“Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos”, así reza el Objetivo 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 aprobada por la ONU en 2015. Una meta fundamental que lucha contra una escasez de agua que afecta ya al 40% de la población mundial. Tres de cada diez personas carecen de acceso a servicios de agua potable y seis de cada diez no disponen de instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura. Por eso este Objetivo no solo se centra en lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos, sino también en conseguir un acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados.
Son varias las vías por las que se quiere hacer realidad esta provisión de agua y saneamiento universales, y una de ellas se encuentra en la cooperación internacional, tal y como recoge el propio texto de Naciones Unidas. Así, se estima necesario prestar apoyo a los países en desarrollo para la creación de capacidad en actividades y programas relativos al agua y el saneamiento, como mediante la captación de agua, la desalinización y otras formas de tratamiento del agua, el uso eficiente de los recursos hídricos, el tratamiento de aguas residuales, el reciclado y las tecnologías de reutilización. De manera que se disponga de las herramientas necesarias, tanto metódicas como utilitarias, donde más falta hace.
Desde España, y de manera institucional a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), como un instrumento entre otros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), se trabaja por el desarrollo comunitario y la promoción de servicios de agua y saneamiento en 18 países de América Latina y el Caribe. Pero también, y a través de un proyecto piloto que ya lleva en marcha un par de años, a través de acciona.org. La fundación corporativa de la compañía española Acciona que fomenta el acceso a la energía, al agua, y a las infraestructuras en las comunidades donde más difícil es obtener estos bienes tan básicos.
A través de la experiencia adquirida en sus negocios de energías renovables e infraestructuras resilientes, acciona.org trabaja por proporcionar servicios básicos como energía, agua y saneamiento a poblaciones rurales aisladas que hasta este momento carecen de ellos. Sus pasos comenzaron en 2008 y desde entonces ha llevado luz eléctrica a más de 60.000 personas de zonas de difícil acceso de México, Perú y Panamá. Y ahora, desde 2018, ha incorporado a su programa de desarrollo la provisión de agua potable y saneamiento digno en diferentes comunidades de Oaxaca, en México, donde ha comenzado a dar sus primeros pasos este proyecto piloto.
Cuando el acceso al agua potable y al saneamiento se suma al proyecto energético que ya lleva más de una década operativo, nace el programa EncASa (Energía Con Agua y Saneamiento). Y lo hace en Oaxaca, donde la fundación ya tiene presencia desde hace varios años, donde las autoridades apoyan la iniciativa y donde en determinadas comunidades existe una gran carencia de servicios. “Se trata de zonas que sufren un importante estrés hídrico”, apunta Francisco del Pozo, Gerente de Agua de acciona.org. “Un área que según la Conagua, la Comisión Nacional del Agua de México, se ha visto afectada por una reducción de lluvias del 40% en los últimos años, por lo que se ha acentuado especialmente su vulnerabilidad”.
Desde que este proyecto piloto se implantó en tierras mexicanas hace dos años el agua potable y la mejora del saneamiento han llegado a cinco comunidades especialmente aisladas, por lo que unas 400 personas han visto mejorada su calidad de vida gracias al acceso a estos servicios básicos.
“El objetivo era no dar por sentadas unas soluciones de bajo coste de tecnologías apropiadas al contexto, sino ofrecer un catálogo, como un menú a la carta de posibles soluciones aplicables a cada situación, para que cada comunidad y cada familia valore y elija qué tecnologías puede venir bien en cada caso”, explica del Pozo. Así, acciona.org ha desarrollado diversos modelos de provisión de agua y saneamiento pensados para ajustarse en función de las características y necesidades de cada comunidad, creando un programa de autogestión comunitaria de los servicios a nivel local.
El programa EncASa ha comenzado a desarrollarse en Oaxaca en alianza con el Gobierno de Oaxaca, a través de SINFRA, y las Agencias Española y Mexicana de Cooperación (AECID y AMEXCID). Y lo ha hecho de manera experimental, pero con vistas a que pronto pueda implementarse también en otras regiones de Oaxaca y en otros países donde el programa de energía de acciona.org ya tiene presencia, como en diversas comunidades de Perú y Panamá, o incluso en Etiopía, pero sin descartar otras zonas del mundo con estas necesidades.
