De ensamblar coches a diseñar robots en el nuevo pulmón tecnológico de Barcelona

Industria, innovación y talento se dan la mano en Distrito 4.0. de la Zona Franca de Barcelona. Un ecosistema tecnológico que quiere ser el epicentro de la nueva economía digital
Gonzalo Garzón | 18·diciembre·2025

Hace tiempo que Barcelona puede presumir de contar con un relato propio en todo lo relacionado con la innovación. La capital catalana destaca por su desarrollado ecosistema digital, su gran capacidad de atraer talento y su privilegiada conexión internacional, pero ahora ha decidido dar un paso más con un claro objetivo: convertirse en la capital mundial de la industria 4.0. Todo, desde un lugar con mucha historia a sus espaldas, la Zona Franca, que en las últimas décadas había perdido parte del peso productivo que la convirtió en un motor económico, cuando SEAT y Motor Ibérica ensamblaban allí los modelos que definieron a toda una generación.

Mapa Distrito 4.0

Hoy ese espacio industrial se transforma de manera integral para liderar la nueva revolución tecnológica. Es el nacimiento del llamado Distrito 4.0, un proyecto impulsado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) que quiere poner a la ciudad en el mapa global de la industria inteligente, sostenible y digital. Es mucho lo que ya se ha hecho, pero aún más lo que queda por hacer: toca ponerse manos a la obra.

De polígono industrial a Distrito 4.0

La transformación no es nueva: comenzó allá por el año 2019, cuando el CZFB decidió volver a los orígenes del recinto y apostar decididamente por la industria. Pero no una cualquiera, sino aquella capaz de marcar el futuro del tejido productivo. Poco a poco, el organismo público abandonó la etapa centrada en la actividad inmobiliaria para apostar por una hoja de ruta mucho más ambiciosa y compleja: liderar la transición hacia la llamada industria 4.0, entendida como aquella que combina la tecnología digital más avanzada con los procesos industriales tradicionales.

Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB, lo explica de la siguiente manera: “Somos una empresa pública y nuestro objetivo es que desde lo público, y en estrecha relación con lo privado, se propicie el desarrollo económico del territorio”. Esa filosofía fue la que dio origen al polígono de la Zona Franca hace décadas, y es la misma que ahora inspira el Distrito 4.0. Porque un distrito no es solo un espacio urbano: es el lugar donde “ocurren cosas”, tal y como recuerda Navarro. Un espacio que se conecta íntimamente con toda la ciudad, la región metropolitana y más allá. Y este distrito, en concreto, aspira no solo a resignificar toda un área industrial, sino a convertirse en un polo de atracción tecnológica a escala global. Desde el CZFB no se ponen límites: aspiran a ser “el Distrito 4.0 de Barcelona… y del mundo”, apunta Navarro.

Distrito 4.0

¿Cómo conseguirlo? La estrategia del CZFB se apoya en la innovación, la sostenibilidad y la creación de nuevas oportunidades económicas, atrayendo a empresas punteras y generando empleo cualificado. La idea no es únicamente atraer a las mejores compañías del sector, sino conseguir que interactúen entre sí, colaboren activamente y generen proyectos conjuntos. Esa dinámica es, precisamente, lo que convierte a un polo tecnológico en un ecosistema robusto y lleno de oportunidades a todos los niveles.

DFactory: el corazón tecnológico

El motor de ese nuevo ecosistema tiene un nombre propio, DFactory Barcelona, y ya es el mayor centro de industria 4.0 impulsado por una entidad pública en el mundo. Inaugurado con vocación de convertirse en símbolo de la ciudad, el edificio ya alberga a 40 compañías especializadas en tecnologías que están redefiniendo la industria global. Entre sus actividades destacan la robótica, la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada, los sensores, el llamado ‘Internet de las cosas’ (IoT, por sus siglas en inglés), la impresión 3D, el blockchain o la nanotecnología. Hay todo un campo fértil en el que sembrar.

La directora general del CZFB, Blanca Sorigué, resume las características del espacio de la siguiente manera: “El DFactory es el corazón del Distrito 4.0, el lugar donde decidimos crear la pista de aterrizaje de la industria 4.0”. Un lugar donde las empresas comparten un mismo lenguaje tecnológico y colaboran estrechamente entre sí, generando sinergias que van desde prototipos hasta soluciones innovadoras aplicables en múltiples sectores.

Distrito 4.0

DFactory está, de hecho, en plena expansión. Ante la creciente demanda, el CZFB ya ha puesto en marcha una gran ampliación que permitirá pasar de los 17.000 m² actuales a más de 60.000 m² en el año 2026. Una apuesta que confirma que la estrategia funciona: el edificio está prácticamente lleno, y la ampliación llegará antes de lo previsto.

La ubicación también juega a favor. La Zona Franca es un nodo logístico privilegiado: está situada entre el Puerto de Barcelona, el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y Mercabarna, el mayor mercado mayorista de alimentos frescos de Europa. A esa conectividad se suma la proximidad al centro de la ciudad, a apenas 10 minutos. Un triángulo logístico-tecnológico que convierte al Distrito 4.0 en un enclave especialmente atractivo para las empresas.

"El DFactory es el corazón del Distrito 4.0, el lugar donde decidimos crear la pista de aterrizaje de la industria 4.0"
Blanca Sorigué | Directora general del CZFB y del BNEW
Un modelo público-privado

La apuesta del CZFB se sustenta en un modelo público-privado cada vez más habitual en ecosistemas de innovación, pero pocas veces liderado con tanta claridad desde una administración. En Barcelona, la iniciativa pública no actúa como mero facilitador, sino como agente activo que impulsa la estrategia digital.

La visión es ambiciosa: crear un entorno donde empresas grandes, pymes, centros tecnológicos, startups y universidades convivan y se alimenten mutuamente. Un lugar donde una empresa puntera en IA pueda colaborar con otra especializada en sensores o con un centro de impresión 3D para desarrollar soluciones que todavía no existen en el mercado.

Distrito 4.0

El impacto esperado no es sólo económico. La transformación industrial genera empleo cualificado, retiene talento que tradicionalmente emigraba a otros hubs europeos y crea un nuevo atractivo internacional para empresas tecnológicas que buscan una base en el sur de Europa. Barcelona, que ya compite como ciudad de congresos y de digitalización urbana, suma con el Distrito 4.0 un elemento más para convertirse en referente en el ámbito productivo.

Visión de futuro

La creación del Distrito 4.0 encaja con una tendencia global: las ciudades que liderarán el futuro serán aquellas capaces de integrar industria, tecnología, sostenibilidad y talento en un mismo espacio. Barcelona, que ya cuenta con un ecosistema digital maduro, está diseñando ahora el siguiente paso lógico: convertirse también en capital de la industria inteligente.

Distrito 4.0

Con el impulso de un agente público fuerte, una red logística estratégica y un hub tecnológico en pleno crecimiento como DFactory, la Zona Franca apunta a convertirse en un referente no sólo para Catalunya y España, sino para Europa y el mundo. Porque la revolución industrial del siglo XXI será digital, colaborativa y sostenible. Y Barcelona quiere estar en primera línea de ese cambio de paradigma.