El 8 de marzo pone en valor la historia de mujeres que han cambiado el mundo, y también nuestro país. Si hablamos de lucha feminista en nuestras fronteras, el nombre de Clara Campoamor brilla con especial relevancia. La abogada que luchó y consiguió que se validara el voto femenino es un icono que trasciende el tiempo, un ejemplo de combate de primera línea del feminismo. En su Historia y hechos, pasa casi desapercibida una de sus primeras batallas:
Clara Carmen Campoamor Rodríguez —Madrid, 1888— es también una de las primeras mujeres en aprobar las primeras oposiciones a Correos para Auxiliares femeninas en 1909, una de las primeras funcionarias de pleno derecho. Con apenas 21 años, y cumpliendo los requisitos —ser española, mayor de 16 años y menor de 40, poseedora de buena salud y acreditando buena conducta—, ingresó el 4 de julio de 1910 en Zaragoza, para luego llegar a San Sebastián, donde trabajó cuatro años. En 1914, comenzó a disfrutar de una licencia ilimitada en Telégrafos por haber ganado una plaza en el Ministerio de Instrucción Pública, y vuelve a Madrid, donde se licenciará en Derecho, y llegará a Diputada el 28 de junio de 1931.
En las Cortes pronunció una de sus frases más relevantes: “Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad del género humano en política, para que la política sea cosa de dos”. Todo es político, y el acceso a puestos de trabajo —por supuesto— también lo es. En la sociedad, la huella que dejan las empresas que apuestan por romper las normas establecidas y abrir horizontes, han marcado el devenir de su pasado, presente y futuro. Es el caso de Correos, que abre camino en la inclusión de la mujer en su plantilla desde 1648, cuando una mujer hizo el primer envío en Portugalete, Vizcaya.
En 1830, también las mujeres fueron protagonistas del crecimiento de la mayor empresa logística de España, desde la administración de estafetas, con la inclusión de maestras de postas y también en los envíos en diligencia, a caballo o a pie. Fue en 1881 cuando se incorporó a la plantilla como telegrafista Josefa Álvarez Portela, abriendo paso a 40 compañeras que serían reconocidas en 1883 de forma oficial como trabajadoras, convirtiendo a Correos en la primera compañía española en ofertar puestos de trabajos a mujeres, En 1882, una auxiliar cobraba 625 pesetas frente a las 1.000 pesetas que ganaba el puesto más bajo del escalafón del Cuerpo de Telégrafos.
Aunque Álvarez Portela se incorporó en 1881, no fue hasta el 15 de julio de 1909 que llegarían esas primeras oposiciones para “auxiliares femeninas de segunda clase” en las que Clara Campoamor obtuvo su plaza. La principal impulsora del sufragio femenino en nuestro país fue también protagonista en este impulso de la presencia femenina en una plantilla que llegaría a las 300 auxiliares postales durante los años 20. Setenta años después, en 1979, Correos organizó finalmente unas oposiciones libres e iguales para hombres y mujeres.
Las mujeres han tenido un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento de Correos. En 2016 se alcanzó la paridad y hoy, ellas ya son más, en concreto el 53,21% de la plantilla. Además, la tendencia promocional de las mujeres trabajadoras de la compañía ha ido en aumento y hoy en día el 54,59% de las 5.685 jefaturas intermedias en oficinas, unidades de distribución y centros logísticos están ocupadas por mujeres.
En este trabajo por conseguir una sociedad más igualitaria, Correos lleva a cabo medidas para fomentar la igualdad entre sus filas. Políticas específicas para la ayuda y protección de las víctimas de violencia de género —reducción de jornada y especial consideración de las faltas de asistencia de la víctima, excedencia o garantía de traslado laboral—, políticas de conciliación, acciones de formación y sensibilización, así como medidas de mejora incluidas en su regulación interna, además de un código general de conducta para prevenir la discriminación o acoso y la garantía de trato y oportunidades.
