AutoGas: ¿qué es y para qué sirve?
El gas licuado del petróleo (GLP) para su uso como carburante de automoción, conocido también como AutoGas, consiste en una mezcla de butano y propano. Los vehículos AutoGas son bi-fuel, es decir, con dos depósitos (GLP y gasolina) que se pueden emplear indistintamente sin alterar la conducción, proporcionando al automóvil una mayor autonomía.
Cada vez es mayor el número de modelos de AutoGas que ponen a la venta diferentes fabricantes de automóviles, pero, además de estos vehículos preparados de origen para usar GLP de automoción, existe la posibilidad de transformar uno de gasolina, siempre que sea un vehículo euro-3 o superior. A grandes rasgos, la operación consiste en instalar una boca de carga, un sistema de alimentación de gas y un depósito que se aloja por lo general en el hueco de la rueda de repuesto, con lo que no resta espacio al maletero. Cuesta entre 1.000 y 2.000 euros y se amortiza en un par de años.
Es importante destacar que la transición en la que el vehículo deja de utilizar gas para pasar a la gasolina se hace de manera automática y no requiere intervención por parte del conductor. De la misma forma, el conductor puede cambiar a voluntad el carburante a utilizar simplemente pulsando el botón del conmutador ubicado en el salpicadero del coche.
Son muchas las marcas que comercializan vehículos nuevos de AutoGas. Fiat, Opel, Dacia, Renault, Subaru, Peugeot y SsangYong se han alineado con Repsol a través de un acuerdo estratégico que busca promover la venta de modelos impulsados por este carburante ecológico.
La transición en la que el vehículo deja de utilizar AutoGas para pasar a la gasolina no requiere intervención por parte del conductor
El AutoGas es un carburante totalmente seguro. No es tóxico ni corrosivo, los depósitos son 20 veces más resistentes y pueden soportar más presión que los de gasolina. Los automóviles propulsados por este combustible alternativo cumplen los mismos requisitos y estándares de seguridad que cualquier vehículo.
Ventajas medioambientales y económicas
El catálogo de ventajas que ofrecen es, sin duda, extenso. A la vista del precio de los distintos combustibles (el del AutoGas es casi un 50% menor) y el consumo del vehículo, el ahorro con respecto a los carburantes tradicionales puede llegar hasta el 40%, según cálculos para un modelo de categoría C –en la clasificación de la DGT–, de potencia entre 110 y 120 caballos, con cambio manual y un consumo medio de 6,2 litros cada 100 kilómetros.
Pero no solo se ahorra al repostar, sino que la propia adquisición de un vehículo de AutoGas supone la opción más económica entre los coches de propulsión alternativa. El precio es similar al de un modelo comparable diésel, y a ello cabe añadir las diferentes subvenciones y ayudas que promueven los gobiernos.
A nivel municipal, los coches de GLP disfrutan de beneficios a la hora de estacionar en zonas de aparcamiento regulado en grandes ciudades como Madrid, y ofrecen la posibilidad de acceder al casco urbano durante episodios de contaminación, circular por carriles para vehículos de alta ocupación (VAO), cuando así se indique en los paneles de acceso, o disfrutar de bonificaciones en el pago del impuesto de vehículos de tracción mecánica y de peajes en algunos casos.
La mejora de la calidad del aire en las ciudades no solo es una necesidad urgente en los tiempos en que vivimos, sino que lo será aún más en lo sucesivo. De ahí la importancia de vehículos como los de GLP de automoción que presentan mínimas emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y casi nulas de partículas en suspensión.
Yendo a los detalles de la reducción de emisiones, un vehículo de GLP rebaja en hasta un 70% las emisiones de NOx frente a un diésel; y en un 90% las de partículas. De este modo, los cada vez más frecuentes episodios de alta contaminación urbana, y las previsibles restricciones de la circulación para hacerles frente, convertirán a los vehículos alternativos en una excelente opción para seguir accediendo al centro de las grandes ciudades sin incrementar el problema ambiental.
El reconocimiento de los coches de AutoGas como vehículos ecológicos es un hecho en países como España, como ha establecido la Dirección General de Tráfico (DGT) al dotarlos con el distintivo ECO y como ha quedado de manifiesto en el recién aprobado Plan Movalt, que prevé ayudas para los modelos que emplean energías alternativas.
