Los bosques tienen una gran importancia no solo ecológica, sino también socioeconómica. Por un lado, desde una perspectiva medioambiental, contribuyen a la protección del suelo, participan en el ciclo del agua y regulan el clima local. Además, albergan y protegen a multitud de especies y hábitats. Por otra parte, los bosques son una fuente de ingresos fundamental para las zonas rurales. El sector forestal representa un 1% del PIB europeo.

Desde WWF España apuestan por buscar nuevos motores que sean “social y ambientalmente responsables”. Un modelo económico, dicen, que ponga más en valor los productos forestales y refuerce el papel del sector forestal en la economía. “Esto constituiría una oportunidad para fomentar un desarrollo rural en el que la actividad económica sea compatible con la conservación de la naturaleza”, explica Colomina, que confía en que un nuevo modelo económico pueda ayudar también en otros aspectos: “Supondría, además, un avance en la lucha contra el cambio climático. Por un lado los bosques fijarían más CO2 y, por otro, se conseguiría disminuir el número de incendios vinculado al abandono generalizado de nuestros montes”.

Pese a que existe un pequeño aumento de los bosques españoles año tras año, lo cierto es que más de la mitad de la superficie forestal española (unos 26 millones de hectáreas) está desarbolada, según explica la organización WWF España, que asegura que, además, más de 7 millones de hectáreas sufren erosión hídrica grave o muy grave. “En España no se sufre deforestación, de hecho se está produciendo un aumento de la superficie forestal en los últimos años. Ahora sí, una mayor cantidad de hectáreas no significa mejor calidad biológica” cuenta Colomina, que explica que los bosques están fraccionados por vías de comunicación y amenazados por incendios forestales que cada año afectan a una media de 90.000 hectáreas.

Fuegos que dejan “unos bosques mermados en calidad, a pesar de que los inventarios nacionales reflejen un aumento de la superficie forestal”. Además, continúa la ecologista, “tras numerosos siglos de transformación de la naturaleza y explotación de sus recursos, los bosques españoles han sufrido una reducción en su capacidad de regeneración natural y han sido reemplazados por estados menos maduros de la evolución del ecosistema, de menor calidad ecológica”. Desde el Parlamento europeo coinciden en esto y mantienen que la fragmentación de los bosques por la “construcción de infraestructuras de transporte pone en peligro la biodiversidad”.

Pero la intención de Correos no termina ahí, y desde la empresa quieren llegar a conseguir que todos sus sobres y embalajes sean 100% reciclables. Los embalajes de la Línea Bosques están hechos, además, con materiales 100% biodegradables, tanto es así que podrían usarse para hacer compost una vez utilizados. Sin embargo, a nivel medioambiental, lo mejor es reciclarlos para evitar el consumo de materia prima. Por cada sobre y embalaje de Línea Bosques que los clientes compren, Correos destina 0,01€ a programas de prevención de incendios forestales y 0,02€ a proyectos de reforestación y se pueden adquirir a través de su tienda online o en las oficinas.

Pero no todo acaba aquí. “Este año, con el lanzamiento de la nueva imagen, queremos ampliar nuestra inversión en proyectos con impacto positivo en nuestro entorno e incorporaremos nuevos proyectos vinculados a Línea Bosques” concluye Fernández que recuerda que Correos, en el año 2000, fue una de las primeras empresas que daba a sus clientes la posibilidad de ser más respetuosos con el medioambiente comprando sobres y embalajes reciclados.