Abertis realiza una importante apuesta por conectar las carreteras y aplicar tecnología punta en los peajes inteligentes.
J. Durich | 27/12/2022La movilidad del futuro está comportando que en la actualidad sean muchas las innovaciones que se integran en las autopistas. Todo ello tiene como objetivo que la seguridad y la sostenibilidad se conviertan en los ejes centrales que marquen la nueva circulación por las vías. De esta manera, el concepto de autopista está en constante evolución. La tecnología es una aliada indispensable en la búsqueda de unos desplazamientos masivos que sean cada vez más cómodos, rápidos, seguros y respetuosos con el medio ambiente.
Así pues, valerse de la tecnología y sus avances —Internet de las Cosas, big data, machine learning, entre otros— parece del todo lógico en el momento de transformación que se está produciendo tanto en las infraestructuras viales como en el tráfico rodado. Los vehículos ya están evolucionando hacia formas cada vez más autónomas y respetuosas con el medio ambiente y las infraestructuras también se están adaptando para contribuir a la reducción de emisiones de gases y la siniestralidad en las carreteras. La movilidad autónoma y eléctrica, con autopistas conectadas, es el camino que se vislumbra en un futuro para un tráfico rodado fluido, seguro y sin excesos de contaminación.
Dentro de las innovaciones tecnológicas que contribuyen a una movilidad más segura, rápida, cómoda y sostenible en las autopistas, se encuentra el denominado free flow, un sistema de peaje eficiente e inteligente que contribuye a reducir la congestión del tráfico e impacta positivamente en el medioambiente. Además, permite cobrar a los usuarios de una vía sin obligar a parar, ni a reducir su velocidad, y no requiere de elementos que obstaculicen la vía. En la práctica, este método supone la eliminación de cualquier cabina de peaje para evitar que los vehículos deban detenerse para el cobro.
Este sistema sin barreras funciona electrónicamente entre un pórtico —estructura metálica de tres piezas— que se encuentra en la autopista, el cual en su parte superior posee dispositivos de lectura electrónica, y, en un principio, con un dispositivo denominado transponder, TAG o televía, el cual va montado en el parabrisas del vehículo y recibe y envía información al pasar por debajo del pórtico.
En 1986, la ciudad noruega de Bergen se convirtió en el primer uso exitoso de free flow cuando entró en operación como complemento al cobro tradicional con casetas de cobro de peaje. En 1991, la ciudad de Trondheim introdujo por primera vez a nivel mundial el cobro completamente automático a velocidad normal de operación, sin complemento del cobro manual. Hoy Noruega dispone de 25 carreteras con peaje operando al 100 % con el sistema free flow. Se trata del país a nivel mundial que ha hecho un uso más generalizado de esta tecnología. Por su parte, Estados Unidos es el otro país que cuenta con un amplio uso de free flow, pero como complemento al uso manual de casetas de peaje.
Actualmente, este sistema inalámbrico se ha convertido en la vanguardia del cobro inteligente de uso en las autopistas, sobre todo en países de alto flujo de circulación. Países como Argentina, Australia, Canadá, Chile, Singapur, los mencionados Estados Unidos, México, Panamá, Colombia, Francia, Puerto Rico, Israel, Portugal (Via Verde), España (VIA-T), entre otros, lo utilizan en sus vías.
En este sentido, desde el grupo Abertis se realiza una importante apuesta por las autopistas conectadas y la aplicación de tecnología punta de peajes sin barreras. A través de Emovis, la filial de Abertis dedicada al desarrollo y gestión de tecnología y servicios de información para ofrecer soluciones de peaje electrónico y movilidad inteligente en el mundo, ha implantado una solución de visor de peaje free flow capaz de detectar vehículos sin necesidad de reducir su velocidad gracias a un complejo sistema que integra equipos de última generación y tecnología innovadora.
Los equipos de ingenieros y expertos técnicos garantizan la calidad de los datos recopilados, y todos los pasos de vehículos que no pueden ser identificados automáticamente por los equipos de vía se derivan a un proceso de identificación por imagen de alta calidad.
Este sistema incluye además cámaras de reconocimiento de matrículas frontales y traseras, así como detección y seguimiento de vehículos, y sensores de clasificación de estos. Las opciones más comunes para la identificación de vehículos son las etiquetas DSRC o RFID, y los tags de identificación, que detecta el pórtico. Por su parte, las cámaras leen las matrículas y las imágenes se capturan con detalles del vehículo para posteriormente procesarlas en el sistema.
Los sistemas avanzados de back-office operativo mejoran la calidad de esos datos a través de diferentes robots y algoritmos sofisticados. A lo largo del día, millones de transacciones calificadas con detalles de vehículos, como su tipología, la clasificación, los términos y condiciones y otros criterios, se registran automáticamente en el sistema de back-office comercial para proceder con la facturación y cobro, de acuerdo con las reglas comerciales. Asimismo, se encargan de ingresar y procesar para informar y entregar mensajes clave a usuarios ocasionales y refuerzan las reglas del sistema y los beneficios para los usuarios registrados.
Abertis cuenta con una amplia experiencia desplegando sistemas free flow por todo el mundo y en la actualidad opera peajes de estas características en Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Puerto Rico, Chile, Oriente Medio y Francia, con más de 5,5 millones de clientes registrados. Sin ir más lejos, cabe mencionar el peaje free flow del puente Mersey Gateway, en la ciudad de Liverpool (Reino Unido). El puente, de más de dos kilómetros de longitud y tres carriles por sentido, une las localidades de Runcorn y Widnes y supone una importante vía de comunicación entre el noroeste de Inglaterra y el resto del país.
Además, el grupo es líder internacional en la gestión de autopistas, con la gestión de más de 8.500 kilómetros de vías de alta capacidad en el mundo. El continuado proceso de internacionalización ha llevado a la compañía a estar presente en 13 países de Europa y América, lo que le ha permitido diversificar su riesgo geográfico y adaptarse mejor a los ciclos económicos mundiales. Se ha convertido en el primer operador nacional de autopistas en países como España y Chile, y tiene una presencia destacada en Francia, Brasil y Puerto Rico. También participa en la gestión de más de 700 kilómetros a través de participaciones en Reino Unido, Argentina y Colombia.