados en IA y ‘data science’, para las organizaciones modestas soluciones como Plaiground son una opción igualmente válida. “Su funcionamiento se basa en poner a disposición del cliente un grupo de expertos con amplia experiencia en IA para dar respuesta a sus necesidades a través de propuestas coordinadas gracias a una amplia comunidad especializada”, especifica su director. En otras palabras, “cualquier compañía puede tener a su disposición al personal más cualificado en cada campo tecnológico y de negocio sin un desembolso extraordinario”, asegura Flórez.

Carlos Beldarrain, Head of Cloud Data Minsait y José Luis Flórez, responsable de Plaiground, durante la presentación de Plaiground

Carlos Beldarrain, Head of Cloud Data Minsait y José Luis Flórez, responsable de Plaiground, durante la presentación de Plaiground | © Indra

Creando un entorno colaborativo, Plaiground facilita el acceso a un ecosistema con perfiles muy especializados, centrados en Minsait —la consultora tecnológica de Indra—, así como en más de 50 startups, centenares de doctores y expertos de más de 25 universidades y centros de investigación, empresas líderes en nichos de mercado que actúan como socios y, por último, recursos freelance certificados. En la práctica, este modelo abierto facilita constituir equipos adecuados y adaptados que hagan frente a cada necesidad específica de cada empresa. “Lo que obtienen las compañías es la garantía de tener a su disposición las soluciones más avanzadas creadas por las personas con más conocimiento en cada campo tecnológico y de negocio”, sentencia Florez.

José Luis Flórez, responsable de Plaiground, participando en una mesa redonda en el AI Lab de Granada

José Luis Flórez, responsable de Plaiground, participando en una mesa redonda en el AI Lab de Granada | © Indra

En el corazón de la cuarta revolución industrial

Otro empujón importante para dar el salto a la digitalización y la implantación de la IA en las pymes españolas vendrá de la mano de los fondos europeos NextGeneration. Para Nuria Oliver, doctora por el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y directora científica de ELLIS Alicante, el dinero europeo “es otra invitación más a aprovecharse de lo que ofrece esta innovadora disciplina y que, para su implantación, requiere inversiones en infraestructura, atracción del talento y cambio de cultura empresarial”.

Bajo su punto de vista, la IA “debe ayudar a las compañías a ser más eficientes y eficaces, desde la automatización de tareas gracias a los algoritmos, hasta el análisis de datos, pasando por la optimización de procesos y el perfeccionamiento en la relación con los clientes para hacerla más personal, aportando modelos de personalización y un servicio continuado”, matiza. “Hablamos de algoritmos que aprenden a partir de la información y esto significa que, cualquier empresa que tenga datos —ya sean internos, de consumo, de otros clientes, de sus proveedores o del mercado— puede ser mejorada gracias al uso de la IA”.

En el corazón de la cuarta revolución industrial

La cofundadora de ELLIS y experta del MIT confirma que se necesitan perfiles apropiados para desarrollar este tipo de proyectos, de este modo, “las compañías verán la IA como una gran oportunidad y no como una amenaza”. Y es que, cuando se produce un gran cambio en la sociedad, siempre hay reticencias: “La IA se encuentra en el corazón de la cuarta revolución industrial, junto a la nanotecnología o la ingeniería genética. Son conceptos que formaban parte de la ciencia ficción no hace mucho tiempo y, sin embargo, ahora vemos civiles que viajan al espacio y modificaciones biotecnológicas que corrigen problemas de salud… estamos redefiniendo al ser humano y todo lo que le rodea, incluyendo, por supuesto, la actividad empresarial”, precisa.