Francesca Sarpong lleva toda su vida rompiendo los estereotipos de género. Cuando estudiaba secundaria en una escuela femenina en su país, Ghana, solo 75 de las 500 alumnas eligieron el camino de las ciencias. "Las ciencias eran solo para hombres y mujeres tozudas", recuerda ahora, tras haber terminado su máster en bioquímica.
"Admiraba a las mujeres académicas y decidí estudiar duro y convertirme en una de las pocas profesoras universitarias del país", declara Sarpong, que realizó su periodo de prácticas en el Centro Kumasi para la Investigación Colaborativa en Medicina Tropical, ubicado en el interior del país. "Aspiro a ser una de las mejores profesoras de ciencias de Ghana y de todo el mundo y animar a otras niñas a que estudien ciencias", cuenta la joven científica ghanesa.
Centros de investigación como el de Kumasi o laboratorios altamente tecnificados como el de F-TLC de la Universidad de Ghana, en contacto directo con Harvard, probablemente no sean la primera imagen que se viene a la cabeza al mencionar este país africano.
En el Decenio de la Mujer Africana (2010-2020), declarado por la Unión Africana, un creciente número de investigadoras como Sarpong y otras profesionales médicas, ayudadas por programas de fundaciones internacionales como Anesvad, están luchando para cambiar la percepción que se tiene en el extranjero de su país.
Es el caso de Wilhelmina Duah, directora del Servicio de Salud del distrito de Mpohor. Graduada en Salud Pública, atesora una vasta experiencia en el campo sanitario, habiendo trabajado previamente como farmacéutica y liderado proyectos de envergadura, como el nacimiento del Centro de Tratamiento Antirretroviral del distrito.
Aun así, Duah asegura que en muchas ocasiones se ve cuestionada por su género. “Ser una mujer profesional y líder en esta parte del mundo puede a veces ser muy desafiante. A menudo, el éxito de una mujer no se atribuye a su arduo trabajo y determinación, sino que se ve como si fuera el resultado del trabajo de colegas masculinos. En Ghana, la mujer es la única responsable de la cocina, la crianza de los hijos y la limpieza de la casa. Aquellas que no pueden equilibrar las responsabilidades en el hogar y la oficina son en su mayoría criticadas por la sociedad”.
Pese a todo, se han realizado avances, especialmente en materia legislativa. “Desde hace unos años, la política aborda la cuestión de la incorporación de la perspectiva de género, la igualdad y el empoderamiento de las mujeres. Se han llevado a cabo reformas administrativas para impulsar a las mujeres a la hora de asumir funciones directivas y de liderazgo, y también para que las mujeres participen por igual en la construcción nacional”, prosigue Duah. Un reciente informe del Foro Económico Mundial (FEM) sobre la brecha de género situó a Ghana en el puesto 72 de 144 países analizados (España ocupa el 24). El informe, que analiza logros educativos, salud y esperanza de vida, oportunidad económica y empoderamiento político, otorgó una puntuación total de 0,69 puntos de un total de 1 punto posible que equivale a la paridad.