Dos históricas, Ainhoa Tirapu (Athletic de Bilbao) y Amanda Sampedro (Atlético de Madrid), hacen repaso a la historia reciente del fútbol femenino español y a su crecimiento exponencial en los últimos años. Comprender de dónde venimos para saber a dónde vamos.
En poco más de medio siglo ha logrado convertirse en un deporte en auge
El fútbol femenino siempre ha ido a remolque del contexto histórico, político y social en el que le ha tocado vivir. Prohibido en Inglaterra, Brasil, o Alemania hasta 1970, en España empezó a escribir su historia en la II República, aunque pronto tendría que detenerse con la llegada del Franquismo. No fue hasta esa misma década cuando las españolas empezaron a formar equipos y competir. Poco se parece el fútbol que se juega hoy en Primera Iberdrola con el del 9 de junio de 1914 entre el Montserrat y el Giralda, recogido en prensa como “el primer partido de fútbol entre representantes del sexo débil (…). Esta primera actuación de la mujer en el viril fútbol, no nos satisfizo, no solo por su poco aspecto sportivo sino también porque a las descendientes de la madre Eva, les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inestéticas posiciones, que eliminan la gracia femenil”.
Se parece poco por calidad técnica, conceptos tácticos y capacidad física, pero también por cómo el espectador lo consume y se interesa en hacerlo crecer. Amanda Sampedro (Madrid, 1993) cree que la afición es parte responsable de este cambio: "La gente empatiza con nosotras. Nuestra vida y nuestro fútbol son muy reales, cercanos, humildes. La afición entiende y comparte nuestra lucha”.
Cada vez más licencias y más profesionales
En 2018 teníamos en España 63.597 licencias de futbolistas, una cifra que hay que apreciar desde la perspectiva histórica de los párrafos anteriores. El crecimiento es el resultado de un esfuerzo hercúleo por romper barreras sociales y deportivas. La visión del fútbol femenino en España como un deporte de masas es muy reciente. En apenas cuatro años —desde el Mundial de Canadá 2015— se ha crecido lo que le costó avanzar al fútbol masculino prácticamente un siglo, y esto se debe a dos factores: la inversión de patrocinadores como Iberdrola que apuestan por este deporte de manera estructural, y el fomento de las categorías de base para garantizar una calidad deportiva.
En 2019, 651 de esas casi 64.000 futbolistas eran ya profesionales. A día de hoy tenemos tres categorías nacionales: Primera Iberdrola, Reto Iberdrola y Primera Nacional; un sinfín de ligas regionales y cada vez más equipos de fútbol base compitiendo contra equipos masculinos. A veces, como en el caso del AEM de Lleida o el Madrid CFF, ganando ligas en las que son la excepción femenina. Amanda Sampedro lleva toda la vida en el Atlético de Madrid. Hoy en Primera Iberdrola, pero viene de abajo. “Todos los equipos tienen ahora cantera y escuela. Los recursos a nivel técnico y físico de los que ahora disfrutan las niñas se notan cuando llegan arriba. Factores que suman y se notan en la preparación”.
Amanda Sampedro
Jugadora del Atlético de Madrid y de la selección española
Llenando estadios
60.739 aficionados llenaron el Wanda Metropolitano para ver al Atlético de Madrid enfrentándose al FC Barcelona. Benito Villamarín (23.812), Ciutat de Valencia (20.198) o RCD Estadium (20.615) han puesto también su nombre a la fiesta. San Mamés abre cada temporada, con un récord de 48.121 leones animando a las neskak. El Athletic presume de una afición fiel, ya sea en Lezama, en el antiguo San Mamés o en el nuevo. Ainhoa Tirapu (Pamplona, 1984) pasó 15 temporadas, 358 partidos, defendiendo su escudo desde la portería, la navarra ostenta el récord en la máxima categoría de nuestro fútbol: 17.
En sus inicios no se cobraba por jugar ni había cuerpos técnicos preparados. Eran los primeros pasos de una liga unificada a nivel estatal, la diferencia entre los equipos de la zona alta y baja de la tabla era abismal, con goleadas constantes. “La velocidad de crecimiento de estos últimos 10 años no tiene nada que ver con los 10 anteriores”—explica la exjugadora— “se nota la apuesta económica, que acompaña a los éxitos deportivos. Hemos vivido un punto de inflexión que nos hace ver un futuro mejor”.
Ainhoa Tirapu
Jugadora del Athletic de Bilbao
Una liga que ya casi es profesional
En la actualidad tenemos una Primera Iberdrola en la que puede pasar de todo, con 18 equipos que hacen atractivo el campeonato jornada a jornada, y una segunda división donde crecen las grandes promesas esperando la escalada a la élite. El fútbol femenino español se vive como una prueba de salto de longitud: a carrera lanzada desde hace cuatro años, la aproximación a la marca en cada arranque de temporada y el aterrizaje, estableciendo año a año un nuevo récord.
La temporada 2020/21, difícil en cuanto a adaptación, lesiones y calendario, ve en el horizonte la profesionalización definitiva por parte del Consejo Superior de Deportes. Que la máxima categoría del fútbol femenino español sea profesional es un objetivo en el que suman fuerzas jugadoras, clubes, CSD y también Iberdrola. Luis Gómez, director de marca, asesorará a Irene Lozano en esta tarea. “Es una persona que conoce las necesidades, recursos y herramientas para dotar a esta liga femenina de fuerza, para que sea un modelo viable, sostenible a largo plazo y que nuestras mujeres futbolistas compitan en igualdad con sus compañeros varones”, declaró la Secretaria de Estado para el Deporte en su intervención en el Congreso de los Diputados.
“Todo los pasos que hemos dado llevan a una liga profesional” comenta Ainhoa Tirapu. “La expectación y los éxitos deportivos tienen que repercutir en cuidar a las jugadoras. El crecimiento tiene que mejorar la vida de las protagonistas. Hay que dignificar este trabajo”.
Un futuro esperanzador
La historia del fútbol femenino español, en popularidad ascendente y afianzada económicamente, tiene apenas medio siglo de historia. El reto es mantener ese crecimiento, batir récords de participación, espectadores y éxito deportivo a nivel de clubes y selecciones. Para Amanda Sampedro, el horizonte pasa por la unión para seguir avanzando con el objetivo de convertirnos en la mejor Liga del mundo. “Hemos pasado de cero a la élite. Ahora tenemos que crecer para ser Campeonas del Mundo y de Europa, cuanta mejor competición tengamos en Primera Iberdrola más fácil será el camino para el hambre que tiene la Selección”.
El futuro de España
Jugadoras de la selección española durante el Mundial de Francia 2019 y la SheBelives Cup 2020