Los beneficios de la inclusión de la mujer desde hace siglos en la plantilla de Correos van más allá de números y estadísticas. Como curiosidad, el carrito de reparto se implementó gracias a la presencia de las mujeres en la empresa, al incorporar un carro de la compra para transportar los más de 20 kilogramos de envíos diarios y no tener que cargarlos a la espalda. Un avance que acabó beneficiando a todos los trabajadores.
La especial relevancia de las mujeres en Correos tiene su propio homenaje en la forma más icónica del universo postal: los sellos. La colección está diseñada por la ilustradora de estilo casi psicodélico Isabel Muguruza —Irún, 1994—, que fue partícipe del homenaje a Clara Campoamor hace dos años. El pasado 8 de Marzo llegaron el resto de retratos que ponían rostro a varias mujeres esenciales en la lucha feminista, por las igualdad y los derechos de la mujer en España.
Las protagonistas de esta colección de sellos son Clara Campoamor, Elena Fortún, Dolors Aleu Riera, La Roldana, Isabel Zendal, María Blanchard, Concepción Arenal, Elidà Amigó, Maruja Mayo, Federica Montseny, Justa Freire, Lucía Sánchez Saornil, María de Maeztu y Almudena Grandes, tal vez uno de los retratos más emotivos para la autora: “Es un caso muy especial. Al ser una cara muy conocida, es un reto que se identifique fácilmente” algo que choca con el resto de mujeres que forman parte de este proyecto “Me gusta ver que la gente pone nombre y rostro a mujeres que han formado parte de la historia feminista de España”.
Ha sido un trabajo de rescate de historias y hechos que ponen en primera plana los logros históricos de personajes que han cambiado la forma de pensar y ser de nuestro país. “Muchas de las mujeres no las conocía, al investigar sobre ellas conectas por afinidad artística, vas descubriendo historias de mujeres como Maruja Mallo o La Roldana que son inspiradoras”, un trabajo de documentación que también amplía el archivo, cuenta Muguruza que en el caso de Isabel Zendal ni siquiera existía una fotografía en la que inspirarse, solo un dibujo que trasladar a sello. “Me siento afortunada de formar parte de un proyecto que va a hacer Historia, lo hago desde el respeto y la admiración absoluta a estas mujeres”.
La creadora de célebres novelas de Celia, y una de las figuras más relevantes de la literatura infantil y juvenil de la primera mitad de siglo XX, Elena Fortum, será el undécimo sello que Correos emitirá dentro de la colección #8MTodoElAño, con una simbiosis entre tres personajes: el de Encarnación Aragoneses Urquijo —su nombre real—, el pseudónimo que utiliza en su creación literaria, Elena Fortún, y el de Celia, su personaje de ficción.
Elena Fortún comprendió como nadie la psicología de los niños y jóvenes de su época, primero con Celia, la heroína que tan buenos ratos hizo pasar a los niños de la década de los 30 y 40 y más tarde con Cuchifritin y Matonkiki, con quienes nutrió las fantasías de una infancia ingenua con unas historias en las que entrelaza con pericia magistral lo cotidiano, potético, simbólico, histórico y moral, con relatos que suponen una crónica de los años más convulsos del siglo XX español, de los años previos a la Guerra Civil, su exilio en Buenos Aires y su regreso a España.
Los sellos se convierten así en el vehículo perfecto para poner en valor el trabajo que la compañía ha realizado a lo largo de su historia por la igualdad de género y destacar que el Día de la Mujer no se limita en exclusiva al 8 de marzo, sino que se extiende y es importante todos los días del año.
La exposición se convierte, además, desde hace 3 años, en una exposición itinerante que ya ha pasado por Barcelona, Sevilla, A Coruña, Santander y Madrid, que en esta nueva edición será la ciudad de partida para una nueva gira por localidades relacionadas con las mujeres que amplían la lista de sellos #8MTodoElAño.