Para llevar agua potable y saneamiento a las comunidades aisladas de Oaxaca donde EncASa ha comenzado a funcionar, el primer paso es llevar a cabo un análisis de los recursos hídricos disponibles, el tipo de captación, las canalizaciones, depósitos y sobre todo o cómo se organiza la comunidad para compartirlo. Pues cada comunidad tiene su idiosincrasia particular, sus recursos y sus necesidades.
Un ecofiltro de Acciona
De este modo, y mediante ‘ecotecnologías’ que ofrecen mejoras servicios de manera sostenible técnica, ecológica y económicamente, las comunidades se diferencian según sus recursos hídricos, con sus correspondientes procesos de recogida, potabilización y almacenaje. “Hablamos de una transferencia de tecnologías, no especialmente complejas de instalar y conservar, que permiten la captación de agua de lluvia, pozos o manantiales y su purificación mediante su filtrado. De manera que son soluciones a medida de cada comunidad o familia, autoconstruidas y mantenidas gracias a la formación comunitaria”, especifica del Pozo.
Entonces, y dependiendo del sistema de captación de agua de cada comunidad, entran en juego diferentes opciones de potabilización, como la desinfección comunitaria mediante un clorador la potabilización domiciliaria a través de filtros lentos de arcilla u otros sistemas algo más elaborados como la desinfección por luz ultravioleta, donde neones encapsulados se encargan de matar los posibles patógenos del agua. Todo, siempre, con instalaciones llevadas a cabo por la propia comunidad que, una vez capacitada, es capaz también de mantenerlas de manera autónoma.
Según Naciones Unidas, al menos 892 millones de personas en todo el mundo continúan con la práctica insalubre de la defecación al aire libre. Por lo que el saneamiento es otro de los objetivos primordiales del programa EncASa de la fundación de Acciona. La carencia de sistemas de saneamiento apropiados produce olores, riesgos higiénicos y proliferación de insectos transmisores de enfermedades, de manera que la gestión de las aguas grises y negras, donde se incluyen heces y otros residuos, afecta directamente a la salud de las comunidades más alejadas de infraestructuras sanitarias formales.
Del mismo modo, en este caso también las necesidades de cada comunidad requieren una adaptación de las soluciones técnicas, pero la propuesta de acciona.org busca obtener un doble resultado con esta gestión, ya que a la vez que se consigue una mejora sanitaria se obtienen recursos de valor como el abono o el reciclaje del agua y la orina que posteriormente puede ser utilizado en agricultura.
Un sanitario ecológico seco que no necesita agua para su funcionamiento.
Para entornos donde hay escasez de agua, como en el estado de Oaxaca, los baños secos para familias y pequeñas escuelas ofrecen resultados especialmente buenos. “Son sistemas que no necesitan agua para su funcionamiento, las heces y la orina se recogen de manera separada, son higiénicos y permiten el aprovechamiento de los desechos como fertilizantes”, explica del Pozo. Mediante una mezcla secante de ceniza, cal y tierra se evitan olores, insectos y contagios de enfermedades, por lo que se incrementan las condiciones de salubridad de las comunidades en las que se instalan. “Sus usuarios se están acostumbrando a cambiar sus hábitos, lo que no siempre es fácil, pero es bonito ver cómo los baños secos están cambiando la vida de personas que no disponían de recursos tan esenciales como estos”, concluye el Gerente de Agua de acciona.org.
Para conseguir un máximo aprovechamiento del agua allá donde más escasea, el programa EncASa también contempla la recuperación familiar de las aguas grises, aquellas que han sido utilizadas para la limpieza, la cocina o la higiene personal. Mediante un sistema de filtros se eliminan las grasas y los sólidos, para después ser depuradas por plantas acuáticas en pequeños humedales artificiales, de manera que las aguas pueden ser reutilizadas en riego o incluso en piscicultura. Con este sistema se logran dos objetivos al mismo tiempo: uno, reutilizar el agua sobrante; y dos, evitar la contaminación del entorno mediante el vertido de aguas no depuradas.