Este 29 de julio se celebra el Earth Overshoot Day, día en el que el consumo de recursos naturales por parte de los seres humanos excede la capacidad terrestre de regenerarlos en ese mismo año.
Se trata de la fecha más temprana desde que el mundo empezó a experimentar este fenómeno, a principios de la década de los 70.
Por María Gómez
Este lunes 29 de julio, la Tierra ha entrado en números rojos. No en vano, hoy se celebra -aunque no hay motivos para la alegría- el conocido como ‘Overshoot day’ o ‘Día de la Sobrecapacidad’, la fecha que fija el momento en que la humanidad ha consumido todos los recursos naturales que nuestro planeta es capaz de regenerar en un año.
Agua, alimentos, madera, combustibles fósiles, emisiones de carbono... En la actualidad la humanidad agota las riquezas que genera la Tierra hasta 1’75 veces más rápido de lo que el ecosistema es capaz de regenerar, y el coste de esta sobreexplotación ecológica es cada vez más evidente en todo el mundo: deforestaciones, erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, sequías, huracanes…
El 29 de julio es la fecha más temprana en la que nunca se ha conmemorado el Earth Overshoot Day desde que la organización internacional Global Footprint Network comenzará a calcularlo en la década de los años 70. Desde entonces, no ha dejado de adelantarse: en el año 2000 fue el 23 de septiembre, en 2010 el 8 de agosto y en 2018 1 de agosto.
“No podemos usar 1,75 Tierras por mucho tiempo”, asegura Mathis Wackernagel, co-inventor de la Huella Ecológica y fundador de Global Footprint Network. “La actividad humana se ajustará inevitablemente a la capacidad ecológica del planeta. La cuestión es si elegimos llegar allí por desastre o por diseño, si buscamos la miseria de un planeta o la prosperidad del mismo”, añade.
Previsión del consumo de planetas en 2019 y 2050
Uno de los recursos más expoliados – y por tanto amenazados – debido a la acción humana es el agua. El papel, los plásticos, la ropa, los coches y la inmensa mayoría de los objetos que nos rodean son consumidores de agua, e inciden de manera directa en la llamada ´huella hídrica’, un indicador del uso de agua dulce que hace referencia tanto a su empleo directo por parte de un consumidor o productor, como al indirecto.
El concepto fue acuñado por Arjen Hoekstra, profesor de Gestión del Agua en la Universidad de Twente para superar los desafíos del uso no sostenible del agua. En 2008 fundó Water Footprint Network, plataforma en la que colaboran empresas, organizaciones y expertos para promover el uso equitativo e inteligente del agua.
Según esta organización, se necesitan 109 litros de agua para producir una copa de vino de 125ml; 560 litros para un kg de naranjas o 4.325 litros para un km de pollo. El 92% del agua que se consume diariamente se utiliza para producir alimentos. Así, no es de extrañar que, a escala global, en los últimos 50 años, la extracción de agua del subsuelo se haya triplicado.
Entre 2011 y 2050 se prevé que la población mundial pase de 7.000 a 9.000 millones de habitantes. Para alimentar a toda esta población, la producción de alimentos tendrá que crecer en un 70%. ¿Estamos condenados al fracaso, entonces?
No, siempre y cuando tomemos las medidas oportunas. Por ejemplo, sustituir el 50% del consumo de carne mundial por una dieta vegetariana retrasaría la fecha del Día de la Sobrecapacidad del planeta en 15 días (10 de ellos corresponderían a la reducción de las emisiones de metano procedentes del ganado). Asimismo, aminorar el componente de carbono de la Huella Ecológica global en un 50% retrasaría la fecha del Earth Overshoot Day en 93 días.
A nivel individual, cada uno de nosotros también tiene mucho que aportar. Pequeños gestos como hacer un uso responsable del agua y de la energía en casa, apostar por medios de transporte sostenible, reducir el consumo o elegir productos y servicios con un bajo impacto ambiental ayudan a cuidar la salud del planeta y, por ende, la nuestra propia. Según Dulcinea Meijide, Directora de Desarrollo Sostenible de SUEZ España, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra "nos recuerda que vivimos en un entorno vulnerable al que debemos una actuación responsable. Cambiar hábitos de consumo como no desperdiciar alimentos, apostar por un transporte más sostenible o comer menos carne nos permitiría reducir esra fecha, reconciliándonos así con el planeta y los ecosistemas naturales".
Una forma muy útil de conocer nuestro impacto ambiental real es acudir a la Calculadora de la Huella Ecológica, elaborada por footprintcalculator.org/es. A través de una serie de preguntas (¿con qué frecuencia comes carne roja?, ¿Cuántos kilómetros recorres en transporte público?), la herramienta permite a los usuarios calcular su propia Huella Ecológica, así como su Día de Sobrecapacidad de la Tierra personal.
Una buena manera para conocer de primera mano cuál es nuestro impacto en el planeta y concienciarnos de que aún estamos a tiempo de revertir nuestras acciones más negativas. No en vano, si retrocedemos la fecha del Earth Overshoot Day 5 días cada año, la humanidad alcanzará la compatibilidad con un planeta antes de 2050.
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