Hace tiempo que las entidades financieras dejaron de ser meros bancos, para convertirse en elementos capitales de la sociedad. Si bien es cierto que en todo el planeta existen alrededor de 25.000 y cada uno de ellos cuenta son su propia filosofía empresarial, son muchos los que ya han comprendido que su misión va más allá de obtener rentabilidad. Es decir, que parte de sus beneficios revierta en las personas, tanto en las generaciones presentes, como en las futuras.
Es el caso de Banco Santander, recientemente elegido como el banco más sostenible del mundo en el Dow Jones Sustainability Index 2019, en un ranking formado por 175 bancos de todo el mundo. La entidad trabaja cada día para contribuir al progreso de las personas y de las empresas, apoyando el crecimiento inclusivo y sostenible en todo el mundo, para que las empresas puedan crear empleo, facilitar la inclusión financiera y combatir el cambio climático.
Como parte de la agenda de Banca Responsable, el Santander se compromete a la inclusión financiera de 10 millones de personas y a movilizar 120.000 millones de euros de financiación verde. El Grupo ha fijado así 10 metas, para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y garantizar que desarrolla su actividad de manera responsable.
Los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas, que se firmarán formalmente este mes de septiembre, establecen el estándar global de lo que significa ser un banco responsable y suponen un compromiso por el que rendir cuentas públicamente sobre el impacto social, ambiental y económico derivados de su actividad.
Para cualquier banco, actuar de manera responsable con los empleados es fundamental para tener un equipo comprometido dispuesto a hacer un esfuerzo extra por sus clientes. Esto generará una rentabilidad previsible para los accionistas, que a su vez redundará en una mayor inversión en la sociedad.
Como objetivo, el Santander se ha fijado convertirse en una de las 10 mejores empresas para trabajar en al menos seis de las geografías principales en las que opera.
Para prestarle un mejor servicio a la sociedad, los bancos necesitan contar con un equipo diverso e inclusivo. Esto permite atraer, desarrollar y retener al mejor talento, lo que, a su vez, ayudará a lograr mejores resultados. El Santander se ha fijado como meta para 2021 tener una presencia de mujeres en el consejo de administración de entre el 40% y el 60%.
Solo 3 de cada diez empresas españolas tienen a una mujer directiva. En los consejos de Administración de las empresas del Ibex 35 hay 455 consejeros: 108 son mujeres. Por ello, el Santander se ha propuesto contar con al menos un 30% de mujeres en cargos directivos en 2025.
En España, una mujer gana 5.793 euros menos al año, de media, que un hombre por el mismo trabajo. Es decir, entre un 20% y un 30% menos.
El Santander entiende que sus empleados deben ser remunerados de forma justa y transparente por su trabajo. Por ello, tiene como objetivo conseguir la equidad salarial de género en 2025.
Según el Banco Mundial, la inclusión financiera (tener acceso a productos financieros útiles y asequibles, como créditos, seguros o una cuenta corriente) es un factor clave para reducir la pobreza e impulsar la prosperidad.
En este sentido, el Santander se ha fijado como objetivo ayudar a las personas a prosperar, dándoles acceso a productos y servicios personalizados y mejorando su resiliencia financiera a través de la educación. En definitiva, empoderarles financieramente. De aquí a 2025, quieren lograr el empoderamiento financiero de 10 millones de personas.
La financiación verde, en formato de bono o de préstamo, consiste en otorgar crédito bajo el compromiso de invertirlo en proyectos sostenibles que contribuyen a la lucha contra el cambio climático. En relación a este objetivo, la entidad liderada por Ana Botín facilitará la movilización de 120.000 millones de euros de 2019 a 2025 y 220.000 millones entre 2019 y 2030 en financiación verde para ayudar a abordar el cambio climático.
Todas las empresas generan un impacto ambiental en los entornos en los que actúan, unas más que otras, pero ninguna está exenta de ello. Conscientes de esta problemática, en el Santander se han propuesto que el 100% de la electricidad que utilizan provenga de fuentes renovables en 2025 en los países donde sea posible certificar la fuente de la electricidad.
Más del 80% de los desechos que se encuentran en el mar son plásticos de un solo uso: vasos de agua, de café, pajitas y botellas; hasta palos de globos. Materiales que la fauna marina ingiere y pasa a sus estómagos y, de ahí, a la cadena alimentaria humana. La contribución de la entidad española en este apartado se concreta en la promesa de eliminar todo el plástico de un solo uso innecesario en sus sucursales y edificios corporativos en 2021.
La educación es la base de una sociedad justa y una economía fuerte. Es por ello que el Santander pretende conceder 200.000 becas, para prácticas y programas de emprendimiento de 2019 a 2021. Desde 2002, el Banco ha destinado a mejorar la educación universitaria más de 1.500 millones de euros.
Los bancos tienen la capacidad de mejorar la vida de las personas en las sociedades en las que operan. El Santander, en concreto, ayudará a 4 millones de personas a través de distintos programas de acción social entre 2019 y 2021.