Las ventajas se extienden a otros ámbitos no relacionados con la economía y el beneficio ambiental. La experiencia de conducir un coche de AutoGas es muy similar a la de llevar un vehículo tradicional, pero la reducción del ruido producido por el motor en hasta el 50% representa una enorme ventaja en términos de confort.
Los modelos movidos por AutoGas pueden llegar a cifras cercanas a los 1.200 kilómetros sin necesidad de repostar
El aumento de la autonomía es otro argumento que debemos anotar en el haber de los modelos movidos por AutoGas, pues si se suma la autonomía que, como promedio, se puede recorrer con cada depósito (gasolina y AutoGas), resultan cifras cercanas a los 1.200 kilómetros.
El combustible ecológico más empleado en el mundo
En la actualidad, más de 25 millones de vehículos en todo el mundo funcionan gracias al GLP de automoción, lo que lo convierte en el carburante más utilizado a nivel global dentro de los considerados alternativos.
Su penetración en los diferentes países depende principalmente de las políticas gubernamentales y del desarrollo de la industria en sus territorios. En los dos mercados más grandes de Asia, Corea del Sur y Japón, son los taxis y los vehículos ligeros los que sobresalen por su proporción de consumo de AutoGas, una situación que a grandes rasgos se repite en grandes áreas de América Latina.
Europa concentra aproximadamente la mitad del parque mundial de coches movidos por AutoGas. Hasta hace pocos años, los que utilizaban este carburante eran fundamentalmente modelos de gasolina modificados, pero este panorama está cambiando de manera radical con la abundante y creciente oferta de coches creados en origen para emplear AutoGas. Por ejemplo, Italia es uno de los países a la cabeza en el ranking en parque de vehículo de AutoGas con más de dos millones de unidades.
Según la AOGLP, la Asociación Española de Operadores de GLP, más de 10 millones de vehículos de AutoGas que circulan por Europa representan al menos 3,5 millones de toneladas de CO2 que no se emiten a la atmósfera.
Europa concentra aproximadamente la mitad del parque mundial de coches movidos por GLP de automoción
No solo los turismos pueden beneficiarse del potencial del AutoGas. Este carburante alternativo es ideal, por ejemplo, para carretillas elevadoras: en países de nuestro entorno, el 15% del parque de estos vehículos usa AutoGas. En el taxi, sector pionero en este campo, el número de vehículos que utiliza esta tecnología supera ya el 15% en las grandes ciudades españolas. Las flotas (ya sean vehículos de reparto, ambulancias, flotas comerciales...) son otro ámbito en el que el AutoGas y tiene mucho que decir en cuanto a respeto del entorno, elevada autonomía, ahorro en carburante y disponibilidad de los vehículos.
Su penetración en España: paso lento pero seguro
Unos 50.000 vehículos utilizan AutoGas en España, una cifra no demasiado abultada que sin ninguna duda va a experimentar un notable crecimiento en los próximos años después de que tanto la Unión Europea como el Gobierno español hayan incluido este combustible en sus planes VEA (Vehículos de Energías Alternativas).
Más de 550 estaciones de servicio, unas 370 de las cuales son de
Repsol, dan cobertura a los usuarios de GLP, pero tienen capacidad
para ofrecérsela a un parque de vehículos cinco veces superior al
existente; es decir, a los 250.000 coches que el Plan VEA prevé que
utilicen este carburante en nuestro país en 2020 gracias a las
ayudas públicas a los automóviles movidos por energías limpias.
Unos 50.000 vehículos de AutoGas y más de 550 estaciones de servicio son los números del GLP de automoción en España
Según el Clúster AutoGas, una entidad formada por operadores de AutoGas, fabricantes de vehículos, componentes y centros tecnológicos con el objetivo de promover el uso de este combustible, los datos sobre el parque real de GLP han sido hasta ahora aproximados debido a que muchos clientes realizan la transformación después de adquirir el vehículo. El etiquetado de la DGT resolverá este problema de invisibilidad porque quienes desean recibir el distintivo ECO deberán estar registrados.
